Domingo veinticinco de
enero, mañana que amenaza soleada, mientras,
el termómetro con temperaturas negativas, nos avisa en el punto de
partida. Nueve caballeros veleños y “El Lobo gamonino” acudimos al pactado
lugar de encuentro; con las “burricletas” bien dispuestas, excepto “El Gran Maestre”
–escena habitual- que la pone “patas arriba”,
antes de iniciar, la cámara tenemos que cambiar y la rueda ajustar. Con
las ideas más que claras, la ruta ya
está marcada, “al balcón de Gredos, nos marchamos”.
Comenzamos la jornada, atravesando
la villa de Velada y sus más populares callejas –todavía desiertas- Hacia el camino de Arenas nos dirigimos y por
estos lares, ya escuchamos exclamaciones de llevar la punta de los dedos más que helados.
Nos consolamos con las blanquecinas y radiantes vistas del fondo, cuando se abren las puertas del esperado encinar, “a
ver si vamos más resguardados”,
esquivamos “taitantos” charcos, grandes bloques de hielos en ellos
flotando y el compactado terreno, crujiendo a nuestro paso; también salvamos animados regatos, mientras,
por los
genuinos parajes nos vamos recreando. Amenas “chácharas” para “calentar”
a la aguerrida escuadra. Por el ancho camino sin novedad, cuando en línea
recta, “la duda comienza a avisar”; El “Maestro Guía”, dice “que de eso nada,
nos vamos por el paso tradicional”; por la oculta galería, la “cándida umbría”
nos aguarda, profundos albañales de barro y abundante agua, donde más de uno los “pinreles” se
calan. En la distancia, escuchamos tambores y cornetas, “es la festividad de
San Pablo en la villa navalqueña”; cruzamos la “fiestera localidad”, a nosotros
nos toca escalar. Comenzamos la faena, “para la elevada torreta conquistar”; nos
apretamos “los machos” y “paso a paso nos vamos elevando”; de vez en cuando la
vista levantamos para contemplar la
hechizada sierra, que de forma
misteriosa, a la vez que nos seduce,
también hace subir las temperaturas; después del “exigente arreón”, nos hacemos
con el izado torreón. En la cima nos agrupamos, y “pabajo” a asomarnos al reluciente ventanal ; llegamos
al descolorido rastrojo, nos deleitamos con la excelsa belleza que nos rodea y
con la panorámica del “más allá”, foto
de rigor y la “generosa merienda” para la andorga llenar.
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Camino de los Veratos |
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La dehesa helada. |
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"Por el camino tradicional" |
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Camino de Talavera a Navalcán. |
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"En lo más profundo del encinar" |
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"Agua y barro a nuestro paso" |
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"Llegando a la villa de Navalcán" |
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Camino de Navalcán a Arenas. |
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"Coronando el punto más alto" |
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"Jaras y pinos en la bajada" |
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Cogiendo posición en el mirador. |
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Foto de rigor desde "el balcón" |
Emprendemos la
vuelta, un pasadizo de pinos y un valle de jaras, “tapan” el “conocido tobogán”
por el entretenido camino; después de algún “arreón” y más de un sofocón, coronamos
la sierra aguileña, aflojamos y agrupamos
para esperar al resto del pelotón. La cómoda “cuerda”, por su sentida tranquilidad nos pasea; giro de
derechas y nos lanzamos, como dicen algunos “a tumba abierta”, sintiendo las
caricias del aire y la “indescriptible” sensación de planear. Después de la fugaz bajada, atrás
dejamos la aldea parrillana, hacia el frondoso encinar marchamos; por la
estirada cañada, se encienden las alarmas, “las fuerzas, ya comienzan a flaquear”, cuando solicitamos “el volvernos a
agrupar”. La frondosa arboleda nos
acoge, quietud y serenidad se camuflan entre las verdosas jaras, Diego “Sin
Miedo”, hace un comentario sobre “lo especial de este rincón en particular”;
cruzamos el riachuelo poco crecido, salvamos otros “arroyuelos”, todos bajados
y Nico “charcos” con seguridad, montado. Un rebaño de esquivos cérvidos nos
agasajan con su espectacular estampa y “en un suspiro”, se pierden por la tupida y longeva dehesa; más charcos y “patatales” por la
ancha vía y momentos divertidos cuando
“El Gran Maestre” tiende su mano a los compañeros por la visible fatiga, castigados.
Aplica el principio de “prestad auxilio si queréis hallarlo”, mandamiento que
rige en el manual de los caballeros veleños, “ayudar a todos los compañeros”. Los
demás, bajamos la marcha, otros en el último repecho ¡¡¡a remolcar!!!, otros
parecen “apretar” y sin más novedad, por “el camino nuevo” a casa vamos a
llegar.
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"Gredos al fondo........." |
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Sierra del Águila. |
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Camino de la Cuerda |
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Camino de Arenas a Parrillas. |
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Cañada Real Leonesa Occidental |
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Camino de la Aliseda |
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Rodando bien agrupados. |
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Paso del Río Guadyerbas. |
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Por el plácido encinar. |
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Camino de Navalcán a Velada. |
En definitiva, ruta
circular de 56 kms, los principales caminos por los que hemos transitado han
sido: Camino de Velada a Arenas de San Pedro-Parrillas-Navalcán, Camino de los
Veratos, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Talavera a Navalcán, Camino
de Navalcán a Arenas, Sierra del Águila, Camino de “La Cuerda”, Camino de
Arenas a Parrillas, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Parrillas a Mejorada-Velada.
Pd: Diego, Martín,
gracias por vuestra aportación fotográfica (2 y 1).
Buen día…..SALUD
“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde
ir, no tengo tiempo ni sitio….”