martes, 29 de julio de 2014

Ruta: ¡¡¡Gredos es vida!!!!

     Sábado veintiséis de julio, después de combatir los esperados  nervios y más de uno pasar  “la noche en vela”, las ocho de la mañana es la hora pactada;   una familia de once  vecinos veleños –entre jóvenes y más pequeños-  partimos hacia las cercanas y misteriosas montañas   (“¿qué tendrán de especial?”).  Las pautas son claras, “manojos” de diversión y armonía multicolor  en  un  paraíso de ficción (no se descarta el sufrimiento, he aquí,  donde a veces radica el deleite y  la emoción)  para la perfecta comunión y “sobrevivir” una noche en el idílico rincón.

      Comenzamos la multi-aventura desde la Plataforma de Gredos ¿la hora? Da igual, no ha de importar, acompañado de buenos amigos (“otros/as que echamos de menos y  les hubiera gustado estar”)  sus pequeños retoños,  la “bendita” Marisol (“aguantarme ya  es digno de admiración”) y  un entorno ensalzado hacia la saciedad, ¿qué más puedo pedir? ¿quién da más? con este elenco de calidad ¿qué puede fallar?. La empedrada  “calzada romana” es  el primer escollo a salvar; ahí vamos los  porteadores,  cargados como “mulos”, las mochilas de víveres y de otros “enseres”  bien  repletas,  por consejo “real”  de “las parientas”,- ¿para qué queremos un “tanque”,  un secador, un televisor y una motosierra? –me pregunto yo- ; jugamos “al truque” por las descolocadas piedras; aparecen los primeros suspiros, sudores y “resoplíos”, de sobra  nos sabemos el cuento del empinado  tramo. Me encanta la vitalidad e ingenuidad de los “más peques”, a los pasotas astados quieren torear, “¿cuándo van a venir muchas  cabras?” y “parriba” marchan “lanzaos”, “¿van engañaos?”. “Algo” picamos y bebemos  por el camino  y  a una que yo me sé (“tercera y última vez”)  “la mala uva” le da vida y alas,  para afrontar los “temidos Barrerones” y llegar a la parada obligada de la “fuente de las milagrosas aguas”. Mientras,  me recreo con las genuinas vistas que nos brinda el generoso día, identifico “otros picos”, me pierdo por caminos conocidos y me endulzo con  cada paso que voy dando. Un trío (Jesús, Rulo y Pedro Hierros –con su peque a cuestas-) marchan abriendo brecha, más adelante nos esperan. La tenacidad y la “cabezonería”  femenina (MSol, Prados y Melissa) son las armas para volar por estas cimas; el “relatero” y el amigo Rivas,  por la retaguardia nos quedamos,  “cuidando” al resto de la “atrevida cuadrilla”. Inmortalizamos bellos momentos y también  panorámicas de fábula que embriagan a los calmados sentidos y alimentan las insaciables  vistas;  allí abajo, la imponente Laguna, la más laureada, la temida, haciendo más minúsculo al desapercibido “refugio”,  la colosal sierra de elevados y desgastados picos y en el engalanado altar, “El Almanzor”, presidiendo la estampa monumental. Nos acompañan  momentos –y el terreno, todo hay que decirlo- más tranquilos y distendidos para el grupo;  “ya todo es bajada”, atentos nos vamos recreando, agradables instantes para el  relax por el serpenteante “zig-zag”, hasta que nos encontramos con los integrantes  “más avanzados”;  comentamos la jugada desde que nos dejaron y  bien hermanados a nuestro destino llegamos.

Porteando por la cuesta empedrada
Equipo titular


      





¿Vamos a la guerra?
La chicas son guerreras....muy








De espera...y descansando. 
Un vistazo desde los Barrerones...








Hacia la Fuente de los Cavadores
Reponiendo fuerzas








¿Qué más se puede pedir? 
Simplemente, colosal. 








Desde aquí, toca disfrutar, todavía más.
Cuidando de la cantera.








Foto familiar.....
A la orilla...y a los pies....








     Una vez instalados, y tras el esfuerzo realizado,  con “un menú especial” nos recompensamos; ensaladas variadas de pasta, fiambres bien envasadas, bocatas de jamón con tomate y queso “sudao”, frutas frescas y dulces multisabores. Damos buena cuenta de la “surtida mesa”,   también cargamos en nuestras apretadas mochilas divertidas anécdotas y risas a “porrón” para la bravía expedición ; reposamos la comida y tenemos sorpresa para después de la digestión. Recibimos un aviso de avería, nos tenemos que subir  a quitar  unas goteras y a limpiar “el tejao”; preparamos los achiperres y “parriba” nos enfilamos, “por hacer algo y matar el tiempo”. El amigo Rulo, se desmarca y a sestear en  una piedra “se aparrana”. A nuestro paso, sugerentes “pozas”, un valle de sembradas piedras y torrentes de aguas cristalinas,  manando de las esquivas  chorreras. Afrontamos el   erguido “camino de escalones  empedrados”, “por aquí, por allá, ¿qué más da?”, toca apretar .Llegamos al tupido nevero, los amigos Jesús y Rivas, dan por concluida la subida,  se quedan en este punto, a disfrutar con la nieve y de las espectaculares vistas. Nosotros, seguimos la pedregosa ascensión, Pedro “Hierros” no se complica y  “todo recto parriba” (“¿para qué subir en zig-zags?”) buen paso llevamos, salvamos los tramos “algo complicados”, hacemos la conocida trepada y desde la cima, oteamos en todas las direcciones; minutos de recreo y expansión para quedarnos mudos (una vez más) desde el elevado  “torreón”. Fotos de rigor, por parte de  “Edu” un solitario montañero,  que desde arriba, enfundado  con  su camiseta verde “reivindica la escuela pública”. Preparamos la bajada, encontramos a gente que todavía quiere coronar, a otros que van de vuelta y sin novedad, en  una marcha animada, -paradas, más fotos y tragos del fresco arroyuelo-   llegamos al encuentro de nuestros compañeros. Felicitaciones y “parabienes” por parte del grupo por la hazaña realizada  y ésta, hay que celebrarla, brindando con zumo de cebada helada. Después de la “divertida parranda” (bromas, chistes y más risas), toca buscar una “parcela” para pernoctar. La “cantera montañera”, disfruta con la presencia de un rebaño de afables cabras, mientras decidimos, “que este punto es el señalado”. Movilizamos al personal y “entre dos luces”,  con tesón y mucho esmero,  levantamos “el cuartel provisional”; el estruendo de un helicóptero de la benemérita, altera la profunda  calma, “vienen al rescate de algún  montañero indispuesto”.  Después del intenso día y de la penúltima  faena, tocan “al rancho”, ¡¡¡es la hora de la cena!!!! Tiramos de “la carta oficial”, para no variar; llenamos bien la “andorga” y poco a poco, “nos va atacando la mosca”, “¿cuándo anochece en esta parte del mundo?” con ironía se preguntan “algunos”; lentamente cae el telón del día y aparece la magia nocturna; desde “arriba” el paciente  escultor , las estrellas con sutiliza de una en una  va esculpiendo; momentos de risas y humor y  Prados se desata con historias de terror; carcajadas y “buen rollo” en la más serena oscuridad. Lentamente el cansancio nos va “derrotando” y es hora de descansar en la “pensión de ¿millones? Estrellas”, a pesar de la velada no querer finalizar. Todavía, durante unos minutos, monto guardia entre los “cantos”, último vistazo a la iluminada bóveda celeste y un estrepitoso silencio se adueña del  campamento veleño.

Por el camino empinado...
Restaurante, zona vip. 


  





"Piedras para dar y tomar..."
"Por encima del perpetuo nevero"








En el callejón encerrao...
"Quitando las goteras..."








Destrepando el Crampón.
"....caemos empicao..."








"Biberón y celebración...."
"Montando el campamento..."








¡¡¡¡Felices sueños!!!!

Pasando revista a la expedición. 









     “Amanece  bien temprano”, en el frescor de la mañana, una capa de aguazo cubre la verdosa alfombra, un aire límpido inunda la camuflado “llanura”,  cuando  tocan a diana y me da, que tampoco ha hecho falta; “desde la cinco y cuarto llevo despierto”, comenta Pedro “Hierros”, “a más de uno le duele los huesos” y Jesús comenta,  que ha escuchado “al colchonero lanero”, de Rulo, mejor no comentar, “es un lirón y con sus aullidos, el refugio ha estado protegido”; “he contado más de ochenta horas”, nos comenta Prados entre risas y “llantos”;  ¡¡¡vaya noche que ha colocado la señora!!!! le replica Rivas resignado. Nos preparamos para “el consistente desayuno”, acompañado de buenos momentos y anécdotas varias; recogemos con calma y sin prisas el “campamento de los sueños”, (“no tenemos que dejar rastro de nuestro fugaz paso”) y con “nostalgia y tristeza” (“ir preparando la próxima”)  la marcha emprendemos. Comenzamos la conocida caminata, bordeamos la laguna adormilada, encontramos a personas “retozando” en sus sacos y la actividad  de los montañeros más tempraneros”. Los porteadores marchamos “pausados” y  Pedro “Hierros”, tiene un “plus”,  le toca llevar a su pequeño sobre  la “chepa”; con éxito y mejor de lo esperado afrontamos la “temida cuesta”; lo celebramos con agua fresca, mientras los más pequeños,  “coquetean” con la desvergonzada cabra; fotos de rigor y en el próximo “abrevadero” paramos a repostar, para  la panza “endulzar”. Nos perdemos entre “los elevados piornos” y  a nuestras espaldas,  “el espectacular circo” se va quedando. Sabemos que la aventura está en “tiempo de descuento”; intento disfrutar de cada pisada, de la mecánica inspiración, de cada gota de sudor que voy “echando”, del tirante dolor sobre los hombros, de la magia que envuelve a estas iluminadas cumbres, me empapo del más nimio detalle  y con  la cara de satisfacción de la osada expedición. En la Pradera Pozas nos agrupamos, “nuestras audaces chicas”, se apiadan de “los mulos de carga” y  nos animan a seguir adelante, ellas  van liadas “dándole a la húmeda y haciendo otros planes”. Afrontamos el brusco tramo empedrado, si de subida “te pone más  colorao que un pimiento morrón”, en la bajada, con el notado peso y el cansancio aflorando,  “vamos de lao a lao” y suplicando perdón……..Sin más novedad, arribamos en el punto de partida, dejamos la basura en los enlatados contenedores, estiramos para recompensar a los castigados cuerpos…cuando todos nos juntamos, caras de felicidad, clausuramos la jornada montañera  y comentarios varios que” invitan” a “una próxima edición”…..
"Desayuno bufette-libre"
"Amanecer en Gredos..."



     




Momento de partir...
Senda Cinco Lagunas-Laguna.








"Convencida para volver"
"...senda buena y paso entre el piornal"








Enfilando el tramo final.....
     Resumiendo, ruta por Gredos de 20 kms aproximadamente. Salida desde la Plataforma, senda de la Laguna, subida al Almánzor, Laguna Grande, Senda de las Cinco Lagunas, Senda de la Laguna a la Plataforma.

    Pd: fin de semana especial, en muy buena compañía …”la montaña no es como los humanos, ella es sincera” y “…en la montaña, la cabeza  es el músculo más importante…” He dicho.

     Buen día….SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

martes, 22 de julio de 2014

Ruta: "El Rincón del Sapo"

     Domingo veinte de julio, mañana de temperaturas poco veraniegas, vamos a ver dónde “los caminos nos llevan”. Once caballeros veleños acudimos a la cita dominguera; con las burricletas  bien dispuestas (“unas más que otras”) y con los “aperos acuestas” “¿qué nos deparará en  la nueva contienda?”. Hay consenso entre los asistentes,- tampoco se presentan más alternativas- (me da, que la ruta ya estaba decidida, jajajajajajjaaja) o  ¿no estarán los cuerpos muy lozanos?; “hoy, marchamos  hacia  los vericuetos del sapo”.

      Comenzamos la jornada,  por los cuadros de la Vega hacia la “Gran Cañada”; cuando todavía no “hemos calentado las patas”, ¡¡¡¡alto a la guardia!!!! la aguerrida  acemila del “Gran Maestre” ha “pinchado” al principio de la vía, ” ¡¡¡comenzamos bien el día!!!” comenta “El Jefe de Filas”. Manos a la obra con el “apaño”, mientras, unos tantos para adelante “han tirao”, “éstos,  de la jugada ni se han enterado”; “entre comentarios varios e ideas recurrentes”, se monta el quirófano de campaña “para la paciente”. Solucionado el “entuerto”, continuamos la marcha, poco a poco nos vamos agrupando, pasamos revista y a los demás,  de la avería  informamos. A nuestro paso, la prolongada avenida, perdida entre colores tostados y pinceladas de izadas retamas   para romper la  monotonía de la tranquila llanura. En un “rodar y rodar”, sin novedad en la animada etapa, fechamos la ruta nocturna,  divertidos comentarios y “escenas repetidas”  por  la aldea  conocida;  “El Gran Maestre”, remolcando  a Pedro “Hierros”,  paradojas de la vida, para  ver cómo cambia el cuento. Por el cuidado camino con renovados bríos nos enfilamos y en el conocido laberinto nos adentramos; parajes con  vistosas  encinas engalanados, generosas cosechas recolectadas y altos pastos, esperando impacientes  a “sus amos”, nos llenamos con el rebosante sosiego de la encrucijada  adehesada;  todo marcha sobre ruedas, hasta que “algún valiente” la brújula altera; “un por aquí”, “era más pabajo” “por aquí,  hacia la carretera nos guía”; “perdemos el marcado camino entre el espeso pastizal (¡¡¡hacia atrás!!!! nos hemos vuelto a equivocar), también saltamos unas alambradas vallas –para no variar-,  se escuchan  algunas  “protestas”, porque la hora de la “merienda” no llega.  Ángel “El Guerrero”,  parece que busca el camino más bueno,  debajo de un “cubo camuflado”  y el mapa de Roberto “El Bueno” se queda sin señal, sólo nos queda “hacer un campo a través” por esos “terrones”, comenta “El Carpin”, oteando en todas las direcciones. Cambio de perspectivas, lo que para unos es jornada de  aventura e investigación para otros,  se convierte en desesperación y una  perdición.  Deshacemos el  tramo “equivocado”, viramos hacia la izquierda y por fin, la buscada pista  hacia la villa de Oropesa nos lleva. Paramos a repostar, intercambiamos viandas, buenos momentos  y fotos de rigor para enmarcar.
Titulares de la escuadra veleña
"Nada más comenzar, pinchazo"


   





Cañada Real Leonesa Oriental
Agrupados por la gran llanura








Camino de Calera a Alcañizo
"Solidaridad en el grupo"








Camino de Alcañizo a Puente
Entrada al " rincón sapero"








Por el plácido encinar
Gabriel en primera línea








Buen ambiente entre los asistentes
"También cogemos caminos equivocados








"No puede faltar, el salto de vallas"
"¿Buscando el camino?"








Camino del Torrico a Oropesa
Llegada agrupada








Ermita de Peñitas (Oropesa)
     Retomamos la etapa, un “quinteto de gala”, tienen prisa y  la vía de servicio, “para volar”  es  la alternativa  más rápida. Los demás,  con “algo de calma”, marchamos por el mejorado carril hacia el encinar; avistamos bravos astados, la furtiva yeguada por el monte,  desperdigada  y el inconfundible rastro ovino, marcando el irregular camino. Eduardo “El Carpin” y Goyo “El Coloso”, avivan la marcha, pero  de vez en cuando, miramos de “reojo” y tiramos de las riendas a las lanzadas burricletas. Gabriel “El Amigo”, acepta los “envites” y se desenvuelve con tesón y sobrado pundonor –y eso que llevaba frenado el buje trasero-. En la retaguardia, “El Maestro” y Domingo “El Maca”, vienen de cháchara, “¿estarán pactando el ataque en la llegada?”. A nuestras espaldas, dejamos labranzas abandonadas, amplios campos de altos  pastizales sembrados y al Camino Imperial llegamos; desafiamos al termómetro del mediodía, a los removidos arenales, a los trances de los  imponderables y de la prisión del reloj nos olvidamos. Nos agrupamos y hermanados, todos esperamos……Sin más  novedad en la reducida escuadra, por la puerta  de atrás de los cuadros de la vega, apuntamos hacia el punto de llegada….

Camino de Oropesa a Velada
Aguantando el "tirón"


    





Antiguas labranzas a la vista
Camino Real a Velada




"Por los refinados arenales..."
"El Carpin guiando al grupo"







Esfuerzos en el último tramo....
     En definitiva, ruta circular de 64 kms, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Calera a Alcañizo; Camino de Alcañizo a Puente del Arzobispo, Camino del Torrico a Alcañizo- Oropesa; Camino de Oropesa a Velada, Camino de Navalcán a Oropesa y Camino Real de los Veratos. Hemos pasado por las localidades de Alcañizo y Oropesa.

   Pd: la fecha de las fotografías no se corresponden con el día de la etapa: error de cámara.

   Buen día….SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”