lunes, 26 de marzo de 2018

Ruta: Vía Verde de La Jara (R-100 Kms)


Domingo, veinticinco de marzo, dieciséis caballeros veleños,  acudimos al pactado punto de encuentro. Con las burricletas bien dispuestas y prestas para inminente contienda, pero sin acuerdo ni consenso, sobre qué dirección tomar; encima de  la mesa, un reto de cien kilómetros, con distintas alternativas para “adaptar dicha operación”, según intereses, fuerza  y convicción; la mayoría de la tropa, optamos por la tirada larga, con la única dificultad, de  la kilometrada. Un par de compañeros, “no aceptan” la invitación y marchan hacia los cerros, en busca de otras  aventuras y textos.

Iniciamos la marcha, con lo que cuesta “arrancar” y qué dirección tomar; Martín “El Fiero” y El Relatero, tomamos la iniciativa, por el camino de Gamonal; echamos la vista atrás y, “¿dónde andarán?”, miramos y volvemos mirar; parece que ya empiezan a asomar; nos agrupamos en la villa vecina y desde aquí, hacia la población de Alberche, sin novedad. La parte delantera, buen ritmo marcan, por la parte trasera, tratamos de ir agrupados y esperando; atravesamos amplias parcelas, avistando,  casas de labranzas y la tupida y vistosa siembra,  dejando el torrente a nuestra izquierda; al final de la pista nos agrupamos y esperamos. Resulta que Francis “Sevilla” ha tenido una avería grave, la burricleta que frenada no se movía; el amigo Roberto “El Bueno”, se ha quedado “con su buen hacer”, sanando y prestando auxilio. Los demás,  esperamos  “durante un buen rato” y cuando llegan los rezagados, nos dan novedades y por “la vía de la Jara, nos lanzamos”. Con alegría “todavía contenida”, cruzamos los principales iconos de la estirada pista; los taladrados cerros, el imponente  Viaducto  Amador asomado al río Tajo, todavía,  se dejan ver algunos almendros floridos, mientras cabalgamos sin perder de vista el horizonte, “ni el hasta dónde vamos”. Atravesamos los pequeños túneles,  pero,  a lo largo de  nuestro trayecto, por circunstancias varias, vamos perdiendo unidades por los planos andurriales;  un trío (dos caballeros y Lhesen el escudero)no nos damos por vencidos y nos enfilamos, estirando  el solicitado camino;   atrás,  dejamos las estaciones correspondientes (Silos, Aldeanueva, Pilas y Navafuentes). Nos disponemos a atravesar el túnel largo, a lo lejos, “vemos,  algo colgando”; “es el reflejo del agua”, Lhesen nos aseguraba; sin más dilación, Roberto, prepara la linterna de rigor (hoy, sí  la vas a usar).  Nos adentramos en la interminable oquedad, con un microclima incorporado, lluvia sobre nuestras cabezas y también, tenemos que retirar la descolgada tela de malla; esquivamos piedras  y charcos, hasta que la luz natural  nos abre el paso. Desde este punto, seguimos los espectaculares y cargados  fotogramas del río Huso; desde aquí, nos recreamos con el asilvestrado paraje de jaras, las moles de pizarra que adornan y tapizan las cotas más altas y los derruidos molinos, que achican  agua a destajos. Unos metros más adelante, arribamos en el  apeadero de Campillo-Sevilleja; unos minutos para repostar  y las fuerzas recuperar, más fotografías para recordar, de paso,  hacemos alguna “chapucilla de fontanería”.



































Reemprendemos la vuelta ¡¡¡¡y qué vuelta!!! sin descanso ni tregua: deshacemos y remendamos el camino andando, “más bien, volando” y mis compañeros,  que “me llevan del gancho”. Todo lo que nos envuelve,  se mueve más deprisa;  familias  paseantes, otros  burriclistas y hasta el agua, “ marcha hacia arriba”. ¡¡Ostras con Roberto “El Bueno”  y Lhesen “La  Gacela del Sáhara!!! Parece, que van cuesta abajo, vuelan las estaciones, ¿llegaremos tarde a algún sarao?, ¿los túneles? Ni recuerdo volverlos a pasar, las vetas de la lustrosa pizarra, ¿dónde andarán? En algún punto de la vía, se reengancha con nosotros Raúl (Jefe de Jesús “El Serrano”) y me recuerda que nos acompañó a Guadalupe,  en una de nuestras sonadas épicas; intercambiamos impresiones, sin bajar la marcha, ni dejar de cabalgar por la infinita recta; en la estación de  Aldeanueva, se despide el invitado, mientras,  se  marcha para  atrás,  a buscar a su rezagada  escuadra; reposto agua, apenas sin bajar –cualquiera-  y otra vez, toca volar y divagar “a gran velocidad” : “Las penas,  en buena compañía se vuelven alegrías”, ¡¡¡qué bonito es estar locos y pedalear sueltos”.  “Caminos inciertos, llevan a destinos maravillosos”. “Si crees que puedes, ya estás a medio camino”, “por andar por las nubes, uno se olvida del suelo…..”. Atrás,  dejamos las amplias extensiones de regadío, mientras,  “parece que bajamos el ritmo”; hacemos algunas bromas y nos echamos unas risas en buena armonía, “remolcando al ilustre maratoniano”.  En esta ocasión, cruzamos Calera  por la enrejada pasarela  artificial, la vía del ferrocarril también dejamos atrás  y desde aquí, hacia el despejado canal. Por estos lares, quitamos algún hierro  (las piernas,  ya empiezan a avisar al trío maravillas) pero sin demorarnos,  ni jugar con el tiempo; espectacular el  paisaje florido que se extiende ante nosotros y por la vía asfaltada, haciendo el penúltimo esfuerzo,  llegamos a Gamonal y acompañamos a su casa,  al amigo Roberto ; “objetivo conseguido 102 kilómetros vamos a picar en esta etapa” –nos comenta el caballero gamón. Por nuestra parte, volvemos a escalar “La Jineta”, ahora,  parece que cuesta un poco más,  después de la kilometrada fuera de temporada. Sin más novedad, llegamos al punto de partida y nos damos una vuelta por las piscinas, para redondear. Hasta la próxima.

 









En definitiva, ruta circular de 102 kms, hemos transitado por el camino de Velada-Gamonal, Alberche-Alcaudete-Vía Verde de la Jara (hasta Campillo-Sevilleja)-Calera-Canal Bajo del Alberche-Gamonal-Velada.


Buen día………….SALUD.


“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”


lunes, 19 de marzo de 2018

Ruta Circular a Cazalegas.


Domingo, dieciocho de marzo, en la zona del centro de salud-colegios, dieciséis caballeros veleños, entre “veteranos, pupilos y escuderos” acudimos al pactado punto de encuentro. Como principales novedades, nos acompañan, Nacho “Boquerón”, su hermano Francis “Sevilla” y también, el amigo Ángel “El Guerrero”,  que después de una temporada de “tareas varias” se incorporan a filas. Mención muy especial (me lo voy a permitir, reflejarlo en estas líneas) que merece ser contada y recordada; la lujosa presencia, de poder contar entre  la reconocida escuadra, con  la grata  compañía de una persona muy especial, apreciada y querida en la villa de  Velada: Leshen Sidahmed “La  Gacela del Sáhara”,  actual campeón y vencedor de la XVIII edición del Maratón del Sáhara 2018. MUCHAS FELICIDADES, alumno, compañero y amigo.

Iniciamos la etapa y después de poner sobre la mesa las dos alternativas llanas y de tiradas largas, optamos por la presa de Cazalegas; otra jornada que no nos queremos embarrar y tiramos por la pista asfaltada hacia Gamonal. Al principio, con tanto gentío, cabalgamos “algo desperdigados”, entre que damos novedades, felicitaciones y temas varios sobre la marcha, vamos “en modo tranquilo y todavía adormilados”. Cruzamos la villa gamonina y hacia “las trincheras del canal”, marchamos; a nuestro paso, avistamos y capturamos variados fotogramas;  la primavera con timidez asomando,  extensas praderas inundadas, cunetas bien repletas y de agua rebosadas; granjas de barro anegadas y sus reses bien “rebozadas”; Cabalgamos en buena armonía, “emparejados” y de cháchara, aunque en  la parte delantera, hay amagos de arreones  y de  aligerar la marcha; inmortalizamos agradables momentos,  saludos y “otras bolerías” de mis animados compañeros; también, Leshen “La Gacela del Sáhara”, se une a la fiesta,  desde la primera fila, marcando el ritmo y de vez en cuando,  del grupo tirando. Saludamos a decenas de burriclistas y carreristas, la pista del canal se ha convertido en “una buena parcela para entrenar”, hasta tal punto, que parece un desfile militar; también, las ninfas ciclistas nos “tiran los trastos”, pero la grupeta de curtidos galanes, no entramos al trapo; por la estirada vía, poco a poco, van cayendo los kilómetros, animosos y llenos de júbilo, desde “la serpiente multicolor”, rodamos bien agrupados y con los pensamientos claros; “este ritmo es cómodo”, nos comentan algunos compañeros. Más adelante, un quinteto se da la vuelta, cierta distancia no quieren “sobrepasar”, “mejor prevenir que lamentar”. Los demás, como estaba previsto, “no bajamos la guardia”, decididos y convencidos, nos vamos hacia el  más allá;  avistamos a “esparragueros” asaltando los verdosos vallados, algunos coches, a pesar de las señalizaciones y advertencias,  “corriendo de más” y  por la perfumada avenida de los pinos, asoman lujosas viviendas, más granjas y huertas bien regadas, mientras el agradable sonido de las chorreras,  también nos acompaña en la apacible mañana soleada. Después de la placentera  ida, arribamos en la enfurecida presa, sin piedad, soltando agua “a destajo”. Nos recreamos con la imagen de las aguas bravías, fotografía de grupo y repostamos un poco más arriba; compartimos viandas, intercambiamos opiniones y unos minutos,  para coger fuerzas y recuperar.






























Reemprendemos la marcha, pero nuestros amigos Roberto “El Bueno” y Ángel “El Guerrero”, se “huelen la tostada” y con buen criterio, por donde hemos venido,  se pegan la vuelta. Los demás, entramos en la localidad de Cazalegas, “Sol, agua y tranquilidad” es su acertado lema y salimos por la repentina y empinada cuesta. Por la anchurosa pista, esquivamos pequeños charcos y nos montamos en terrenos “algo más blandos”; a nuestro paso, lustrosas y relucientes siembras, coloridas parcelas y un manto de olivos  balizando el transitable camino; en el giro equivocado, cogemos la vía de servicio, dirección “la ciudad de la cerámica” (la antigua nacional); cabalgamos animados, hasta que nos topamos con “el puente inundado”; ni varitas mágicas, ni el retorcido cayado para abrir “el mar enturbiado”. El amigo Gabriel Machaque, toma la iniciativa y el mando,  apoyado en el colosal muro,  abre filas y nos indica por dónde pasar; le siguen los demás compañeros, con pericia y mucho cuidado, para evitar cualquier tropiezo inesperado ; otros,  nos descalzamos para no tener sobresaltos y alguno,  se empapa algo más que los zapatos. Nos echamos unas risas y ya tenemos la divertida  anécdota  del día; continuamos por un laberinto de caminos, sorteando bastantes charcos, sendas y  alguna liebre, que  también echamos a la talega y   más tramos asfaltados entre urbanizaciones de sobra conocidas,  para rematar la faena del día. Después de este ajetreo, volvemos “al concurrido canal”; en este punto, metemos alguna marcha más. Martín “El Fiero” e Ilde “El Suegro” se dan relevos, de vez en cuando bajamos “algún hierro” y vuelta a empezar. “Vuelta la burra al trigo” y vuelta a empezar, hasta Leshen, se pone en cabeza a tirar, va sobrado de fuerzas y Domingo "El Maca" tira del ramal y volvemos a "casi parar"; por enésima vez, alegramos la marcha, mientras  la abastecida  canaleta,  pasa ante nosotros con mucha prisa;  todos tiramos, pero sin dejar de mirar atrás y cuando es necesario, esperar: “Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito.” Por la parte trasera del “Polígono”, por la  ligera ascensión,   pegamos el último apretón; más en llano,  esperamos y nos agrupamos, cuando nos damos cuenta, que el campeón maratoniano, con su ímpetu  “un radio ha fundido”; No hay problema, “con una brida”, Jesús “El Serrano” lo arregla y tirando millas. Desde este punto, nos enfilamos hacia la villa gamonina, remolque y buenas intenciones por la retaguardia, para mantener la camaradería y la calma. Sin más novedad, escalamos “La Jineta” y volvemos al punto de partida, para comentar la jugada,  estirar y algunos, en “La Tasca del Maca” clausurar. Hasta la próxima.






















Resumiendo, ruta circular de 75 kms. Los principales  caminos transitados han sido; Carril de Las Mulas- Gamonal, Carreterín de Alberche, Canal bajo de Alberche-Cazalegas, Camino de Las Calesas, Vía de Servicio N-V, Camino, Urbanizaciones Las Parras, Manzanos, Salinas, Espinosillo, Canal Bajo del Alberche, Polígono Torrehierro-Gamonal-Velada.


Buen día……..SALUD.


“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”