Domingo, veintiséis de agosto, en el
habitual punto de encuentro, dos caballeros veleños y Fernando “el aspirante” al
distinguido título, nos acompaña con humor y sonriente. Notables
ausencias, por vacaciones, asuntos propios y motivos varios que nos traen estas
fechas veraniegas. Roberto “El Bueno” previo aviso, había marcado
el apetecible itinerario, a
Navamorcuende por el Piélago medio.
Comenzamos la jornada, dirección la
gran Cañada, por “El Barbú”, afrontamos la tempranera Gamonosa y sus
discontinuas cuestas para calentar y “avisar a las piernas”. A nuestro paso,
extremamos la precaución, ya que vienen vehículos de la verbena de la población de Mejorada;
también encontramos un coche volcado (previamente, ya no habían avisado otros burriclistas) y a sus
integrantes, sin heridos , pero “algo
asustados”, ya habían dado parte y a la grúa estaban esperando "un tanto desconcertados". Cruzamos las villas vecinas "sin hacer ruido", para adentrarnos en “pasos más entretenidos”; mis compañeros de fatiga, hablan de
mecánica y técnicas más avanzadas sobre las burricletas; por mi parte,
ensimismado “le doy vueltas al coco”, me recreo con los relajados parajes, por el avanzado estío, abrasados: “Siempre hay
un libro abierto para todos los sentidos: La naturaleza”. Cerros
amarillentos a nuestro paso y “como una
patena, reluciendo”, mientras, nos “columpiamos”
por el encinar y los intermitentes repechos que vamos encontrando por el bosque ahogado. Desde “cuatro
caminos” y por la sombra del camino,
arribamos en Marrupe, donde también disfrutan de sus fiestas veraniegas, aunque
a estas horas, no encontramos a nadie por sus calles. Desde este punto, nos
colamos en el caótico laberinto de senderos y trochas; a nuestro paso, vallados
de jaras, enebros y lúcidas chaparras; también, salvamos fuertes desniveles de “todos los
colores”, algunos pasos del veintiuno
por ciento, según nos radia el compañero. Toboganes de cuestas al sombrajo, que
nos ponen a prueba y hacen sacar lo
mejor de cada uno; sudor y pundonor para
doblegar las fuertes pendientes que se ocultan por el paisaje envolvente. Disfrutamos
con las vistas del Piélago Alto y sus vivas postales, mientras ascendemos por
el valle de los robles; nos colamos por
el acogedor callejón a la sombra resguardado, mientras un ejército de moscas
nos dan la brasa revoloteando por nuestras caras y no dejan de dar la lata; atravesamos el generoso bosque, de
castaños y pinos engalanado y por la
divertida senda al depósito nos asomamos. En la villa de Navamorcuende parada
obligada, nos hidratamos con ganas en la refrescante fuente y algo picamos para
reponer fuerzas y evitar sobresaltos.
Reemprendemos la marcha, el camino de
vuelta es un vuelo a destajo por la polvorienta travesía; salvando los
continuos subes y bajas y sin darnos cuenta, cruzando la anchurosa cañada;
desde Sotillo, -ni paramos a coger agua- y para no variar, optamos por la alternativa más “salvaje”, para
acumular desnivel y no enfriarnos por estos andurriales abigarrados. Por la
vetusta y serena vía, nos hacemos con todos
los escollos que salen a nuestro paso; tiramos y bregamos por los abruptos paisajes y
con éxito nos graduamos en cuestas y notables pendientes. Cruzamos las villas
vecinas y por mi parte, de las veces que pasamos, ya no sé, si en una u otra, entro o salgo; sin apenas
parar, repongo agua fresca en el parque zorrero y por el camino veleño,
cabalgamos animados con mucho brío, echando cuentas de kilómetros y acumulados
que vamos sumando. Sin más novedad,
transitamos los parajes cerreros, que nos indican el casi final de la genial
etapa y en esta ocasión, nos despedimos en la plaza: “El que nos encontremos
tan a gusto en plena naturaleza, proviene de que ésta no tiene opinión sobre
nosotros”. Hasta la próxima semana.
En conclusión, ruta circular de 68
kms, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa
Oriental, Camino de Velada-Mejorada- Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo
camino de Sotillo de las Palomas, Camino de Meregil, Camino de los Dornajos,
Camino de Marrupe-Hinojosa-Navamorcuende. Camino de Sotillo de Las Palomas,
Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Sotillo-Segurilla, Camino del
Hituero-Segurilla-Mejorada-Velada.
Buen día………SALUD.
“….mil caminos por andar y mucho
tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”