Domingo dos de noviembre, mañana apacible
y con “cuentagotas” vamos llegando al lugar de costumbre. Cinco caballeros
veleños acudimos a la cita del fin de semana, “bastantes bajas en esta
jornada”; Cristóbal “El Conquistador”, “por fin” se anima a salir con el reducido “pelotón”, Diego “Sin Miedo” nos aguarda por
territorios “cagarrachess”; “somos los que estamos, pues partamos”….El
Gran Maestre trae la “ruta diseñada”, “nos vamos al puente de las ninfas y
duendes”.
Iniciamos la jornada, rumbo hacia “la
cuesta de la gamonosa” –una vez más- , ya es “vicio”, pero nos va, al final la
desgastamos de tanto “escalar”; para comenzar no está nada más, “ponemos las
piernas y los cuerpos a tono” por los “empinados tramos” una y otra vez
conquistados. Contemplamos la estampa cerrera en todas las direcciones y un día
gris se cierne sobre nuestras cabezas.
Lo mismo nos da una “capea con bravías
becerras”, “el aviso de las rapaces en las alturas”, hoy nos toca campear “con
el mastín cachorro de falúas”, en mitad del camino, “jugando a cortar el paso”.
Cruzamos la villas vecinas y “recogemos”
a Diego, que nos espera “desde hace
rato”, nos da novedades sobre Ilde “El Suegro” (desde estas líneas,
esperando la pronta recuperación y su
inmediato regreso). Buscamos pasos más asilvestrados, el generoso pincel del
otoño va dejando su rastro en las verdosas praderas, en los vallados empedrados, en el transparente
aire mañanero y en el arroyuelo animado.
Primeras estampas del nocturno aguazo y el discontinuo sube y baja para no
enfriarnos; también el camino de “gravilla suelta” y cuando me doy la vuelta,
“ha aumentado la cuadrilla”, “hace un rato nos acompaña la legión de Talaverilla”; intercambiamos
opiniones, saludamos a gente noble y
conocidos (“Pepe, un placer verte por estos caminos”) y cada cual, en busca de los pactados
destinos. Para nosotros, se nos abren las puertas del colorido elíseo; un
pintoresco encinar, con espigados enebros haciendo bandera en “el arcoíris de
la belleza”, la angosta vereda, revestida de “plantas aromáticas”, pedruscos
sutilmente engalanados de refulgente musgo y una variedad de hongos por todas
partes asomando. Martín “El Fiero”, “insitu” nos da una lección micológica, “éstas
son buenas, estos “boletus” tienen calidad y las blancas están pasadas”. Por
la calleja estrecha, florece la magia, la vistosa hierba fresca en una
alfombra, plantada y “las barbas de
viejo” ondeando de las colgantes ramas,
tanta magnificencia, custodiando el arcaico puente, recóndita morada para
duendes y hadas. Sesión fotográfica en el lugar encantado, buenos momentos pasamos y de
paso, repostamos; compartimos viandas , pasas, fruta fresca y cereales “en
barras” para “llenar la panza”.
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Camino de Velada a Mejorada |
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Antiguo camino de Segurilla a Sotillo |
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"Camino de los Dornajos" |
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"Arroyo del Marrupejo" |
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"El otoño haciendo estragos..." |
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"Recreando los sentidos" |
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Camino de Segurilla a Marrupe |
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"Con la compañía de Talaverilla" |
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"Vereda de Cervera a Navamorcuende" |
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"JoseMa, por los enebros, liderando" |
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"Por parajes encantados" |
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"Al abrigo de la encina, agrupando". |
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"Clase magistral de micología" |
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"....por la angosta vereda..." |
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"...dentro del rincón de fábula" |
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"....posando en el longevo puente de piedra" |
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"....es la hora del recreo...." |
Reemprendemos la jornada por la ceñida senda, pensamos en adjetivos
superlativos para nominar al fabuloso rincón, mientras marchamos en paralelo a la intransitada carretera. Una pista a la izquierda
y por la rápida bajada, entramos en la extensa cañada; un continuo tobogán a
nuestro paso, también cruzamos el reseco río (“de momento”) y más adelante, arribamos en la pequeña aldea sotillana. El
Gran Maestre nos da el alto, “Roberto, para que he pinchao”, echamos la vista
atrás, “la rueda va bien, va a ser el burriclista que ha gastado la pila”,
entre risas le comentamos. Buscamos “la
vía más cómoda”, todos rectos “y sin miramientos”; hacemos alegre “la vuelta”,
avistando “los pronunciados” cerros desde abajo, camino ameno y bien agrupados
marchamos. A Martín “El Fiero” la burricleta le da “guerra cuando aprieta” y un
par de compañeros (Diego y Cristobal), nos dejan y por “senda del ruiseñor” marchan para Talavera. Nosotros hacemos otro
amago de “más senderos”, pero no dejamos solo a Roberto “El Bueno” y nos
enfilamos por “los arenales del infierno”;
“¿qué contar de este suplicio cuando las fuerzas faltan?”; dos compañeros se
dan a la fuga, “nos habían avisado, que prisa tenían”; otros tantos, con calma cruzamos el arenoso Baldío,
aprovecho y me detengo a hablar con el
amigo Gabriel, de la dominguera jornada…..y sin más novedad, llegamos al punto de partida para dar por
concluida otra digna etapa.
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"...pastizales a nuestro paso..." |
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"Enmarcando idílicos paisajes" |
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"...más tramos de estrechas veredas" |
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Camino de Navamorcuende a Sotillo. |
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Cañada Real Leonesa Oriental |
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Sotillo de las Palomas. |
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Baldío de Velada |
En definitiva, ruta circular de 60 kms,
los principales caminos transitados han sido: Cañada Real Leonesa Oriental,
Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo Camino de
Segurilla a Sotillo, Senda de Cervera, Camino de los Dornajos, Camino de
Segurilla a Marrupe, Vereda de Cervera a Navamorcuende, Camino de Navamorcuende
a Sotillo de las Palomas-Velada- Cañada Real Leonesa Oriental.
Pd: Roberto, JoseMa, Martín, Cristobal, gracias por
vuestra aportación fotográfica (1).
Buen día…….SALUD.
“mil caminos
por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”