Lunes, veinticuatro de diciembre y
para no perder las buenas costumbres, tenemos “paseo navideño” por las
angostas trochas y senderos de los
territorios colindantes. En el habitual punto de encuentro, Andrés “El Presi”,
dando ejemplo acude el primero; Martín “El Fiero”, Lhesem “La Gacela del
Sáhara”, Ángel “El Guerrero” y “El Relatero”,
formamos el quinteto de caballeros veleños convocados. Diego “Sin
Miedo”, nos aguarda en “La Cruz de los Arrepentidos”, a las afueras de la villa
de Segurilla.
Iniciamos la marcha, como principal
objetivo, disfrutar de una buena jornada entre amigos, retando a las bajas temperaturas de la mañana
y al decorado “entre tupidos grises,
olvidado”. Los cerros de “La Gamonosa” el primer caldo para entrar en calor y
“caldearnos”; cabalgamos entre “parajes ocultos”, perdidos entre la espesa niebla y con esmero, camuflados.
Bien agrupados, “de todo un poco hablamos”, amenas conversaciones en modo
distendido “sin alterar las pulsaciones”, miramos de reojo a los invisibles
paisajes, que nos envuelven e intuimos a
lo largo del camino.
Sin apenas visibilidad, cruzamos las
villas vecinas y por las despejadas callejuelas de
la localidad “cagarrache”, cinco
alegres chiquillas con los
conocidos villancicos nos animan; más adelante,
incorporamos al amigo Diego y
también, despedimos al “Presi”, el alto
cargo, venía con hora y tiene tareas
pendientes. Surcamos las pistas más anchas, cuando se abre el día y asoman los
recatados rayos de sol –que también agradecemos- , nos pueden las ansias
de adentrarnos por nuestros preferidos vericuetos. Desde este punto, en
“bandeja de plata”, barra libre para los invitados, los mejores manjares nos
servimos; estrechas veredas entre callejones empredrados, tímidos hilos de agua que riegan nuestros
pasos y convierten a las piedrillas en resbaladizas. Nos recreamos por estos
lares, entre residuos de niebla, encinas lloronas que “chorrean” y empapan la
raquítica vía; agradables olores a hierba fresca y el aire limpio y
transparente nos invaden por las
apartadas sendas, mientras el sonoro
silencio nos quita el hipo y nos deja sin habla. A nuestro paso, nos deleitamos
por las genuinas estampas, vistosas “barbas de viejo” adornan
el lujoso escenario, recargado de encanto y de belleza sobrado. Por las
trochas de subida, tenemos que tirar de “pericia y oficio” para salvar los
tramos más delicados; todos triunfamos y disfrutamos de los parajes retirados y
bien escondidos, sólo accesibles para
almas inquietas y privilegiadas. Las caras de mis compañeros son el reflejo del
alma, marcadas sonrisas y superlativos comentarios “soltamos”, cuando paramos “al sol” a reponer fuerzas y
comentar las elogiadas jugadas; también,
nos echamos unas risas entre anécdotas y bolerías varias.
Después del hartón y “resaca” de tanto sendero, excelentes
sensaciones y mejor armonía, el callejón de “los leñadores” nos lo tomamos “de
postre” y aparente tranquilidad; volvemos hacia las villas vecinas, despedimos a Diego “Sin Miedo”, nos
felicitamos las fiestas para estos días y nos convocamos para los próximos
días. Los demás, recogemos los caminos cerreros, traspasamos las cortinas de
neblina que salen a nuestro encuentro, salvamos “la cuesta de la herradura” y
desbocados en un “tobajo” nos enfilamos hacia la señorial villa y dar la etapa
por concluida. “Si tus sueños son grandes es porque tu capacidad de lograrlos
también lo es”. “Soñar no es lo que ves cuando duermes. Es lo que no te deja
dormir”. “No guardes nada para una ocasión especial. Vivir es una ocasión
especial”. Hasta la próxima.
En definitiva, ruta circular de 42
kms, los principales caminos transitados han sido; Camino de
Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo camino de Segurilla a
Sotillo. Senda Cervera- Camino de Meregil, Senda del Pozo (bajada-subida),
Camino de Meregil, Senda del “Terror”,
Senda de Los Leñadores (Contrabandistas), Segurilla-Mejorada-Velada.
Buen día………..SALUD.
“….mil caminos por andar y mucho
tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”