lunes, 29 de agosto de 2022

Ruta: Subida a las Antenas (Piélago).

Sábado (27-08-2022), cinco caballeros veleños madrugamos y  marcamos la salida  -previo acuerdo- en “la casa del Relatero”; con las burricletas prestas y bien dispuestas, continuamos con las etapas de montaña. Ruta marcada en “rojo” en nuestro calendario burriclista, todos conocemos “esta plaza” y  como se las gastan por estos lares, “leyendas urbanas y de terror” que resuenan por la comarca, sobre la subida a Las Antenas Pielagueras.

Comenzamos la jornada entre dos luces,  haciendo equilibrio en la fresca mañana, todo un lujo “ver amanecer” en directo, “de verdad”, sin tapujos, ni virtual. En ayunas –todavía con legañas- nos escapamos por la portera  “de La Gamonosa”, disfrutando, arropados con el  jovial despertar del nuevo día. Nos escurrimos por el placentero  tobogán cerrero, atravesando la animada localidad  de  Mejorada, que en estos días,  disfrutan de sus  fiestas veraniegas; música y algarabía por  las calles colindantes; ánimos, canciones y vítores  “por parte de los aficionados que han madrugado.”

Atrás, dejamos las villas vecinas y nos adentramos en la pantalla sembrada de continuos subes y bajas, camuflados entre tomillares, cantuesos y un ejército de chaparras. En el pueblo de Marrupe, dos compañeros (Alberto “El Maestro Ceramista” y Martín “El Fiero”) nos llevan cómodos   y guardan con mimo,  “para que nos gastemos” y nos  dejan a pie de puerto, para que breguemos con la parte más dura de la jornada; nos dan la responsabilidad  “de la jugosa  tostá” a los M-50. Escalamos  por el frondoso jaral  hormigonado, todavía “sin apretar” (Martín, aprende, jajajajajajajjajaja), avistando el izado paisaje montañero y el prestigioso escenario, que nos encumbra o nos lleva “al fuego del averno.” Hacemos una breve parada en la Hinojosa, para reponer, “encendemos una vela y pedimos clemencia.”

La salida del pueblo ya es una “declaración de intenciones” y una muestra de lo que será la prolongada cuesta, resuenan los timbales y tambores de guerra, mientras ondean las banderas veleñas; duros y exigentes rampones (al 20%), entre la sombreada y fresca arboleda. Una profusa colección de pinos, castaños y robles que dan color y brillo a esta “estación”,  nos persiguen en la entretenida ascensión.;  de vez en cuando, levantamos la vista para contemplar las espectaculares cimas y las severas pendientes que nos “castigan y nos ponen a prueba” . Cortos y con humildad nos quedamos para describir “esta trepada” –aunque la conocemos y cada año repetimos- ,  contando sus interminables rampones, poniendo cruces  y suplicando por llegar pronto a “su plataforma.” Desde aquí, nos recreamos con los espectaculares fotogramas que nos invaden, pero todavía,  nos queda coronar y arribar en el paraje lunar; tramo, más cómodo y sombreado, “parece, que todo está hecho”, aunque continuamos escalando, cada vez nos queda menos para aterrizar en el parque engalanado con “su traje de hierro”. Desde la cumbre, disfrutamos de sus genuinas vistas y de la tranquilidad que nos rodea; unos minutos para hidratarnos y recuperar  fuerzas, fotografías de rigor, mientras nos asomamos por el deslumbrante ventanal.

En el camino de vuelta, más relajados, disfrutamos del frescor y paz serrana,  descendemos entre el callejón del  tupido robledal  y por el distendido puerto, disfrutando de su magia y del cristalino silencio que nos embriaga. Radicalmente, cambiamos de decorado  y cruzamos la irregular y vasta cañada, con alegría y esmero, sumando más desnivel y tiempo en la colosal jornada. Para rematar la faena, antes de clausurar y hacer más épica la etapa, desfilamos por los temerosos e incómodos arenales, “esto, es como escalar otro puerto”, con lo que llevamos y traemos puesto. Gabriel “Schwepping”, se doctora con nota y se lleva el premio al más combativo en la montaña y el amigo Roberto “El Bueno” finaliza “crecido” por el etapón que se ha marcado, se lleva el diploma de honor.”

Resaltar de la jornada, la espectacular etapa en general, sobre todo,  desde La Hinojosa al alto de las Antenas; duras y exigentes  rampas y larga subida, entre castaños, pinos y robles por los espectaculares paisajes que nos brinda “El Piélago” y las agradables sensaciones que se respiran y sienten en este entorno privilegiado y natural. “Mientras más grande sea tu meta, mayor  será el sabor de la victoria.” “El tiempo no se ocupa de realizar nuestras esperanzas; hace su obra y levanta el vuelo.”
















                             






Resumiendo, ruta circular de 90 kms (1600 m. D+ aprox.), los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Camino de Cervera- Antiguo de Sotillo, Camino de Meregil (Lomo), Camino de Los Dornajos, Camino de Marrupe-Navamorcuende-Hinojosa-Almendral- Alto de Las Antenas- Puerto del Piélago, Navamorcuende-Sotillo-Velada (Cañada Real Leonesa Oriental).


Pd: Roberto, muchas gracias por tu aportación fotográfica (3).


Buen día……..SALUD.


“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.

lunes, 22 de agosto de 2022

Ruta: Circular, Subidas Puerto de Serranillos-Casa del Guarda- Puerto del Pico- El Sidrillo.

 

Domingo (21-08-2022) en este día,  nos llevamos el arco de salida a la zona recreativa de Playas Blancas. Cinco caballeros veleños nos inscribimos a la colosal “batalla”, hay “hambre” de montaña, ganas de aventura y retos de altura. Con las burricletas prestas y bien dispuesta, afrontamos y recuperamos otra etapa “pata negra”,  con “cariño” diseñada y presentada en el calendario burriclista para la presente temporada.

Comenzamos la jornada, perfumados con el frescor de la serena  mañana; atrincherados en el imponente paredón de pinos, escuchando las alegres melodías del riachuelo, entre parcelas bien cuidadas  y un jardín de  árboles frutales,  “con disimulo” vamos escalando la tendida y llevadera pendiente, con algún repecho sobresaliente. Sobre la marcha, amenas conversaciones “para hacer más entretenida la trepada” y alguna avería, sin importancia, gracias a  Francis “Sevilla” y sus “botes mágicos de aire.”

En  la acogedora villa de San Esteban, nos reciben con un mosaico de banderines de colores,  adornando sus callejuelas  y la serpenteante traca,  que nos indica el inicio de la fiesta montañera. Desde pie de puerto, nos “ponemos el cinturón” y afrontamos “la infinita subida”, en modo reservón; escalamos, guardando y “sin apretar”, disfrutando del entorno por el  relajante pinar, de los sombrajos que nos brindan y contando los pilones y chorreras que vamos encontrando; esperamos, nos agrupamos y saludamos a los cicloturistas con los que “nos topamos.”   Al fondo, asomando nuestro reto-objetivo, la cima mucho más alta que las vistosas antenas y las impresionantes panorámicas que nos regala la generosa montaña.

Todos,  coronamos la mítica cúspide y encendemos los intermitentes hacia la izquierda. Desde aquí,  duros repechones hormigonados y pistas empedradas, descolocadas y quebradas,  que hacen más dificultosa la exigente subida. ¿La recompensa? Las espectaculares panorámicas que se escapan de  la anchurosa explanada. Somos afortunados de estar encaramados en el prestigioso rincón; prominentes cumbres y  enigmáticos recovecos de sobra conocidos que avistamos desde el lujoso púlpito. Perdemos la noción del tiempo,  apalancados y embriagados  en el mágico y acogedor collado y más gratificante todavía, el ver la cara de satisfacción que lucen  mis compañeros de fatiga.

El momento de partida, bajadas escalonadas “para respirar”,  por sendas clásicas y  que nos quitan el hipo, con ampías vistas privilegiadas hacia los pueblos serranos (Hoyos Casero, Navalosa.). Continuos subes y bajas por el “calvero” del  parque lunar, maceteros de pinos por la prolongada y fugaz bajada que nos lleva al “Pico”. En este punto de encuentro, fotografías de rigor, temperaturas benévolas y por el  eterno e idílico descenso, planeamos y divagamos hasta el punto de partida. En esta ocasión, el premio de montaña, para el amigo Gabriel “Machaque” que coronó del tirón; para Francis “Sevilla”, el solidario galardón; a Martín “El Fiero”, el trofeo de combativo, por su osadía y tesón por “merendarse este etapón.”  Alberto, “El Maestro Ceramista”, recoge la medalla del triunfo, por llegar “sin apenas descansar.”

Destacar de la ruta, además de su exigencia física, la variedad de elementos que la componen; buena kilometrada de montaña, casi 1700 metros de desnivel acumulado, impresionantes vistas y paisajes serranos para el deleite de los sentidos y un lugar de ensueño, epicentro de esta etapa, plantado  en medio de la nada -y que hay que sudar para llegar- , rincón para el deleite y la contemplación, me refiero a la Casa del Guarda, sus inmediaciones y las espectaculares vistas con las que nos agasaja.  ”Nos busques que los acontecimientos ocurran como tú deseas, deja que sucedan como suceden y todo irá bien.” “Para aquellos que no saben a qué puerto se dirigen, ningún viento es favorable.”

 







                                    














Resumiendo, ruta circular de 67 kms (1700 m. aprox. D+), los principales caminos transitados han sido; Playas Blancas- Pista forestal el Amoclón, Vía Pecuaria C.R.L.O, GR 293, Mombeltrán-San Esteban del Valle-Puerto de Serranillos- Antenas- La Mesa, Casa del Guarda- El Horco- Puerto del Pico, El Sidrillo –bajada-, GR San Esteban-Mombeltrán, Vía Pecuaria C.R.L.O, pista forestal “El Amoclón”-Playas Blancas.


Pd: Francis, muchas gracias por tu aportación fotográfica (1).

 

Buen día…………..SALUD.

 

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.