Iniciamos la marcha por la vega ¡¡¡ya está!!! La lluvia hace acto de
presencia y en el grupo “tenemos la mosca detrás de la oreja”; “nos acompaña algún
“cenizo”, en anteriores etapas, no ha llovido en todo el camino…” “…el trío de
aludidos mira hacia el cielo…” toca ponerse el chubasquero, lo que digo, “esto
va en serio….”. En la aldea de Gamonal, parada obligada para resguardarnos
del tempranero aguacero y “deliberar”, “¿qué hacemos?” ; “reunión de pastores”, alguno
quiere abandonar el chozo, “no se ve claridad y el día está cada vez más
cerrado”; decisión final, “la suerte está echada, vamos a continuar y ver hasta
dónde podemos llegar…”. Marchamos por el
asfalto empapado, a nuestro paso, campos
inundados en un mosaico de vivos colores
que nos llevan hacia el canal “camuflado”. La marcha es amena y
divertida entre bromas y “chismorreos” que provoca la intermitente lluvia; por
la “retaguardia”, unos “burriclistas” de
“Talaverilla” se unen a la atrevida cuadrilla; “parece que hemos despistado al temeroso chubasco”. Atrás dejamos la “gran acequia”, oculta entre la arboleda y
el olor a la hierba fresca. Cambiamos de
“pantalla”, la vía verde nos espera,”
¿qué fue del amenazante diluvio que nos quería doblegar?”; interminables rectas, cultivos de alfalfa tiñendo el horizonte, regueros de agua cristalina en
las cunetas, el agradable aroma a cañas
mojadas y el paso por el interior de perdurables
túneles , encaminan a la valerosa
mesnada hacia la imponente “creación” que sobre el río se levanta. Paramos
(los “burriclistas” invitados siguen la marcha) momentos para “la
contemplación” y de revisar “el zurrón”; variadas frutas, también pasas, “dulces”, otras viandas y turrón para endulzar al “pelotón ”.
Llegando a la localidad calerana |
"Panel informativo" |
Tras “el recreo”, emprendemos la marcha, una débil lluvia hace acto de presencia en la vía, pero a “estas horas” la escuadra de colores, no se amedranta y continúa la jornada; “parece un desfile de modelos”; “ahora me quito, ahora me pongo, me detengo, “palante” y “pose” para el retrato…”, ¡¡¡Vaya mareo que llevan los chubasqueros!!!.Por el “carreterín” de Alberche vamos de “vuelta”, vastos terrenos labrados y huertas bien” regadas”, el prolongado azarbe que comunica todas las parcelas camperas, la omnipresencia del Tajo a nuestro paso y en todas direcciones y a lo lejos sobre “Los Cerros”, oscuros nubarrones y fieles chubascos, se ciernen desafiantes; “estamos teniendo suerte, por dónde pasamos, ya ha descargado”- se escucha en el grupo relajado; ahora, una ventisca de aire “racheado” se “apunta” a la ruta, para animar el “cotarro”. Atrás, dejamos la villa alberchana, por todos lados el “rastro” de la nube esquivada y las ráfagas de “Eolo” se empeñan en hacernos compañía hasta la aldea gamonina. Aquí, los compañeros de fatiga dan por terminada la etapa y para casa marchan. El amigo Ángel y el que escribe, queremos hacer una incursión por “territorio hostil” en el día de hoy (“por eso de comprobar la regularidad del terreno…”). Por los cerros colindantes, nos damos un merecido homenaje; agua transparente “atrapada” en pequeños torrentes, tomillos engalanando veredas y caminos y piedras con musgo resbaladizo entre “chaparras” poco ataviadas, nos acercan a monumentos enaltecidos. Un tobogán de sensaciones (y de “repechos”) que brotan en estos místicos e imperturbables parajes, nos hace la mañana un poco más confortable por el refugio de trochas “vándalas”….y hasta hace “poco” olvidadas. Dejando atrás estos andurriales y pasos gratificantes, damos por finalizada la jornada y nos encaminamos al punto de partida (y llegada).
"Carreterín de Alberche" |
"Llegando a Alberche" |
"Sin comentarios..." |
Otro día de “suerte”, mucha diría yo, ya que comenzamos la mañana con una ingenua y benévola lluvia, que nos respetó y no nos obligó volver para casa. Eso sí, durante la etapa y desde distintos puntos, hemos podido observar como a lo lejos (y no tanto) el cielo estaba “descargando”. De igual manera, sobre la marcha, hemos comprobado como al paso por las localidades vecinas, las nubes habían sido generosas con las mismas. Vamos, que hemos estado jugando al “ratón y al gato” con los aguaceros mañaneros. Esto, no quiere decir, que un día no lleguemos a tiempo “… tanto ir el cántaro a la fuente…..”
En definitiva, ruta circular de 63
kilómetros; hemos transitado por el Carril de las Mulas, Carretera de Gamonal a
Alberche, Canal Bajo del Alberche (dirección Calera), Vía Verde, “Carreterín de
Alberche”, Camino de Gamonal a Mejorada. Hemos estado en el Puente Amador (vía
verde) , también, y ya en territorio
cercano, por los Cerros de los Gamones, de Los Lobos y por los de la Cocinilla. Hemos pasado por las localidades de Gamonal,
Calera y Chozas y Alberche.
Pd: Roberto,
muchas gracias por tu aportación fotográfica.
Buen día………SALUD
“mil caminos
por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”