jueves, 31 de diciembre de 2020

Ruta: "Fin de año 2020"

Jueves, treinta y uno de diciembre, en el habitual punto de encuentro,  acudimos tres caballeros veleños;  aunque Oscar “Charcos” -hijo del amigo Nico- , es aspirante en prácticas, seguro que da la talla. Notables ausencias para la especial-clásica etapa, debido a causas varias. Vamos a despedir el año,  como los anteriores -mientras el cuerpo aguante y las circunstancias nos lo permitan-, montando en nuestras burricletas; la ruta es lo de menos, lo importante,  es pasar una mañana agradable y amena, para que sea una jornada de fiesta. Lo dicho, para tal fin, nos vamos de “comilona”,  vamos a degustar  un copioso plato combinado de “repechos y sendas”.

Comenzamos la jornada con el termómetro por los suelos, ¡¡¡dos grados bajo cero!!!¡¡¡Qué alguien encienda las parrillas y los fogones!!! Pero nos sobra arrojo y tesón para afrontar “el menú” de  la última jornada del año. De primero, tenemos  entrantes fríos, atravesamos “El Baldío Siberiano”, con los arenales helados, escarcha y hielo en los charcos, como afilados cuchillos, parece que se nos mete el frío en los huesos. Cuestión de nada, porque nos ponemos a subir “El Bonal” y cogemos temperatura a media altura; escalamos con entusiasmo y estilo, ¿dónde está el frío ahora? Sorbo a sorbo nos “trasteamos” la calentita sopa de marisco, para entrar en calor y abrir más el apetito. Mientras nos cocinan los demás platos, atravesamos las villas cerreras de Mejorada y Segurilla; preparamos los cubiertos de lujo y empiezan a caer “bocados exquisitos” para los paladares más selectos y finos; canapés variados, platos  arte bien adornados y otros tantos, como tartars de pescado,  “bichos de corral” y sabores variados. Mientras atravesamos los angostos y bucólicos salones, con vistosos manteles,   engalanados con bordados de  “barbas de viejo”,  frondosas alfombras de musgo multicolor y alfombras verdosas “regadas con tacto”, para dar más encanto y atractivo al decorado rincón: “La vida es como andar en bicicleta. Para tener equilibrio,  debes mantenerte en movimiento”.  





                                         





                                              









Parece que nadie se quiere salir del banquete, y el amigo Martín “El Fiero”, nos propone tomarnos un sorbete de limón, “por la senda del terror”; pues eso, para hacer mejor la digestión; los comensales invitados, -lloramos de alegría y emoción-  tenemos buena boca, por lo que aceptamos esta ronda. Más platos ligeros, repetimos otros,  alguna raspa de liebre al zurrón,  para llegar bien a la cena, sin atracón. Por “los leñadores”,  picamos de una tabla de quesos variados y manjares varios, mientras movemos la mesa, nos asomarnos a la cocina,  para ver qué nos queda por llevar a la mesa. Cogemos la carta del salón, y vemos que tenemos otro “pastel pesado” y para rematar la faena, el delicioso postre; dulces de la casa, recién horneados en la cocina gamona. Nos hacemos con las viandas servidas, mazapanes y chocolate de sendas y trochas que nos dejan satisfechos y con la panza llena. Sobre la marcha,  "pagamos la cuenta" y  brindamos los congregados, con los mejores deseos para el inminente año nuevo: “Disfrutar al aire libre, hace que mi vida sea una aventura fantástica”. Hasta la próxima.


En definitiva, ruta circular de 45 kilómetros, los principales caminos transitados han sido: Camino de Los Perales,  Camino de Velada a Mejorada, Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Los Huertos, Camino del Bonal, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla. Camino del Hituero, Camino Antiguo de Sotillo, Senda Cervera, Camino de Meregil, Camino Fuente Esportilla (Senda del Pozo), Camino de los Dornajos, Camino de Meregil, Senda del Terror, Senda de Los Contrabandistas (Leñadores), Camino de Segurilla-Mejorada- Gamonal -Senda de la Encarnación-Cruz del Niño Perdido-Las Chuletas-Piedra Llana- Camino de Gamonal-Velada.


Pd: Martín, gracias por tu aportación fotográfica (2). 


Buen día…………SALUD.  


 “…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.

 

domingo, 27 de diciembre de 2020

Ruta: Circular Talavera de la Reina.

Domingo, veintisiete de diciembre, cinco caballeros veleños acudimos a nuestro habitual punto de encuentro; bien ataviados, hasta las cejas tapados y con las burricletas dispuestas nos disponemos a afrontar la helada contienda; hoy nos vamos “de pueblos, pasando por Talavera”.

Comenzamos la jornada a dos grados bajo cero, ¿quién nos mandará salir de casa? Con lo bien que estaría en casa, al calor de la chimenea, con un buen café y la bandeja de mazapanes y turrón, pero esto, de momento, puede esperar.  A nuestro paso,  postales blanquecinas dando color al llano escenario; los presentes de la escuadra veleña no nos achantamos y estoicamente,  aguantamos las embestidas de las bajas temperaturas,  con las que nos agasaja la osada mañana; sobre la marcha, cabalgamos perfectamente agrupados, de todo un poco hablamos y de vez en cuando,  “tengo los dedos helados”, -escuchamos-. Agradecemos,  los tramos donde nos resguardamos al sol, aunque el termómetro no llegue a cero, según nos informan los datos digitales que llevamos incorporados; a nuestro paso, cruzamos otras villas sin darnos cuenta, grandes extensiones de huertas y granjas heladas vamos dejando a ambos lados del camino marcado; saludamos a otros burriclistas y “corredores” de corto y nosotros,  resoplando y otras veces,  ni respiramos para guardar el calor. Atravesamos la ciudad de la cerámica por el carril bici; antes, unos kilómetros atrás,  la cámara del Relatero también se ha “congelado” y me falla en el momento menos esperado. Por la senda del río, nos exponemos más al temible frío, pero al sol -y sin aire, de momento-, el camino se hace más liviano y llevadero; nos recreamos y resguardamos por el sereno encinar, esquivando charcos con “caramelos quebrados”  y por la vía de servicio, asomándonos a otros pisos más elevados.









                                            







En la segunda parte de la jornada, nos toca escalar; tenemos dos “tachuelas”, que nos van a poner a prueba y de paso, “nos van a calentar”. Nos ponemos el traje de faena y “parriba que nos pillan”. Con solvencia y tesón, salvamos los primeros desniveles de la jornada; Francis “El Paciente” y Roberto “El Bueno”, disfrutan de su buen momento y se columpian por las alturas; Nicolás Charcos, al tran-tran le cunde escalar, además, tiene espíritu de superación y lucha, es duro de pelar; Martín “El Fiero”, no se arruga nunca, le da igual llanear que trepar, con cuatro salidas más y “algún pique sano”, nos pone firmes en las etapas más duras; por cierto, en este punto, ya no nos acordamos de los grados bajo cero. En los días menos agradables, continuamos vigilando y custodiando la inmensa red de caminos que jalonan la comarca, somos privilegiados al seguir en la brecha y disfrutando de los mismos y de espléndidas jornadas domingueras, bien abrigados con amigos y compañeros de fatigas: “Nos todos los caminos que elijamos en la vida serán buenos, pero algunos serán necesarios para crecer”. Otro día más, cruzamos las villas cerreras, con alegría recogemos el mapa rallado y plegamos los paisajes en la mochila, para planificar y organizar la próxima salida: “El mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la siguiente batalla”. Hasta la próxima.  

 Resumiendo, ruta circular de 60 kilómetros. Los principales caminos transitados han sido, Cuadros de La Vega, Carril de Las Mulas-Gamonal-Alberche, Camino de Aldahuil, Camino de Talavera, Cordel de Las Merinas, Camino de Espinosillo, Camino El Paraíso, Cerro Moro- Pepino. Camino de Pepino-Cervera de los Montes-Segurilla-Mejorada-Velada.


Buen día……………….SALUD.

 

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.