Domingo
(08-06-2025), con las burricletas prestas y bien dispuestas, cinco caballeros
veleños nos presentamos al habitual punto de encuentro; en el día de hoy, con notables ausencias -por distintos motivos-
en la consagrada escuadra. Dos alternativas sobre la mesa, al final, optamos por “el mini-Piélago” para buscar el
frescor serrano y estar “cinco horas en el tajo”; la opción B, la dejamos para ¿la próxima
semana?, ya que hay compañeros que no conocen dicho desafío cerrero.
Comenzamos
la etapa, con “el ritmo” de cuando
tenemos kilometrada; tranquilos, sin prisas para empezar y comentando asuntos
varios; escalamos “el izado torreón”, mientras nos escurrimos por el agraciado e
irregular callejón, aprovechando las gratas temperaturas mañaneras, “para calentar y adaptar las piernas.
”Atravesamos las villas vecinas, para enlazar con parajes más asilvestrados y
agraciados; tramos rotos, zarzas casi cerrándonos el paso, entretenidos
toboganes de subes-y bajas, el arroyuelo que todavía tenemos que cruzar por
encima de las piedras, altos pastizales tapando el camino, algunos pasos que en
estas fechas todavía se mantienen frescos, mientras nos “nos perdemos” por el desnivelado encinar.
Antes de arribar en Marrupe, despedimos a los amigos Roberto “El Bueno” y
Gabriel “Schweeping” que no quieren meterse en más “jaleos”, para estar más
pronto en casa.
Desde
aquí, iniciamos la continua escalada; a nuestro paso la pista hormigonada,
abrazando enebros y jaras, antes de virar en el panel informativo de “La
Bermeja”. A nuestro paso, subidas de todos los colores, “empinados sustos
repentinos” entre callejas y repechos a la sombra. “La cuesta Pelleja”, en esta
ocasión “algo más descolocada”, nos hace desmontar, pero, Alberto “El Maestro
Ceramista”, con pericia y solvencia “la salva a la primera”. Más tramos a media
ladera, que dejan al descubierto idílicos escenarios, oteamos aprovechando el
frescor de la umbría, mientras “sin disimulo” no paramos de escalar por el
apacible rincón. A nuestro paso, el espeso robledal -nos enfoca a las antenas-,
pero en esta ocasión, el efímero descenso es hacia “el repleto embalse”. “Otro
susto” en el inicio de la removida cuesta, suelta y empinada, para adentrarnos en el
profuso bosque; “al tran-tran, tampoco hace falta apretar”, echamos la vista
atrás y nos agrupamos” en el afortunado museo arbolado. Para no perder tiempo, optamos
por la vía rápida -para no entretener- saludamos a bastantes ciclistas “sofocados”
en pleno ascenso, antes de aterrizar en la localidad de Navamorcuende. Unos
minutos para reponer fuerzas y comentar las mejores jugadas, en modo distendido; refrescos, café y pinchos de tortilla, antes
de rellenar las botijas.
El
camino de vuelta, dirección a Sotillo, “nos ponemos el mono de trabajo” -si es
que no lo llevábamos puesto ya-, salvando los escollos que encontramos, algunas
“tachuelas”, pasos bastantes rasgados y el revirado riachuelo, poco a poco
bajando su caudal por el variado circuito. Entrada “triunfal” a la localidad
“palomera”, y aquí, el amigo Martín “El Fiero”, nos invita a alargar el corral;
“así sea, comentamos obligados.” Más subidas a la sombra, escalamos reservones,
sin gastar – la experiencia es un grado en estas lides- cuando todavía no
aprieta el calor -vamos a tener suerte de salvar la jornada sin achicharrarnos-,
cabalgamos con soltura y alegría,
mientras vamos tachando localidades por los relajados caminos; poco a poco
vamos “estirando la alambrada para cerrar el combinado corral”; amenas
conversaciones y buen rollo sobre la marcha, ya va apareciendo el reto anual,
“ya queda menos y na.”; pistas alternativas y algo de canal antes de entrar en
la Ciudad de la Cerámica. Desde aquí, sin novedad, a estas horas y después de
“la tupa que llevamos”, notamos algo de calor, pero “todavía nos quedan pilas”
y cabalgamos con presteza; algún “calentón” antes de entrar en “la pequeña
barriada”; “al final, llegamos antes de la hora prevista y no hacemos el tiempo
pactado” -comentamos-. Por lo que, antes de finalizar la jornada, concretamos,
“cabalgar más tranquilos para alargar el mapa y evitar otro arreón”;
atravesamos la localidad “gamona”, mientras estiramos el cercado por nuestras
inmediaciones, llegamos al punto de partida -circular, circular- y nos
despedimos hasta la próxima semana.
Destacar
de la ruta, además del bonito y espectacular recorrido; utilizamos y unimos
diferentes rutas para conseguir realizar estas kilometradas. Además, resaltar
la diversidad paisajística que nos brinda la privilegiada zona del Piélago, con
sus agradables temperaturas, pasos entretenidos y considerables desniveles. “En
cada paso por la naturaleza, uno recibe mucho más de lo que andamos buscando.”
“Es todo un privilegio, el poder disfrutar al aire libre de entornos
maravillosos y de los placeres que nos regala la naturaleza.”
En
definitiva, ruta circular de 87 kms
(1.200 m. D+). Los principales caminos transitados han sido; Cañada Real
Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla-Camino del
Hituero-Antiguo Camino de Sotillo-Senda Cervera- Camino del Lomo- Los Dornajos-
Camino de
Marrupe-Hinojosa-Navamorcuende-Sotillo-Cervera-Pepino-Talavera-Cordel-Vía de
Servicio N-V, Canal Bajo del Alberche-La Portiña-Talavera- Camino del Pino-
Mesa Alta- Antiguo Camino de Oropesa-El Casar-Torrehierro-Gamonal-Camino de
CasaQuemá-Laguna del Conejo-Velada.
SALUD………….y
TIEMPO.
“….mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin sabe a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio…”
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