martes, 23 de septiembre de 2014

Ruta: Ferias S.Mateo

     Sábado veinte de septiembre, mañana revuelta y con severas amenazas de lluvia y tormentas. Desde casa, una y otra vez  miro al cielo, imponentes nubarrones y el terreno regado  por el tempranero aguacero. ¿Desisto de realizar la etapa?, “tengo mañana domingo”….Otro vistazo por la ventana, “me pongo el mundo  por montera” y “por si acaso”,  echo el “chubasquero” a la talega. “Entre pitos y flautas”, suena la alegre gaita  y con una hora de retraso, decido emprender la “burriclista” etapa.

     En solitario comienzo la jornada, terreno bien compactado (“ni duro ni blando”) por las generosas lluvias de los días pasados; un mosaico de dadivosos olores acompañan mi “pasar”, tierra mojada, bendecidos eucaliptos y también el pasto hasta las raíces calado, despiertan los sentidos, aletargados por el llano. Sobre mi cabeza, un aguilucho sobrevuela, “¿estará buscando la merienda mañanera?”, el torpe vuelo de la “vasta  avutarda” distrae mi atención por la extensa llanura “sin dirección”. En un constante “rodar”, atrás voy dejando “animadas granjas”, descomunales campos labrados, tímidas pinceladas verdosas, animan esta lisa panorámica,  también “me despisto” y en un  laberinto de maíz y otros regadíos “parezco perdío”. Es lo que tiene llanear, “en algo habrá que pensar”; “¿de qué color es la humildad?”, “¿se pueden los sueños pesar?”, “¿quién la luna podrá jalbegar?”,  “¿dónde este camino irá?”, “¿y si el día  tuviera 8 horas más?”…y aquí estoy, sin salida al fondo del colorido maizal. Retomo “la pista original” y en el horizonte próximo, diviso los elevados  bloques conocidos. Sin hacer ruido, la ciudad de la cerámica me abre sus fortificadas puertas; me recreo con las vistas del animado torrente y con ánimo, me enfilo hacia terrenos más pinos. El Alto de la Labranza es el inminente objetivo, una vez las  obras realizadas, carreteras cortadas, gigantescas  rotondas “¿dónde comenzará la fiesta cerrera?”. Después de seguir las claras “indicaciones”, momentos de “resoplíos”, también  tramos agrietados  y algunos “apretones” por estos escarpados rincones; merece la pena la explosiva  escalada, “esfuerzo y voluntad” antes de coronar (Recordaba esta subida más larga). Tras los álgidos minutos por estos precipicios, suena la campana para repostar; un tentempié de fruta fresca, pasas, cereales y algo de hidratación y “arreando que es gerundio” y todavía queda “tela que cortar”. 

Carril de la Raya de Chozas
Cañada Real Leonesa Oriental

Bifurcación en la Vía Verde
Camino de Calera a Talavera

     







Paso por el "arco del triunfo"


Llegada a Talavera









Desde el antiguo Puente Romano
Puente de Hierro al fondo










Desde el Alto de la Labranza
     Reemprendo la marcha y por la rasgada bajada me entretengo; el  gigantesco puente atirantado me abre el paso, por la espesa “chopera”, un ejército de mosquitos  custodia toda la orilla del río, atravieso las tranquilas  parcelas residenciales, para vagabundear por el asfaltado canal. Me adentro hacia  el paraje recreativo de la Portiña, un callejón de izados pinos ocultan el sendero divertido, perfumado por  reconfortantes aromas “al rojo vivo”. Allá arriba, el visible torreón, vigilando en la cima; inicio la elevada empresa por la  “cómoda vía enlosada”, otra “exigente trepada”, manos a la obra “¿qué contar de esta serpenteante y empinada costana?” cada cual, sabe cómo la puede afrontar; un giro de izquierdas y los últimos repechos me “aprietan”, antes de  colocar la pica en la “conquistada atalaya”. Unos minutos para algo picar y cuentas echar; “el retraso en la salida y la hora prevista  de la familiar comida, me hacen postponer “la tercera  subida”, para otro día”. Desde aquí, atravieso las villas vecinas, “buenas sensaciones” y la armonía de los calmados caminos, me dejan “con ganas de más….”
                                                 
Un vistazo desde la altura
Puente atirantado -Talavera-

Camino de Talavera

 
Canal Bajo del Alberche








Área recreativa "La Portiña"
En plena subida.....









Atalaya de Segurilla
Camino de Mejora-Velada








     
     Ruta circular de 78 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Carril de la Raya de Chozas, Vía Verde de la Jara –enlace- Camino de Calera y Chozas a Talavera de la Reina,  Subida al Alto de la Labranza, Cordel de las Merinas, Canal Bajo del Alberche, Área Recreativa de la Portiña, Subida a Segurilla. Camino de Segurilla-Mejorada-Velada. He pasado por las localidades de Calera y Chozas, Alberche, “Talaverilla”, Talavera de la Reina, Segurilla y Mejorada.

  Buen día…………….SALUD

“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Ruta: "Paseo" dominguero.

     Domingo catorce de septiembre, después de las fiestas patronales y otros eventos locales,  nueve caballeros veleños nos damos cita en el habitual punto de encuentro (Colegios). Con las burricletas  bien dispuestas y preparadas para la nueva contienda ¿qué nos deparará la ruta dominguera? ;  sobre la mesa, propuestas de largas etapas para fraguar “la encomiable gesta venidera”.

     Comenzamos la jornada, por las calmadas callejuelas de la aldea, la visible tranquilidad planea,  “ni un alma merodea”; en el rodar  pausado de “la gran etapa “ se habla (preparativos, logística, acompañantes y parranda final) y algunos flecos por atar. Sobre la marcha, un quinteto deciden “cabalgar” por vías más tranquilas, los demás,  emprendemos  otra agreste  lucha hacia territorios  “con solera” y con la  idea tramada que no “asusta” al personal. Nos colamos en el plácido encinar, la mansa quietud nos guía  entre  la  inmensidad  del  paraje adehesado, cruzamos el “arenoso río” y por el ingente  parque arbolado en la villa navalqueña  arribamos. Con mucho brío y exceso de  tesón,  bregamos contra  “el gigante del parral” y  Pedro “Hierros” sobrado  de fuerzas,  lidera el feroz  combate montañero. “La dentada maroma”,  nos pone a prueba, exquisitas  vistas “pineras”, un océano de jaras nos impregna  con su  aroma embriagador  y los fragosos  repechos resquebrajados, también  nos hacen “apretar  los machos”. Momentos de relax por el tupido jaral, recreamos las piernas sufridas y alimentamos los sentidos con el chorro de aire límpido, antes que otro paraíso de encinas,  nos abra sus “puertas de par en par”; pista bien cuidada por estos prósperos parajes, “por aquí, se puede volar” y la  empinada cuesta nos hace “sudar”, a la vez que nos  acerca al  vetusto asentamiento veleño. En Aldea de Arango paramos a repostar, nos hidratamos y “a la andorga” engañamos, compartimos viandas para afrontar la exigente etapa.
Cruzando el río Tiétar

Camino de Velada a Navalcán

       





"A nuestro paso grandes granjas...."

Camino Talavera-Navalcán

"Otro apretón parriba...."















"Jaras en la cuerda...."
"Coronando el tramo empinado"








"Momentos para una pausa...

Subida a Aldea de Arango
Casas y establos: Aldea de Arango
Ermita: Aldea Arango

















     Reemprendemos la marcha por el frondoso y misterioso bosque, campos acicalados y el abundante cereal ya  empacado;  bucólicos y asilvestrados pasos, “barbas de viejo” ondeando en la oquedad del encinar y fornidos robles “pinturrajeando” y  tiñendo el tapiz del ameno camino. Animo  a mis “compañeros de fatigas”, -invitación de cumpleaños  en las fiestas de Segurilla-, no se hacen de “rogar”, con mucha amabilidad aceptan el reto  y “vamos pallá”. Martín “El Fiero”, con  honor y pundonor  “resiste, a pesar de su malestar” (-tiene más fuerza que un toro-).  Cruzamos la aldea montesa, avistamos los arcaicos caleros, para adentrarnos en  la vía más entretenida; un túnel de removidas jaras y un ejército de chaparras custodiando este rincón asalvajado y por  la entretenida vereda, marchamos hacia la prolongada y rasgada bajada. Abrimos otras “taitantas” puertas, cruzamos el “río vaciado” y nos resguardamos por la angosta callejuela arbolada. Por la cañada nos damos un respiro, nos deleitamos  por “la senda de los vivos trinos”; allá arriba, el cíclope “del vertedero” imponiendo respeto y “algo de miedo”, por la "solfa" que ya traemos. Afrontamos con coraje la empinada subida, buena marcha y Gabriel “Lamparillas” bregando con bravura y  afán  hacia la “meta en la verbena  de  Segurilla”. La plaza “mayor” nos  recibe “con oficios religiosos”, calles engalanadas y los caballeros veleños  nos damos un “homenaje” con un merecido y helado  zumo de cebada y con exquisitas tapas; nos echamos unas risas en buena armonía, por supuesto “con la gran etapa en mente” y un “par de ninfas burriclistas” se cuelan entre el bullicio de la gente. Después de esta pausa, retomamos la marcha, nos colamos por las calles cortadas, cruzamos la aldea zorrera, afrontamos los penúltimos repechos de la “finca  gamonosa”,  sin novedad ni  otras reseñas que destacar, damos por “cerrado este  corral”.

Camino de Montesclaros
Por pasos "olvidados"


     






Gruta de chaparras y jaras.
Camino de Montesclaros a Talavera








¡¡¡¡¡Vaya peazo de "selfie"!!!
Cañada Real Leonesa Oriental









"Subida del vertedero-Segurilla"
Camino de Mejorada-Velada









     Ruta circular de 72 kms. Los principales caminos transitados han sido, camino de Velada a Arenas-Parrillas-Navalcán, Camino de la Tabla, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Talavera a Navalcán, Camino del Parral y la Cuerda, Camino de Navalcán -Aldea de Arango-Montesclaros, Camino de Montesclaros a Talavera, Cañada Real Leonesa Oriental, Senda del Ruiseñor, Subida del “Vertedero”, Camino de Segurilla-Mejorada-Velada. Hemos pasado por las localidades de Navalcán, Montesclaros, Segurilla y Mejorada.

     Pd: Martín, muchas gracias por tu aportación fotográfica (1). 

    Buen día…..SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

martes, 2 de septiembre de 2014

Ruta: El rincón del enebro


     Domingo treintaiuno de agosto,  desde primera hora, el termómetro es otra amenaza para la voluntariosa escuadra. Siete caballeros veleños y “El Lobo” gamonino, acudimos al lugar de encuentro,  fieles a la  cita semanal  y las  notables ausencias también  se hacen  notar. Con las burricletas bien dispuestas para la contienda, en la hoja de ruta no hay un itinerario definido, ponemos las monturas orientadas hacia el saliente, para percatarnos que  toca escalar a los convocados combatientes.

     Comenzamos la jornada por la despejada avenida, ¿dónde se pierden los indicios de vida? ni un alma cándida vemos ir ni venir,  “a estas horas ¿quién va a rondar?”; en parejas bien alineados  marchamos, momentos de relax, para inmediatos  retos  planificar;  hasta que “la gran alzada”, inmutable  nos aguarda. Unos pocos compañeros tiran por las canteras, los demás,  por el camino más empinado y recto;  el primer apretón del día, “no está nada mal para abrir boca”,  a más de uno se le “atraganta el entrante  plato”, “es que nos pilla sin calentar”.  Avisamos al grupo, ya que seguro “de frente” nos encontremos con vehículos fiesteros que vienen  del territorio zorrero; dicho y hecho, hasta que  una espesa “polvarea” nos pone en alerta. Salvamos los discontinuos “subes y bajas”, esperamos y nos agrupamos, atrás dejamos las villas vecinas y vamos a la  búsqueda de  otros terrenos más asilvestrados; labrados  vallados de piedras y también de altos palos y alambradas; salvamos el repecho de chinas sembrado y por el rápido tobogán nos lanzamos. Desde la profundidad del abigarrado encinar, atravesamos el reseco arrollo, cruzamos la gran pradera de  frondosos fresnos, cubierta a  su diestra (“desde aquí, también nace otra propuesta” –los molinos y el jabalí-); nos adentramos en una encrucijada de repechos pinos, con tierra suelta y desgarradas  regueras por  la frondosidad del encinar, perdidos. Nos agrupamos en “cuatro caminos” y animados  de frente seguimos,  ahora, “la senda del enebro” es el inminente destino. En la aldea de Marrupe arribamos, al Gran Maestre  “coronamos”  en el pódium de las cruces y buscamos  el acogedor cobijo del sombrajo  para repostar; compartimos viandas, fruta fresca, pasas y dulces para a la andorga abastecer.

Camino de Velada a Mejorada
"Subida por las canteras"
     





Camino de Segurilla-Sotillo-Marrupe


Senda de Cervera









Entrada en el encajonado encinar
Por la orilla del arroyo Marrupejo









Camino de Segurilla a Marrupe
Salvando el laberinto de repechos








"El Gran Maestre en el pódium"

Añadir leyenda
         Reemprendemos la marcha por la aldea “marrupeña”, hacia la búsqueda de la vía hormigonada. Pasamos al hospitalario callejón arbolado, un deleite para los ávidos sentidos al volar por este recóndito lugar, “un poco más allá”, viramos hacia la derecha. Ahí está, ahí nos aguarda, “con una vara de la mano, ¡¡¡otra de las  cuestas pellejas!!!. Todos con ahínco y afán  lo intentamos, unos un poco más arriba, otros nada más comenzar, pero al final, con las “burricletas del ramal”. La esperada gratificación, nos llega en el siguiente escalón; la caverna del enebro, la fascinante  vereda para los caballeros osados, para los románticos,  también para  los utópicos y para los más quijotescos. En pleno deleite, en la angostura de la senda,  “la burricleta” del amigo Lobo, de la parte delantera se queda sin fuerzas. Montamos el “hospital de campaña”, para la avería reparar, “tardamos algo más de lo normal”, ya que el “reseco ungüento” el dolor no puede aplacar; cámara de repuesto y asunto resuelto,  mientras el quinteto avanzado “nos avisan, que nos esperan más arriba”. Después del apaño, (meter, sacar, limpiar, montar  y más), nos toca escalar para llegar con los “pacientes caballeros”; Ilde “El Suegro” y el Maestro, “para adelante van”. Cruzamos la villa “Cervera”, nos agrupamos en el depósito alto y el amigo JoseMa , por el camino rural ha marchado. Los demás,  nos adentramos por la divertida “senda de los leñadores”, tórridas estampas a nuestro paso y  alegres marchamos,  cuando se “fragua la idea de parar en la verbena  de Mejorada a abrevar”. La burricleta de Pedro “Hierros”, también de la transmisión  cocea, pero no va a más (“¡¡¡vaya racha que llevamos con las averías!!!!”)…..y sin más novedad llegamos a la villa fiestera. Nos reciben con honores y salvas, a nuestra llegada, repican con esmero las  campanas y en la engalanada plaza las “ninfas supremas” nos agasajan con  “coloridos ramos floridos”, cuando la “charanga local” se prepara para la mañana amenizar. Para los caballeros veleños, ofrendas, pinchos y “zumo de fresca cebada”, risas y buenos momentos para coleccionar y como proclama el ilustre pensador, “somos lo que vivimos”. Es momento de partir, “nos vamos por Gamonal”, por el conocido camino, más “contentos” de la cuenta marchamos,  planeamos y “parece que acortamos”, “risas y mucho más” cuando el solano comienza a abrasar; Diego “Sin Miedo”,  en plena subida se salta el protocolo y pierde “su formalidad”, “¿qué le habrá pasado al caballero laureado?”, volamos por la veloz bajada y “dejamos a los amigos gamoninos en su casa”, -también dijeron algo de abrevar- (“en otra ocasión será, por lo que pueda pasar”). Los demás, buscamos el popular “camino de la Piedra Llana”, paso algo tendido, los presentes arenales y  el sol arreando  para clausurar otra etapa más….

Callejas de Marrupe
Camino de Marrupe a San Román

     







"Empuja-bike"
"Por las sendas del enebro"








Camino de Cervera a Segurilla
"...y diversión por el escondido sendero"









Senda de los Leñadores
"Agrupados y en calma"









"También tenemos espectadores"
Camino de Mejorada a Gamonal









Avistando la atalaya
Diego, saliendo de la nada









Entrando en la villa de Gamonal
     Ruta circular de 56 kilómetros, los principales caminos transitados han sido: Cañada  Real Leonesa Oriental, Camino de Velada a Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero; Senda Cervera,  Camino de Segurilla a Sotillo-Marrupe; Camino de Marrupe a San Román de Los Montes, Senda de los Enebros a Cervera de Los Montes, Camino de Cervera a Segurilla, Senda de los Leñadores; Camino de Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada. Hemos pasado por las localidades de Mejorada y Segurilla (ida y vuelta), Marrupe, Cervera de los Montes y Gamonal.

Buen día….SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”