Sábado (27-08-2022), cinco caballeros veleños madrugamos y marcamos la salida -previo acuerdo- en “la casa del Relatero”; con las burricletas prestas y bien dispuestas, continuamos con las etapas de montaña. Ruta marcada en “rojo” en nuestro calendario burriclista, todos conocemos “esta plaza” y como se las gastan por estos lares, “leyendas urbanas y de terror” que resuenan por la comarca, sobre la subida a Las Antenas Pielagueras.
Comenzamos la jornada entre dos
luces, haciendo equilibrio en la fresca
mañana, todo un lujo “ver amanecer” en directo, “de verdad”, sin tapujos, ni
virtual. En ayunas –todavía con legañas- nos escapamos por la portera “de La Gamonosa”, disfrutando, arropados con
el jovial despertar del nuevo día. Nos
escurrimos por el placentero tobogán
cerrero, atravesando la animada localidad
de Mejorada, que en estos
días, disfrutan de sus fiestas veraniegas; música y algarabía
por las calles colindantes; ánimos,
canciones y vítores “por parte de los
aficionados que han madrugado.”
Atrás, dejamos las villas vecinas y nos
adentramos en la pantalla sembrada de continuos subes y bajas, camuflados entre
tomillares, cantuesos y un ejército de chaparras. En el pueblo de Marrupe, dos
compañeros (Alberto “El Maestro Ceramista” y Martín “El Fiero”) nos llevan
cómodos y guardan con mimo, “para que nos gastemos” y nos dejan a pie de puerto, para que breguemos con
la parte más dura de la jornada; nos dan la responsabilidad “de la jugosa
tostá” a los M-50. Escalamos por
el frondoso jaral hormigonado, todavía
“sin apretar” (Martín, aprende, jajajajajajajjajaja), avistando el izado
paisaje montañero y el prestigioso escenario, que nos encumbra o nos lleva “al
fuego del averno.” Hacemos una breve parada en la Hinojosa, para reponer,
“encendemos una vela y pedimos clemencia.”
La salida del pueblo ya es una
“declaración de intenciones” y una muestra de lo que será la prolongada cuesta,
resuenan los timbales y tambores de guerra, mientras ondean las banderas
veleñas; duros y exigentes rampones (al 20%), entre la sombreada y fresca
arboleda. Una profusa colección de pinos, castaños y robles que dan color y
brillo a esta “estación”, nos persiguen
en la entretenida ascensión.; de vez en
cuando, levantamos la vista para contemplar las espectaculares cimas y las
severas pendientes que nos “castigan y nos ponen a prueba” . Cortos y con
humildad nos quedamos para describir “esta trepada” –aunque la conocemos y cada
año repetimos- , contando sus
interminables rampones, poniendo cruces
y suplicando por llegar pronto a “su plataforma.” Desde aquí, nos
recreamos con los espectaculares fotogramas que nos invaden, pero todavía, nos queda coronar y arribar en el paraje
lunar; tramo, más cómodo y sombreado, “parece, que todo está hecho”, aunque
continuamos escalando, cada vez nos queda menos para aterrizar en el parque
engalanado con “su traje de hierro”. Desde la cumbre, disfrutamos de sus
genuinas vistas y de la tranquilidad que nos rodea; unos minutos para
hidratarnos y recuperar fuerzas,
fotografías de rigor, mientras nos asomamos por el deslumbrante ventanal.
En el camino de vuelta, más relajados,
disfrutamos del frescor y paz serrana,
descendemos entre el callejón del
tupido robledal y por el
distendido puerto, disfrutando de su magia y del cristalino silencio que nos
embriaga. Radicalmente, cambiamos de decorado
y cruzamos la irregular y vasta cañada, con alegría y esmero, sumando
más desnivel y tiempo en la colosal jornada. Para rematar la faena, antes de
clausurar y hacer más épica la etapa, desfilamos por los temerosos e incómodos
arenales, “esto, es como escalar otro puerto”, con lo que llevamos y traemos
puesto. Gabriel “Schwepping”, se doctora con nota y se lleva el premio al más
combativo en la montaña y el amigo Roberto “El Bueno” finaliza “crecido” por el
etapón que se ha marcado, se lleva el diploma de honor.”
Resaltar de la jornada, la espectacular etapa en general, sobre todo, desde La Hinojosa al alto de las Antenas; duras y exigentes rampas y larga subida, entre castaños, pinos y robles por los espectaculares paisajes que nos brinda “El Piélago” y las agradables sensaciones que se respiran y sienten en este entorno privilegiado y natural. “Mientras más grande sea tu meta, mayor será el sabor de la victoria.” “El tiempo no se ocupa de realizar nuestras esperanzas; hace su obra y levanta el vuelo.”
Resumiendo, ruta circular de 90 kms (1600 m. D+ aprox.), los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Camino de Cervera- Antiguo de Sotillo, Camino de Meregil (Lomo), Camino de Los Dornajos, Camino de Marrupe-Navamorcuende-Hinojosa-Almendral- Alto de Las Antenas- Puerto del Piélago, Navamorcuende-Sotillo-Velada (Cañada Real Leonesa Oriental).
Pd: Roberto, muchas gracias por tu
aportación fotográfica (3).
Buen día……..SALUD.
“…..mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”.