martes, 30 de enero de 2018

Ruta: “Gastronomía Cagarrache”


Domingo, veintiocho de enero, otra jornada que   salgo algo más tarde de lo normal, por lo que,  me toca bregar y salir de paseo  con   la reconfortante soledad. Sobre la mesa, mantel salpicado de belleza natural,  un menú especial con  tres estrellas de calidad,  tasado con  denominación de origen  y barra libre para degustar.

Inicio la jornada, para abrir boca, “entrantes fríos y calientes” en su  variedad y un generoso surtido de sabores  para despertar  los sentidos; el torreón de la gamonosa y los continuos subes y bajas cerreros,  cuidadosamente  tendidos  en la lía de la tranquilidad y el amable silencio. En la villa “zorrera”,  avisto a Eduardo “El Carpintero”,  unos minutos para intercambiar  impresiones y cada uno a lo nuestro; en Segurilla, ya me sirven “el menú” en bandeja de barro  y cubiertos de colores;  me entretengo y  recreo por la serpenteante  encrucijada del camino,  abrigado con los rústicos corrales empedrados que circunvalan la mencionada villa  y que  dan cabida a la lustrosa ganadería . En el primer plato, también saboreo “el fugaz descenso del vertedero”, pasando de largo  por el observatorio estelar y con la serreta de Gredos como pantalla de fondo. Me cuelo en estampas más asilvestradas, abriendo las porteras correspondientes y por estos lares, picoteo otros manjares rurales, aderezados  con  exquisitos ingredientes populares.




























Suena la campana de la acogedora hostería  y al instante,  traen el segundo plato (“¿carne o pescado” –me habían preguntado). Un buen “chuletón” a la brasa (por el calentón que me voy a pillar) y a  medio hacer –no me vaya a indigestar-  adornado con guarnición de “la tierra” y regado con  los apetecibles  olores  que se respiran desde  la  escondida “cocina” , tiene que ser el plato maravilla . Ahí está,   la magra de Valdecolmenares,  atentamente  “servida”,  cuidada y conservada, que no sé por dónde empezar a cortar; al tran-tran,  a ver si me voy a atragantar; poco a poco me voy haciendo con el suculento  manjar, no sin antes, soltar algún suspiro y más de "un resoplío"; de vez en cuando, también levanto la cabeza del plato, para ver los cuadros del salón y  por lo que pueda pasar. No hay tregua, no me dejo nada sobre la mesa, rebaño bien los huesos  y me trasteo hasta las migajas.  Después del  suculento  atragantón, me ofrecen  un sorbete de limón para hacer bien la digestión;  con más tranquilidad, degusto y saboreo   el exquisito refresco, salpicado con agradables  aromas y vistosas esferificaciones del “Riscal”. Sumido en la inmensa calma, parece que “no he matado el hambre” y pido repetir, ¿carne o pescado?- me vuelven a decir. A estas horas, lo tengo claro, no voy a mezclar, “otra magra más” (La Gran Muralla) , desde los ajetreados fogones, se afanan por el buen gusto y el reconocido cocinar. Pues lo dicho, entro en faena, “cuchillo y tenedor” para pinchar, pan para “pringar” y chuparse los dedos, después de apretar, ¿qué os voy a contar? Después del “buen yantar” en la posada cerrera, algo de postre y “cultura”  no viene nada mal; en modo distendido “por decir algo”  y para “bajar la comida”, unos profiteroles de chocolate voy picando por los sinuosos montes  gamones. Me entretengo en la villa vecina, fotografías de rigor, también del panel de bienvenida, por cierto, firmado  por nuestro amigo Alberto “El Maestro Ceramista”.  Sin más novedad, pido la cuenta y paso por la caja del mesón, 45 euros, digo kilómetros, es el precio a pagar por un menú de alta cocina,  bien elaborado y de considerable calidad: “Aprovecha al máximo cada sentido, disfruta de todas las facetas del placer  y de la belleza que el mundo te revela”.

 




































En definitiva, ruta circular de 45 kilómetros, los principales caminos recorridos han sido: Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Vertedero-Valdecolmenares-Camino del Hituero-El Riscal. Camino de Buenaventura-Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada. 


“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”


Buen día…………SALUD.


“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”

martes, 23 de enero de 2018

Ruta: Suspiros desde un rincón privilegiado.


Domingo, veintiuno de enero, a punto de dar las diez de la mañana, emprendo en solitario la invernal salida burriclista: “La soledad es a veces la mejor compañía y un corto retiro, trae un dulce retorno”. Aunque a estas horas, ya tenemos agradables temperaturas, brilla el sol “con alegría e ilusión”, pero  la pereza y “el supuesto frío” me han ahorrado un madrugón (-por hacerme el remolón-) ¿Qué más  puede faltar? Me decido por mi ruta favorita, el  bucólico objetivo ya está en el punto de mira; variedad de selectos  parajes, escondidos en medio de la nada, poblaciones cerreras y panorámicas con brillo ¿por qué será que me voy hacia “Sotillo”?

Comienzo la jornada, “hacia la charquilla”, atravesando las callejas del casco antiguo de la villa; por la pista alquitranada, me enfilo hacia “las alturas de la Gamonosa”, nada más empezar, me toca “apretar y resoplar”; me recreo por el camino conocido, observando, respirando y oteando el agradable escenario que se esparce  a mi paso. También, me tomo algún respiro para recopilar  fotografías, por si esto,  no puedo explicar; a “mis anchas” recorro Mejorada y desde el pueblo de Segurilla, por “la vía hituera” me lanzo a la búsqueda de paisajes más asilvestrados y enrevesados.











Me pierdo por la grata estampa del  vetusto camino, y “de reojo, dejo señalado el nuevo camino  habilitado” –a lo mío, que me conozco y me lanzo-; por la adecentada senda, desciendo hacia “el sagrado inframundo” y desde aquí, me cuelo “sin peaje”  en el izado y revirado encinar. Por estos lares, echo la mente a volar y “empiezo a divagar”; sobre “rutas platónicas imposibles de llegar y conquistar”, “veredas  de fantasía, engalanadas en colores vivos e impregnadas de magia y dulce armonía”, “castillos y torreones de cristal,  reposados sobre  elevadas cumbres,  custodiadas por feroces  gigantes y dragones de siete cabezas, aguardando a “infieles y caballeros valientes”; desde los más profundo de mis inquietos pensamientos, recorro frondosos bosques, habitados por duendes y elfos,  que cabalgan  sobre diminutos  unicornios alados. ¡¡Ostras!! Se me va “el santo al cielo”, pero también doy pedales “a destajo” a la vez que voy  salvando  los repechos pertinentes  que “ondean” en el reposado y encantado camino. El soniquete de las bulliciosas motosierras,  rompen  la quietud y el perceptible silencio que inunda la magna estampa, mientras, una cuadrilla de afanados  operarios se encargan de apilar la leña cachada; ganaderos bien abrigados, alimentando a las mansas reses, a la vez,  que un coctel de apetecibles olores, con disimulo se extiende por el sosegado monte. A mi paso, un tobogán de emociones me acompaña, continuos subes y bajas también me ponen  a prueba –entre cuesta y cuesta-; me embelesa  el reluciente musgo que abriga  al vistoso pedrancal, admiro “las barbas de viejo” que “a granel”  cubren  las ramas y al azar se desparraman  por el suelo y también  me sorprende,  “el colorido en movimiento” que da vida al  concurrido camino,  con la presencia de tanto burriclista  que  han salido a disfrutar del espléndido  día.  Vuelvo a circunvalar la villas vecinas, y “sin perder la calma”,  me entretengo con “las musarañas”, escuchando el  melódico trino de los inquietos “pajarillos”, coleccionando bonitos recuerdos, retando a  “la enésima pendiente”,  mientras voy estirando la seductora vía, desde las alturas cerreras  me hacen “la ola” las multiformes  piedras caballeras. Desde este punto, planeo en “modo vuelo”, me escurro por la despejada vía,  acurrucado  en el fugaz descenso, “dibujando eses imaginarias”,  mientras me relajo y oreo ¿será, que está todo hecho? De puntillas cruzo la aldea gamona y sin más novedad, “escalo la jineta”  para arribar hasta nuestra  villa señorial: “Nunca están solos los  que están acompañados de nobles pensamientos”. Hasta la próxima.

 













































En definitiva, ruta circular de 50 kms, los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo Camino de Segurilla a Sotillo de las Palomas-Cervera de los Montes-Segurilla, Senda de Los Leñadores; Camino de Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.


Buen día…………..SALUD.



“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….” 

lunes, 8 de enero de 2018

En imágenes ¡¡¡¡adiós 2017!!!!

Estimados amigos y compañeros/as,  brindemos por el año que atrás hemos dejado, otro año más, con muchos éxitos cosechados, caminos recorridos, veredas y trialeras disfrutadas, hazañas “casi imposibles” y duras batallas burriclistas, con un “porrón” de  kilómetros y desniveles para nuestras forjadas  piernas; en la mochila del recuerdo, anécdotas divertidas para contar  y otras,  menos buenas que también de ellas algo positivo debemos obtener. Continuamos vigilando y custodiando –para que no caigan en el olvido-  los caminos públicos y senderos de nuestro entorno más próximo y otros,  más lejanos. Desde estas líneas, hago mención a las “salidas oficiales” de los fines de semana, por supuesto, sin obviar las salidas furtivas que realizamos “entre semana”, cada cual con fines muy distintos (entrenos,contrareloj, cronoescaladas, paseos, o simplemente, desconectar de una dura jornada de trabajo o, para disfrutar del agradable silencio que se esconde por nuestros rincones).

Por la zona más llana y benévola, nos hemos acercado a las localidades de Talavera de la Reina,  Calera y Chozas, Alberche, Alcañizo, Torralba de Oropesa, Oropesa,  Aldeanueva de Barbarroya, Puente del Arzobispo,  La Estrella,  La Corchuela, Parrillas y  Navalcán, siendo poblaciones de paso y que combinamos  en bastantes  de nuestras etapas. Mejorada, Segurilla, Montesclaros, Cervera de Los Montes, Sotillo de las Palomas, San Román de los Montes, Pepino, Marrupe, La Hinojosa, Navamorcuende, Buenaventura, conforman  las poblaciones que marcamos en las agendas, para diseñar las etapas “de montaña” dentro de  nuestro entorno más próximo. Este año, ha sido bastante fructífero en cuanto a etapas de “alta montaña”, visitando las localidades (en varias ocasiones)  de Candeleda, Arenas de San Pedro, Ramacastañas,  El Hornillo, Guisando, El Arenal , El Barranco de las cinco Villas (San Esteban, Santa Cruz del Valle) y escalando sus picos y cimas más duras y reconocidas (Serranillos, Puerto El Pico, El Sidrillo, Mijares, Navalmoral de la Sierra,  Risco Gordo, Calamochos, Majacanchal,  El Techo del Mundo, Puerto Pedro Bernardo, El  Aflecho, La Centenera, “Las Pencas”, Alto de Las Tormeras, Collado del Arbillas, El alto del Nogal, El Machacadero). Esta temporada que ha finalizado,  nos ha dado por conquistar los puntos más elevados que encontrábamos a nuestro paso; antenas, puntos geodésicos, torretas y carteles de puertos míticos y también, fuimos   fieles y acudimos  al rescate de la princesa. Tampoco podían faltar,  nuestras ya clásicas etapas; circular a Las Cuevas del Águila (la preferida, de mi buen amigo Gabriel "Lampar"), Subida a las antenas del Piélago, el VII Aquelarre burriclista (marcha nocturna),  las típicas salidas navideñas (24 y 31D) y algunas buenas kilometradas para preparar el exigente  reto que teníamos planificado para este año que ya hemos despachado: La conquista de Ávila, que resultó ser toda una hazaña memorable, una épica para enmarcar y recordar, por todos los preparativos, antes, durante y después de la épica. Muy difícil,  explicar y describir lo vivido y compartido en tantos kilómetros de duras batallas. Lo que comenzó siendo “una locura” más bien “una utopía”, se convirtió en “un gratificante paseo”, como diría nuestro amigo Alberto “El Maestro Ceramista”: “porque teníamos los deberes bien hechos”. Para mis "adentros",  me guardo tres agradables  momentos del exitoso reto; "la emoción, a la llegada , por parte de nuestro amigo  Martín "El Fiero" -según nos confirmó-; el gesto de victoria (dice mucho, adjunto fotografía) de nuestro amigo Diego "Sin Miedo" y la escolta de los dos vehículos y sus admirados ocupantes (Ilde,Andrés,JoseMa,Domingo "El Maca", Chuchi "Maravillas") durante el último descenso ( 20 kms Puerto de Navalmoral de la Sierra) y el posterior adelantamiento, "para avisarnos que esto, ya estaba hecho". 







































































































































Desde esta líneas, también quiero dar las gracias y felicitar a mis amigos y compañeros “de fatigas”, que me han acompañado un año más,  en estas aventuras quijotescas. Por las espectaculares rutas y parajes compartidos, por los momentos únicos, vividos, por las benditas locuras que todos tenemos (aquí,  no nos libramos ninguno)  y porque, cada uno de vosotros, sois únicos.  Hacéis que el C.C. MTB VELADA, continúe en pie, cada uno de nosotros,  poniendo nuestro pequeño granito de arena, todos sumamos;  recorriendo caminos por toda la geografía española, colaborando en causas solidarias, acudiendo cada domingo a nuestro punto de encuentro y en definitiva, haciendo lo que más nos gusta y apasiona: El delirio de la bicicleta de montaña. En varias ocasiones, nos han acompañado ("soportado") nuestras familias a la sierra, después de una buena jornada "burriclista"  de montaña, baños y "bufette libre", para así, poder disfrutar todos/as y continuar haciendo "piña". Un año más y como viene siendo tradición –y esto es buena señal-  en el C.D.T, hemos celebrado nuestra cena anual (Puente de Diciembre)  bien dirigida y orquestada por nuestro  apreciado amigo  JoseMa (El Gran Maestre) en  esta ocasión, la temática eran “los esqueletos bailones”, donde el buen rollo y armonía, se servían en la cubertería más fina. MUCHAS GRACIAS COMPAÑEROS. “El coraje no siempre ruge, a veces sólo es una silenciosa pero poderosa voz interior que dice: mañana lo volveré a intentar”; “Olvídate de todas las razones por las que no deberías hacerlo y piensa en la única razón por la que sí deberías hacerlo”; “Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta las  amarras. Atrapa los vientos alisios en tus velas. Explora. Sueña. Descubre”; “No juzgues cada día por la cosecha que  has obtenido, sino por las semillas que has plantado”. 





















































Durante el año que hemos dejado atrás, también me he marcados algunas rutas de senderismo por los encinares de nuestros alrededores, cerros  y por la Sierra de Gredos en muy buena compañía. Deporte y “vía de escape” para desconectar del mundo de la bici, que me sirve  para recargar las pilas y volver con la ilusión y motivación renovadas.

 

















Para finalizar, mis más sinceros agradecimientos a todas las personas que me han acompañado, soportado  y “sufrido” durante este año. Especialmente a MARISOL, por su paciencia, aguante, comprensión y apoyo. Para el nuevo año (si estamos por aquí), pido, que al menos sea como el pasado (que ya está bien la "broma") , todo es mejorable, si  así fuera, mejor: “Siempre que hay un reto,  también hay una oportunidad para afrontarlo, para demostrar y desarrollar nuestra voluntad y determinación”.



Buen día………………SALUD.


 “mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”