Ruta: Circular La Estrella-Fuentes.

 

Miércoles (1-05-2024) seis caballeros veleños nos presentamos al habitual punto de encuentro, con  dos “cachorros” (Master 30) que vienen con fuerza desde la  cantera. Con las burricletas prestas y bien dispuestas,  para afrontar la contienda en este día de fiesta.  Varias propuestas –largas- sobre la mesa, al final, improvisamos una nueva alternativa – mejor, circular- según los congregados, para adentrarnos en el pulmón de la Jara.

Comenzamos la etapa  con temperaturas “algo bajas” y con el animado aire de cara, para no variar; esquivamos  “el tramo directo” , callejeando  por caminos más  llevaderos. Como la jornada se presenta “hardcore”, a primera hora, amenas conversaciones por la serpenteante avenida, bien “posicionados” comentamos jugadas varias “por la raya”, haciendo turismo rural por las calles de Calera, antes de salir a “La Vía de la Jara”.

Por la estirada pista, aunque “lo intentamos”, la contundencia del  Eolo nos hace contemplar el paisaje a “cámara lenta”; túneles  reducidos,  estaciones abandonadas, la vistosa presencia del tajo, el imponente  viaducto de Francis “Sevilla” a través de la pista desaliñada y “algo olvidada”, cabalgando  por el disimulado desnivel; la movida mañana, nos tiñe un escenario que anticipa la  épica.

Cuando abandonamos “la vía”, todavía aumentan más las rachas de aire, a esto, le tenemos que añadir, la continua ascensión: admiramos la espectacular sierra y el entorno donde estamos envueltos; arriba en la cima,  “la garita” testigo de nuestro “fatigado paso” –aunque hoy,  no es el objetivo-. Cada cual como puede, esperamos y nos agrupamos, incluso la bajada al pueblo se hace “complicada”;  San Eolo, nos coloca un muro para amortiguar “la velocidad”. Entrada triunfal en la pequeña localidad, con  parada obligada, para reponer fuerzas, fruta fresca, dulces, refrescos y café….”los torreznos gigantes”, -aunque todo era ponerse-, para otra ocasión.

Reemprendemos la marcha,  previa indicaciones, -tampoco había mucha dificultad-; nos adentramos en las profundidades más salvaje de la serranía, entre un mar de jaras, por una irregular orografía, cuidadosamente arropada con  perfumes límpidos y cristalinos; algún repecho todavía nos pone a prueba….y cuando volvemos a salir a la concurrida pista jareña, ¡¡¡no lo podemos creer!!! Nos vuelve a dar el aire de cara, fuertes rachas cambiantes que nos entran por “todos los costados”. Suenan las trompetas y los tambores, “parece que hay prisa por llegar”; Alberto “El Maestro Ceramista” y Martín “El Fiero” marcan “un ritmo alegre” para aligerar los fotogramas; en ocasiones,  algunos relevos, otras veces a la sala de recuperación -para ver el movimiento desde el salón-  y “las jóvenes promesas” –sobrados- también tienen sus kms de gloria desde la primera línea. Con el aire a favor, todo más sencillo, aunque tenemos que reducir, “tiramos del ramal”, mirando de reojo a la retaguardia, por la demandada vía. Desde Calera, nos colamos en el canal, correspondencia con línea directa, a la parrilla de salida, aunque Francis “Sevilla” se empeña en redondear  al centenar.  

Destacar de la ruta, el espectacular tramo desde la localidad de  Fuentes a la incorporación de la Vía Verde; un tramo salvaje, rápido,  situado en el interior de la sierra, con impresionantes vistas de la acogedora comarca y ocultos rincones que se dejan ver. Además, comenzamos con las kilometradas, sobrados de motivación e ilusión por dar respuesta a los   nuevos retos -un año más, nos quedamos sin calendario- . “Quizás el truco está en no perder la ilusión cuando ya lo hemos conseguido.” “Ten paciencia con todas las cosas, pero en primer lugar, contigo mismo.”

 

Resumiendo, ruta circular de 95 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cuadros de la Vega, Camino de Chilines, Monte Nuevo, Vía de Servicio N-V, Camino de la Raya de Chozas-Calera-Vía de la Verde-Aldeanueva. Carreterín de La Estrella-Fuentes- Vía Verde- Calera-Canal Bajo del Alberche-Gamonal-Velada.

                                            

                                             

                                               

                                               

                                              

                                             

                                             

                                             

                                              

                                             

                                             

Buen día………SALUD.

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”

 

Ruta “La Segurillana” circular: Subidas El Bonal-Herrería-Vertedero-El Riscal-La Gran Muralla-Valdecolmenares-Atalaya.

 

Domingo (28-4-2024), siete caballeros veleños nos presentamos puntuales (8:30 h.) al habitual punto de encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas para afrontar una etapa cerrera-montañera. De las propuestas presentadas, -toca etapa de montaña- por lo tanto, nos apuntamos a “La clásica Segurillana”. Alternativa exigente, pero adaptada y con diferentes  escapadas –para quién/es quieran acortar- sin salir de Segurilla.

Mañana fresca al iniciar, ataviados para afrontar cualquier contingencia que nos brinde la jornada. Comenzamos la etapa saliendo de la villa veleña, con el punto de mira fijo en el repóker de subidas. Amenas conversaciones “llaneando”, antes de tomar el pulso y comenzar la multi-escalada; por el laberinto del “Bonal” no nos “cebamos”, rastro del aguazo de las lluvias caídas en las últimas horas; “esta magra”,  nos sirve para tantear y calentar, ya que la empresa se presenta “interesante”.

Pasamos de “refilón” por la localidad de Mejorada; “ya calentitos y animados”; por el tobogán de “La Herrería”, entre coloridas vistas, aterrizamos en la vasta cañada. Desde aquí, nos colamos en la plácida senda, animada por las alegres melodías “pajariles” y la apacible estampa del tupido arroyo. La escalada se presenta “sin sobresaltos, reservones”, al tran-tran –esto no es para hartarse-. Francis “Sevilla”, nos alerta “que va tocado, por un accidente doméstico.” El amigo Gabriel “Machaque”, venido arriba, nos comenta que “esta pletórico pluscuamperfecto” en pleno ascenso; risas y bromas facilonas para hacer más llevadera la segunda trepada.

En la villa “cagarrache”, -por el horario- dos compañeros deciden acortar y optan por tramos más llevaderos. Los demás, nos enfilamos hacia “El Riscal”, en pleno descenso, saludamos a otros tantos burriclistas que se desvían hacia otros rincones. El quinteto restante, nos configuramos “otra vez”, en modo escalada; duros “rampones y desniveles exigentes” que nos ponen a prueba por los empinados parajes cerreros. Esperamos, nos agrupamos y controlamos la retaguardia, que bregan como jabatos. Por estos lares, la cámara de fotos –se queda en off- por lo que,  las secuelas se quedarán en las piernas.  Después del tercer susto, paramos a repostar y coger fuerzas; fruta fresca, dulces y los más osados, con bocatas; así se llena la andorga.

Para el último asalto, seguimos perdiendo unidades – por motivos caseros- y nos enfilamos a poner la guinda en el pastel. Sobrevolamos las lúcidas callejuelas y la efímera bajada nos lleva hasta las puertas de la infranqueable fortaleza: los duros desniveles –del 20%- nos retuercen y nos hacen dar lo mejor de cada uno; curtidos en miles de  batallas, coronamos con éxito cada “torreón”, hasta arribar en la cómoda cima. Desde aquí, para redondear y rematar la etapa, apretón para triunfar en  la tachuela de “La Atalaya”. Cuando creemos que está todo hecho, el amigo Alberto “El Maestro Ceramista”, nos invita a bajar por “La Portiña”, para rodar y estirar las piernas, “ya que vamos a llevar el aire de cara”. Pues dicho y hecho –forzados-, “además,  relajados”;  pues eso, en un abrir y cerrar de ojos, nos hacemos con el canal, “llaneamos” por las Zuecas. Roberto “El Bueno”, se matricula en “combinadas”, este año está “en vena” y después del último hachazo,  se lleva “el premio de la Gasolinera.” Desde aquí, algo más “apaciguados”, dejamos al amigo gamón y nos despedimos hasta la próxima “expedición”……..

En definitiva, ruta circular de 71 kms (1150 m. D+). Los principales caminos transitados han sido; Camino de Los Perales-Molino de Vientos-La Mojeda-El Baldío, Camino de los Huertos, Camino del Bonal, Camino de Velada-Mejorada, Camino de la Herrería (Madroño), Cañada Real Leonesa Occidental, Senda del Ruiseñor, Subida del Vertedero, Camino del Hituero, El Riscal, Subida de la Gran Muralla (Camino Buenaventura), Camino del Vertedero, Camino del Mojosal, Subida Valdecolmenares-Subida de la Atalaya, La Portiña, Canal Bajo del Alberche, Alto de las Zuecas,  Polígono Torrehierro, Gamonal-Velada.

 Pd: Alberto, muchas gracias por tu aportación fotográfica (2).

 Pd1: Las fotografías están en orden inverso a la realización de la ruta. 

 

                                                            

                                                            

                                                

                                               

                                               

                                               

                                               

Buen día…………SALUD.

 

“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…..”

Ruta: Motores-Tiétar (Navalcán).

 

Domingo (21-04-2024), nueve caballeros veleños nos presentamos al habitual punto de encuentro; con las burricletas prestas y bien  dispuestas, afrontamos la jornada dominguera. Poco a poco,  se van animando, “más de los habituales”  y nuevas incorporaciones –que quieren probar-, para poblar y dar colorido a los conocidos caminos. Sobre las alternativas que tenemos encima de la mesa, elegimos “los motores” y subidas navalqueñas, para meternos en faena.

Comenzamos la etapa, puntuales –unos más que otros- y aprovechamos,  para cambiar la hora de salida a partir de la semana que viene (8:30 h.) por eso,  de “hacer algo más” . Alberto “El Maestro Ceramista”, propone “la dieta de las cuatro horas”, mientras, sin apenas hacer ruido, abandonamos la villa veleña. Elegimos por el camino del pantano –por eso de no cruzar el río-, a nuestro paso, profusos bancos de arena, barro y agua a granel –en el reculaje- para ponernos a prueba y “hozar” sobre los pasos más complicados.

 A nuestro paso una estampa tranquila, florida y sosegada. Amenas conversaciones,  circunvalando  “el terralgo” antes de arribar en Navalcán. Desde aquí, continuos subes y bajas, asomados al balcón de Gredos, que todavía presume de nieve en sus puntos más altos. Por la rápida bajada, “todo esto habrá que subir” se escucha entre los integrantes, rescatamos agradables fragancias de la variedad aromática,  que reposan en las limpias cunetas. Sin darnos cuenta,  aterrizamos a los pies del cargado río. Minutos para repostar –no hemos hecho hambre todavía- y recrearnos con  las lujosas vistas y tranquilidad que nos brinda el privilegiado entorno.

Después del merecido descanso, toca escalar, “cada cual como pueda” y “sin apretar” –siguiendo con nuestro lema-; entre un mar de encinas, curvas y pasos quebrados vamos salvando los tramos más empinados y la estirada ascensión….Esperamos y nos agrupamos, “por la retaguardia comienzan a flaquean las fuerzas”. Viramos hacia “El Parral”, continuos subes y bajas después de la fugaz bajada; envueltos en un paisaje cerrero,  las jaras floridas inician su particular ritual, para blanquear el paisaje ideal; de fondo,  la estampa serrana nos ofrece sus mejores galas, a la vez, que  refresca las temperaturas y nos hace más amena los pronunciados tramos empinados.

Cuando salimos del entretenido circuito, decidimos “acortar la ruta” y  volvernos para casa, por precaución y evitar sobresaltos. Elegimos la opción más corta y directa, por el camino “parrillano”. Al comenzar la jornada, queríamos evitar mojarnos, a la vuelta nos metemos hasta las rodillas en el bravío río y, recordamos aventuras pasadas de hace bastantes temporadas (“pero con lluvia y frío”). Desde aquí, tenemos que reducir la marcha y auxiliar “al herido”. Martín “El Fiero” y Francis “Sevilla” (La unidad de emergencia), hacen de remolque a base de empujones (también, recordamos escenas semejantes de otras jornadas). Echamos “una cuerda” por lo que pueda pasar….Pues eso, que la historia tiende a repetirse…..Y por si fuera poco, para echar más ingredientes en “la olla”, en la vuelta nos atiza el aire de cara.

Destacar de la ruta, los parajes navalqueños, entre montes, por las inmediaciones de la sierra del Águila, con las impresionantes vistas de la sierra de Gredos. Además, volvemos a cruzar el río Guadyerbas, “como antaño”, generoso de agua y corrientes, generando dudas antes de pasar, escalamos alambreras y se vuelve a “remolcar”. “Mientras nosotros posponemos la vida acelera.” “El mayor acto de valentía no es enfrentarse a los enemigos externos, sino enfrentarnos a nuestros propios miedos y limitaciones.”

Resumiendo, ruta circular de 61 kms. Los principales caminos transitados han sido; Camino de Arenas-Parrillas-Navalcán, Camino de Los Veratos, Camino de Navalmoral, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Talavera, Camino de Valcasillo, Camino de la Rondera- Río Tiétar,  Carril  de Pan y Agua (El Parral), Camino Arenas-Navalcán-Parrillas-Velada.

Pd: Roberto, gracias por tu aportación fotográfica.

Pd1: Las fotografías están en orden inverso a la realización de la ruta. 

                                                    

                                                    

                                                  

                                                 

                                                

                                                

                                                

                                                

                                               

                                               

                                               

                                               

                                              

                                              

Buen día……….SALUD.

 

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo por andar sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”