lunes, 27 de mayo de 2013

Ruta: El salto del Pedroso


     Domingo veintiséis de mayo, “fresquillo”  a primera hora de la mañana, vamos a ver qué episodio nos depara la jornada. Llegamos con cuentagotas  al lugar de encuentro, notables ausencias por la celebración de otros  acontecimientos; ocho caballeros veleños con sus “burricletas”, ataviados y prestos para la “andanza” presentamos “armas”.  Reunión en la “cámara”, ¿llano o montaña? Como siempre, “la duda existencial”, “¿para dónde tirar?”. Pero “El Gran Maestre”, tiene peso y galones en la “pactada” toma de decisiones.  Al final, acuerdo entre los presentes, nos vamos hacia la villa de “Puente”, para  el “Pedroso” visitar.

      Comenzamos  la marcha por el frescor de la  vega, para llegar a la “extensa cañada”;  testigo fiel en la historia,  de la trashumancia y otras “batallas” libradas. “Cabalgamos” a ritmo tranquilo y sin prisas, de todo hablamos, bromas y risas en la osada pandilla;  “tentadores” retos (que no vamos a desvelar, de momento) caen  sobre la mesa y  se proponen en la jovial “cuadrilla”. Marchamos sin novedad por la vasta planicie, a nuestro paso, campo de fructuoso cereal, algún “esmirriado” humedal y la  impresionante elegancia de la avutarda al “despegar” . A estas “alturas”, mis “pensamientos”  se dispersan y hacia otras torres vuelan, “no me extraña que “El Quijote” se volviera loco en las llanuras”….Algunos compañeros dan media vuelta, tareas y otras obligaciones les esperan.  El “cuarteto” sobrante, empeñado y decidido tiramos “palante”. Nuestra vista  se pierde por la prolongada campiña, divisamos otros pueblos  y el imponente fluir del  río Tajo nos muestra el “deseado” paso. En la aldea “puenteña”  entramos victoriosos,  alegría y jolgorio por el camino recorrido y  hacia el monumento del Pedroso nos enfilamos; “maravilloso, colosal, excelso y portentoso este misterioso rincón en  el tiempo “engendrado”. Nos recreamos, disfrutamos del “natural manantial” y del estrépito del agua al golpear…..Alimentamos los sentidos  y  las “alforjas” también abrimos, para “repostar” en este placentero lugar.

Cañada Real Leonesa Oriental
Rodando por la extensa llanura



    




Rodar, rodar....y rodar
Por amplios campos de cereal

Algún humedal por el camino








El horizonte, también en llano












Aquí está un posible destino





A la búsqueda de la gran cascada










 
"Cruzando el longevo puente"

"A los pies del gran torrente..."

"Rincón con un singular encanto"
Salto del Pedroso










       Emprendemos la vuelta  por la deleitosa senda, atrás dejamos la aldea  del “arzobispo” y la profusa dehesa buscamos en la ancha vía. Arrojo y coraje en la reducida escuadra para perdernos en el sereno encinar. Como acertadamente dijo un sabio “ el cabalgar, el viajar y el mudar de lugar recrean el ánimo….”; espaciosos terrenos de grano cultivado y el campo con un  florido atuendo engalanado.  “El Gran Maestre” pide parada en la sombra, “quiero consultar el plano digital…..”. Esta escena, creo que me suena, “no os preocupéis, que es sólo para concretar…..” Nos adentramos en un laberinto de encinas,  pasamos por labranzas y otras haciendas menos discretas,  el  laureado rincón del sapo también nos acoge,  circunvalamos  la villa del “maestrillo”, “¿qué raro me parece?”, ¿tendrá alguna “cuenta pendiente” con algún “vecino”? En nuestro caminar, abundantes cultivos para almacenar y una yeguada preciada y ejemplar. Cambiamos el rumbo por otra vía, “parece que al Gran Maestre se le agotan las pilas”, “pero éste es tenaz y le sobra pundonor”. El amigo Alberto, tira “palante” que ve la hora y  tiene prisa,  los escuderos  a la escolta del “ líder ilustrado”; a nuestro paso,  ganado bravo por las altas cosechas tapados y “caminando hacemos camino al andar”  por el estirado llano al tran-tran.  En el valle esmerado  de pastos y forraje colorido,  la aldea veleña se esconde detrás de la intermitente arboleda y parajes ya conocidos……Llegamos al punto de partida,  tras la hazaña lograda, con tiempo y antes de la comida.  Felicitaciones en el trío "burriclista" por la gesta acontecida, JoseMa  con un gesto gladiador,  celebra el título conseguido….

"Diversión por la senda del Pedroso"

Por las alturas del  Río Tajo

Postal desde un privilegiado lugar
Abandonando la localidad puenteña









Adentrándonos en la dehesa 
"....por el encinar labrado..."

"....por caminos asilvestrados..."
"....y de altas hierbas sembrado..."

















"....hacia el rincón del sapo..."
"Camino de Navalcán....."











"...hacia la villa transitada..."
"....por campos ya cosechados..."







"El gesto del valiente guerrero...."

"Cañada Real....."









     




      En definitiva, ruta circular y llana de 75 kms, lo principales caminos transitados, han sido,  la ida por la  Cañada Real Leonesa Oriental. La vuelta, por el  Camino de Puente a Alcañizo, camino de  Navalcán. También,  la ruta ha transcurrido por las  dehesas de Pozuelo, El Sapo y un tramo de vía en paralelo a la autovía para volver a coger la Cañada Real.  Hemos pasado por las localidades de Puente del Arzorbispo, Alcañizo y por las inmediaciones de Alcolea del Tajo y El Bercial. Además de visitar la Charca del Pedroso que era nuestro objetivo.


Buen día…………SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

martes, 21 de mayo de 2013

Ruta: Los Arrieros 2013


     Domingo diecinueve de mayo,  mañana serena y de temperaturas agradables, a pesar de las predicciones, buen tiempo para la jornada.  Acudimos al lugar de encuentro, lugareños y buenos amigos de otras villas y provincias. Desde estas líneas,  me tomo la licencia de hacer un comentario subjetivo: muchas gracias a los acompañantes que habéis acudido a la llamada de los “caminos arrieros”, a aquellos que  habéis venido a disfrutar y/o a sufrir y por supuesto, no me olvido de aquellos que les hubiera gustado estar aquí y por un motivo u otro no han podido acompañarnos. “Taitantos” “burriclistas” con nuestras  “bestias”, alforjas y “aguaeras”, bien llenas y dispuestas  para la aventura  arriera. Ajustamos las resignadas acémilas con sus achiperres y “pa los cerros y andurriales tirando millas”.

     Comenzamos la etapa, un tramo de cañada y,   ¡¡¡¡qué casualidad!!!!!, por el carril de las mulas” a “visitar” la acogedora localidad  vecina;  los cerros del “museo de piedra” nos abren sus puertas, primeros “repechos y resoplíos” entre un valle de encinas,  el pétreo arrabal que domina la profunda e imperturbable calma y sirve de guía a la osada cuadrilla. Cruzamos otras villas conocidas y a la “cueva de San Marrupejo” el patrón,  vamos a presentar ofrendas y pedir “protección”…..Me adelanto para marcar “el buen paso”, al llegar, esperar, esperar y esperar. “Roberto en buena compañía” me avisan que no viene nadie detrás…..”¡¡¡¡No puede ser!!!! El “pelotón” se ha  desviado antes de ver el “camino balizado”…..Subimos por la trocha marrupeja, hacia el paraíso de  angostas  veredas y en el relajante altillo, “gestiones y la desconcertante  espera” (desde el salón, vemos una carrera)  mientras entran  “los despistados” por el otro portón. Nos adentramos en el antro de  “La Majada”;  entre “olvidados”  vallados berrocales, la esquiva armonía columpiada de las longevas encinas,  el trino del jilguero y el canto del cuco se adueñan de estos plácidos lugares, a nuestro paso,  una alfombra de hierba fresca en un mosaico de coloridas flores para hacernos los honores en una bajada impregnada de gratificantes aromas y variados “sabores”.

"Llegada al punto de encuentro"
"Carril de las Mulas"


     





"Marcha tranquila y distendida"
"El Águila de Alcañizo de guía"









"En la subida, momento de relax"
"Camino de Gamonal a Mejorada"








"Senda del Marrupejo...."
"Por los toboganes del camino..."


"Llegando al encuentro...."
"Camino de la Majada..."









"Rodando por la Cañada Real..."
"Preparando la bajada florida...."

    







      

     Llegamos a la cañada real, ¡¡¡¡sin novedad en la mesnada!!!, marchamos tranquilos y “algo picamos” , de todo hablamos y también del “leve descuido”, para darnos  un respiro; hacia “La Colosal Muralla” el inminente destino….”El gran maestre” el muy pillo  (“se desmarca de este “empinado” lío…”)  tira “palante”, “hoy no subo por el castillo, la princesa está en las sendas coquetas, donde haré guardia a la espera”. Comenzamos la subida a “la torreta”, “las jamelgas” relinchan, se espantan pero tiran “parriba” por los arcaicos y sufridos cerros, testigos fieles  del  efímero  tiempo y al paso de humildes pastores y arrieros. Entramos en la aldea “cagarrache” y en  Mejorada avanzamos hacia otros “cotos estratégicamente” resguardados. Suenan tambores, gaitas y dulzainas entre las callejas estrechas, un “arcoíris florido” entre perfumados  tomillos y esbeltas  retamas,  perdidas en un túnel de encinas;  “JoseMa”  (cual duende del bosque) agazapado  entre piedras y chaparras, inmortalizando  “la hazaña andorrera”. “No sé qué pasa, por todas partes los “flashes” se disparan”, entre las zarzas, detrás de la arboleda  poco engalanada, “hasta  los “paparazzi” nos acompañan en la marcha”- escucho a mi espalda- Abandonamos la “gruta del silencio”, bromas, risas y delirios en el grupo de los elegidos y alguna “parcelilla” que tendrá que tasar y deslindar el perito. Más tramos  empinados (“para no variar”)  y entramos en un laberinto de vegetación agreste; divertidas sendas entre desaliñadas  chaparreras, indómitos pasos entre helechos, “marullagos” y cardos asilvestrados y “ramos de flores” en el camino,  para los “burriclistas” congregados. Cruzamos pequeños arroyuelos, para adentrarnos en los pintorescos cerros; rincón salvaje con  “acceso” limitado, sólo para “tarambanas y piraos”. ”Cabalgamos” por ceñidas sendas en el “lomo” de la colina, por el “barrio” de la Cocinilla y las “veredas loberas”, para “abandonarnos” en el desamparado “callejón del  gamón”. Por el  pasillo de  la espigada  “avena loca” y sus “callejas” bien ataviadas, “la cruz de los escarriaos” avistamos; foto de rigor y  vistazo a nuestro alrededor……Emprendemos la marcha, dejando atrás la “excelsa andanza” por recovecos ratoneros y de altos vuelos.  En una rigurosa fila alineada,  nos lanzamos para dar por finalizada la jornada arriera….

"Vagando por la Gran Muralla"
"Esfuerzo en plena subida..."



   



"Buscando caminos escondidos"

"Bajada de la Herrería..."








"Veredas desde la óptica gazapera...




"Senda de Talavera a Montesclaros"





"Sonrisas y flores a nuestro paso..."
"Por parajes de cuento...."

"Salida de la senda del silencio







"Cerro del Arriero"


".....con estilo y mucho brío...."






"Burriclistas por la casa de la pradera"
"Senda del Bonal...."











"Trabajando en equipo..."


"Echando un vistazo al grupo...








"Por el Cerro de la Cocinilla...."



"JoseMa aguantando el tirón..."





"Arroyo El Guijo"






"Veredas Loberas...."


"Cerro de los Gamones..."







"Vistas de la Cruz del Niño"
Foto de rigor
"Camino de la Piedra Llana"










     En resumen, ruta circular de 60 kms, hemos transitado por la Cañada Real Leonesa Oriental, Carril de las Mulas, Camino de Gamonal a Mejorada, Camino del Hituero, Cerro de los barrancos (zona del Marrupejo), Camino las Majadas, Cañada Real, Camino de la Gran Muralla, Camino de Segurilla a Mejorada, Camino de Talavera a Montesclaros, Cerro del Arriero, Camino de los Huertos, Senda del Bonal, Cerros de la Cocinilla, Los Lobos, Gamones y Camino de la Piedra Llana. Los principales arroyos que hemos cruzado han sido, Marrupejo, Los Huertos y el Guijo. Hemos pasado por las localidades de Gamonal, Mejorada y Segurilla (ida y vuelta).

Pd: Roberto, JoseMa, Fernando, Martín, Diego, muchas gracias por vuestra aportación fotográfica y agradable compañía.

Pd0: También agradecer al “Carpin” y Gabriel “Lamparillas” (miembros del Mtb Velada)  el que nos acompañaran en el primer tramo de la ruta.

Pd1: Para los amig@s del Valle del Tiétar y demás invitados, muchas gracias por acompañarnos y un placer el poder  disfrutar de vuestra compañía.


     Buen día………SALUD

  
“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”