Sábado
(29-10-2022) toca aventura de montaña, esto es,
“pateo” por la Sierra de Gredos. Nos desplazamos hasta la localidad del
Hornillo (Ávila), dirección “La Francisca”,
para iniciar la ruta
propuesta desde el aparcamiento de
“Mingo Fernando”. Llegamos entre dos luces a la “mini-plataforma” y
mientras preparamos los achiperres, nos calzamos y ultimamos los últimos
detalles, somos testigos del amanecer del nuevo día. El amigo Óscar “Boliche”,
experimentado y titulado en estos corrales y
lides de altura, bien pertrecho, se presenta de “corto y a pecho
descubierto.”
Comenzamos
la jornada siguiendo la senda balizada; entre el copioso pinar, disimuladamente
“subiendo y sumando desnivel”; la vieja trocha, empinada con descaro y
continua, nos invita al primer apretón, zigzagueando por la acogedora arboleda,
escuchando los susurros de las relajantes corrientes de agua, que a nuestro paso nos acompañan. Cuando
salimos “al calvero”, nos recreamos con las genuinas vistas que se muestran
ante nosotros; “La Gallina, El Covacho, la canal Seca y la Reseca, que también nos saludan y “nos obligan” a
recrearnos con sus imponentes y brutales pasos, a la vez que, rememoramos
las épicas jornadas vividas.
Delante, se nos muestra el impresionante cordal,
continuamos “escalando” por la serpenteante vereda; animados, amenas
conversaciones y anécdotas de rutas pasadas para hacer más llevadera “la
pateada”. A nuestro paso, las fuentes correspondientes (Tío Feolo, Peón Bajo,
Los Herveros) y nos permitimos “el lujo de grabar un documental sobre el macho cabrío de Gredos”; fotografías de
postal, poses ensayados, elegantes desfiles y choque de cuernos que resuenan en nuestra entretenida ascensión. Ante nosotros, se nos muestran “el
museo de piedra”, con la peculiar mole
que “Sísifo” olvidó durante su castigo. Gigantescos pedruscos colgados
“pendiendo de un hilo” y multi-formas que se camuflan y cambian su figura según
vamos avanzando. Después de la agradable y entretenida ascensión, nos
encaramamos “al Peón”, foto de rigor, “marcamos” el collado, echamos un vistazo
de 360 grados, para recrearnos con la
panorámica que nos envuelve y
continuamos hacia el objetivo planteado.
Continuamos subiendo, sobre una lona de piedra suelta y un cuadro de piornos que nos guían por la cómoda y engalanada trocha. Poco a poco vamos coronando, nos atiza el aire fresco de cara y notamos, como las temperaturas de golpe se han desplomado (menos de 5 grados). Por el frondoso laberinto del piornal, nos dirigimos hasta alcanzar el punto más elevado; nos acomodamos para hidratarnos y recuperar fuerzas. Después, minutos para continuar con el reportaje fotográfico, recrearnos con las privilegiadas vistas y localizar las principales cumbres de la cara norte y otras, más conocidas de la vertiente sur. Nos asomamos al cautivador precipicio, los ávidos sentidos no dan abasto a asimilar tanta grandeza y belleza que se extiende y despliega por la descomunal sierra. Merece la penar coronar, para asomarnos por los precipicios, caída libre y balconadas, que nos permiten dibujar lienzos imaginarios y juagar a detener el tiempo. Muy difícil explicar esta agradable sensación….tendré que continuar subiendo por estas cumbres, a ver si puedo mejorar la expresión….
Preparamos
el camino de vuelta, para deshacer el camino andando; recogemos las mejores vistas al fondo,
plegamos las trochas extendidas y con soltura,
nos descolgamos de las lustrosas alturas. Sobre la marcha, viramos por la técnica bajada, para llegar a “la urbanización del Pío”; antiguos chozos de pastores, donde nos
asomamos a sus acogedoras instalaciones,
para disfrutar del mágico entorno. Sin hacer ruido, nos vamos saliendo de la “zona pelada”, para
adentrarnos en el confortable y tranquilo callejón tupido de pinos; descenso
doblemente entretenido, cruzamos el
riachuelo –dos veces- para esquivar la zona de caza y nos deslizamos por la
asilvestrada y encantadora senda. Desde la ancha pista, tomamos “la ruta original”
para andorrear por la fantasiosa trocha y arribar en el
punto de partida.
¿Destacar
de la ruta? Todo. El mágico pinar, las antiguas trochas, piedra suelta por la
continua subida, la cantidad de agua que encontramos a lo largo del camino
(fuentes, chorreras, arroyos….), el grandioso espectáculo que nos ofrecen las
cabras con las que nos vamos encontrando en plena subida y las impresionantes vistas de las que
podemos disfrutar durante todo el recorrido (ver fotografías, aunque es mejor
disfrutarlo en directo). “Cualquier salida a la montaña es para
autodescubrirnos.””La ley que rige el universo es la lucha de contrarios….”
Pd: Óscar, muchas gracias por tu maravillosa aportación fotográfica (14)
Pd1: El orden de las fotografías están a la inversa, de fin a principio.
Buen día…………SALUD.
“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.