lunes, 26 de agosto de 2024

Ruta lineal: Subidas a Chilla-Castro Celta-“El Jornillo.”

 

Domingo (25-08-2024), siete caballeros veleños  nos reunimos en el habitual punto de encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas,  preparados para “otra etapa especial de montaña”, que incluye en su planificación, comida en familia en el restaurante “Ropino.” Continuamos con las tiradas largas, previa presentación de la propuesta, buena aceptación por parte de la valerosa escuadra. 

Comenzamos la etapa, “algo más temprano”, con ganas y animados; atravesamos la villa, dirección al camino navalqueño por el paraje adehesado; agradables temperaturas nos regala la jovial mañana  y por el reposado encinar se dejan ver varias piaras de “jabatos” y más ciervos espantados, antes de cruzar el río “cargado de arena”. Por estos lares, el amigo Gabriel “Machaque”, trabaja para el grupo, liderando desde la primera línea, para no desgastar a los convocados.

Desde Navalcán, descendemos hacia “riachuelo empedrado”; nos metemos de “patas con las burricletas a cuestas” y con cuidado de no resbalar en sus escurridizas aguas. Desde aquí, algún tramo divertido entre jaras, antes de colarnos en el original camino, abrimos algunas porteras y saltamos las alambradas del “rincón” Sin sobresaltos, cabalgamos por el ameno paisaje, con la Sierra de Gredos cada vez más cercana, hasta que nos despistamos en el cruce del arroyo. Nos toca “patear” por encima de zarzas y helechos, abriendo paso con “un estaco”. Una vez dentro del “track”, arribamos en Candeleda “por la parte de atrás” de la vía pecuaria.

Unos minutos para llenar las botijas y un picoteo sobre la marcha, antes de “afrontar el primer puerto de la etapa.” Seis kilómetros de entretenida subida, con tramos más empinados, otros, más cómodos y de falso llano a la sombra, acurrucados en un bosque de robles, con vistas de lujo a parajes más altos. Con oficio y rigor, vamos escalando “cada cual cómo pueda y sin apretar”; cabe destacar,  al amigo Luci “Fromme” que se ha presentado a filas, sin dormir, sabiendo la jornada que teníamos preparada. De uno en uno vamos coronando en “el visitado santuario”; aprovechamos para recuperarnos en el fresco lugar, hidratarnos y reponer fuerzas para afrontar la parte más exigente  de la  jornada. 

Desde aquí, bajamos unos pocos metros, para enlazar con la pista “del castro celta”; entretenidos pasos con variados “ingredientes”, de continuos subes y bajas, entre huertas y casas de campo “que aparecen de la nada”; con algunos repechos duros, charcas clandestinas y afortunadas vistas que apreciamos desde el improvisado balcón. Evitando la carretera, llegamos a “la salida del Raso”, desde aquí, comienza la larga y tendida subida; la consigna el clara “no gastar, porque se puede hacer muy larga.” Disfrutamos de las genuinas vistas serranas que se extienden a ambos lados, según vamos cogiendo altura; pasamos de largo “por el Castro”, todavía la subida se hace llevadera, hasta que llegamos al panel informativo, “6,5 kms para coronar.” Sobre la marcha, paramos “a coger agua y ver las pinturas rupestres”, mientras “algunos compañeros se enfilan hacia la cima.” A nuestro paso, impresionantes vistas a media ladera, y mientras escalamos, la ascensión se va haciendo más técnica, con un río de piedras sueltas y descolocadas, que nos obligan “a negociar la mejor trazada”. Martín “El Fiero” y Alberto “El Maestro Ceramista” van abriendo paso desde la línea delantera, mientras,  Luci “Fromme” se da un buen calentón para enlazar con la cabeza. El amigo Gabriel “Schweeping” como un valiente gladiador lucha contra las incómodas pendientes y no claudica ante la adversidad –para él, el premio a la combatividad-. Poco a poco, vamos restando desnivel y metros –con oficio y constancia- , hasta llegar a la elevada cima pactada, para “tocar el cielo”: unos breves instantes para intercambiar impresiones, tomar aire y la foto de rigor, antes de realizar “el cansino descenso”, pero disfrutón,  por los maravillosos paisajes que se extienden a nuestro paso y que captan nuestras retinas. Más abajo, nos reagrupamos todos, hacemos un resumen de los kms finales de la ascensión, antes de arribar en el punto pactado de la reunión familiar.

Destacar de la ruta, las ascensiones realizadas (Chilla y el Jornillo) con las impresionantes vistas y enclaves donde están situadas. No menos importante, el circuito entretenido del camino del “Castro Celta” que ha hecho las delicias de la escuadra veleña. Para rematar la faena, baño, comida, mesa y sobremesa en familia, en el lugar de “concentración”, Restaurante Ropino, ¿qué más se puede pedir? “Perder la paciencia es perder la batalla.” “La constancia es el secreto de todos los triunfos.”

Resumiendo, ruta lineal de 85 kms (1600m. D+). Los principales caminos transitados han sido; Camino de Arenas-Parrllas-Navalcán-Candeleda, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino Viejo de Arenas, Camino de La Tranca-Candeleda-Subida a Chilla-Camino del Castro Celta-Camino del “Hornillo”-Camino del Castro Celta-El Raso-Ropino.

Pd: Martín, muchas gracias por tu aportación fotográfica (1).


















Buen día………SALUD.


“…mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio.”

 


lunes, 19 de agosto de 2024

Ruta: Circular Arenas-El Arenal- (La Francisca)- Guisando-Candeleda-Poyales-Arenas.

 

Domingo (18-08-2024), otro día más,  nos desplazamos a la localidad de Arenas para “trabajar en altura.” Nueve caballeros veleños nos “apuntamos a este reto escalador”,  con las burricletas prestas y bien dispuestas para afrontar la contienda montañera. Francis “Sevilla”, nos presenta dos interesantes propuestas y alguna más tenemos en la recámara. En esta ocasión “debuta con la escuadra veleña”, Diego “El Maestro Saxofonista”, “aspirante a caballero local” y también “inscrito”,  para la aventura anual.

Comenzamos la jornada, “por la parte de atrás”, con la amena  música del río y  espectaculares sombras que hacen el ambiente más agradable y llevadero. A grandes rasgos, -tónica habitual en toda la etapa-, exigentes repechos con regueras  y piedras sueltas,  subidas más cómodas y tendidas, fotogramas de bosques encantados, veredas de ficción  y algunos rayos de luz que atraviesan “la oscuridad de la espesa arboleda.” Con solvencia y fervor,  salvamos los pequeños escollos que vamos encontrando, guardando y gestionando los esfuerzos innecesarios. Sobre la marcha, también nos hidratamos y reponemos fuerzas, aunque, en esta ocasión nos quedamos con “ganas de tortilla”, otra vez será.

A nuestro paso, impactantes y variadas arboledas de pinos –también, avistamos el rastro del fuego de las semanas pasadas-, castaños que nos acunan en su generoso sombrajo  y el agreste robledal,  menos fresco, pero también,  cargado de tranquilidad y silencio; largas y benévolas zonas escarpadas que hacen las delicias de los congregados; refugios para alguna urgencia,  chorreras de agua fresca que invitan al baño y canaletas de regadío, que también sueltan chorros con fuerza. Distendidas conversaciones entre los integrantes “del pelotón” e  intercambiamos opiniones de temas varios,  para hacer más llevadero el entretenido recorrido.

Mis compañeros de fatiga, haciendo las delicias por estos mágicos lares; Diego “Sin Miedo”, en plena forma, nos acompaña “por su querida Sierra de Gredos”; el amigo Gabriel “Machaque”, en su salsa, voceando y dando la talla por la espesura montesa (¡¡¡¡¡¡TULE-TULE-TULEEEEEEEE, ahí van los perroooooosssss!!!!!), Martín “El Fiero” y Alberto “El Maestro Ceramista”, se pegan “el calentón del día” en el último arreón por “El Pelayos”, mientras Marcos “Zoco”, está mosqueado y preocupado “porque la batería de su burricleta está en zona peligrosa.” Antonio “Bogue”, por los privilegiados bosques, repletos de belleza a raudales, deshojando su margarita deportiva.

Disfrutamos de las afortunadas vistas que nos brindan la ruta, frondosidad de la arboleda, zonas muy cerradas y el valle, a media ladera. Recorremos “de cabo a rabo” la interminable pista “del Arbillas” de subida y por “la infinita y empinada bajada” que nos dejan los frenos con “olor a ferralla.” Antes de finalizar el recorrido propuesto, un tramo de cañada, una importante tachuela hormigonada y por motivos varios, decidimos acortar; elegimos la alternativa más cómoda, “por el perfumado y animado pinar”; alguna contrareloj por vía rápida, antes de arribar en el punto de partida. Para clausurar la jornada, zumo de cebada fresca y exquisitos pinchos, comentando las mejores jugadas y continuar con la organización de las próximas etapas.

Destacar de  la etapa, además,  de los impresionantes y variados bosques por los que hemos cabalgado, hemos callejeado por las distintas localidades serranas, por sus estrechas callejuelas,  hablando con sus acogedoras gentes y recibiendo sus ánimos y  nos hemos refrescado en sus rústicos pilones con sus aguas frescas. “Nadie se hizo fuerte sin batallas difíciles.” “Los pájaros conocen montañas con las que hemos soñado….”

Resumiendo, ruta circular de 72 kms (1650 m. D+). Los principales caminos han sido, Camino de las Piscinas Naturales- El Arenal, Camino de Ceavientos, Camino de la Dehesa, Camino Collado de la Casa, Camino del Hoyuelo, Camino de los Guisandillos, Camino forestal de Arenas al Arbillas, Camino de las Muelas, Camino del Puerto de Candeleda, Camino de la Tranca, Camino Viejo de Arenas de San Pedro, Cañada Real Leonesa Occidental, Carretera Vieja de Poyales, Carreteros de Poyales a Arenas de San Pedro.
















Buen día……….SALUD.


“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”