lunes, 25 de julio de 2022

Ruta: Villa de El Gordo y embalse de Valdecañas.


Domingo (24-07-2022) tres caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas, nos proponemos a realizar una jornada con llegada inédita. Importantes ausencias en la escuadra veleña para afrontar la etapa previamente pactada; entre vacaciones, días moscosos, autodescartes de última hora y bajas médicas, "estamos en cuadro." El objetivo marcado por "mayoría absoluta", es acercarnos al embalse de Valdecañas, adentrándonos en territorios cacereños.

Comenzamos la jornada por las plazas más cercanas, animados y con ilusión por el novedoso recorrido; temperatura agradable para empezar, anchos caminos de sobra conocidos, acogedores encinares a nuestro paso por las distintas localidades de la campana de Oropesa. Algún “problemilla” para configurar el itinerario “presentado”, pero improvisamos y después de alguna parada, nos quedamos con el circuito menos convencional. En esta ocasión, no hay asalto al castillo, ni toma de la villa, ni rescate de la princesa.

A nuestro paso, un buen número de granjas ganaderas de vacas y ovejas;  predomina el tapete amarillento en el extenso paisaje,  con incontables fardos de cereales, esparcidos por los amplios terralgos. Nos acompaña el grato olor a hinojo por las pistas bien señalizadas y de imprevisto, avistamos un par de corzos exhibiéndose delante de nuestro cabalgar peregrino. El efecto novedad hace acto de presencia y nos recreamos con los desconocidos paisajes y sus rincones más atractivos, ocultos dentro de los serenos  recovecos adehesados.

Sin novedad, arribamos en la villa del Gordo, con señales claras de fiestas recientes y “por el mismo precio” nos acercamos a conocer el “vaciado embalse”. Impresionantes rastros de “no agua” en el  vasto cuenco y  barcas varadas en “el estanque reseco”. Desoladora y triste la estampa que se presenta ante nosotros;  reconociendo el terreno y ojipláticos  nos presentamos hasta “la garita de prohibido el paso”.  Unos minutos de asueto, paramos a repostar y nos hidratamos con mesura para encarar el camino de vuelta.

De regreso, volvemos a remendar el trayecto conquistado, cabalgamos animados y con brío sobre la marcha, aunque también hay tiempo para "cháchara";  recogemos los caminos andados, cerramos los pueblos “de paso”; también, nos toca escalar alguna tachuela y “a pulso”,  nos ganamos un refrigerio en la villa de Oropesa. Por acuerdo mutuo, viramos hacia del Dehesón “del Estado” para “que cunda más y hacer más llevadera” la parte final. Alberto “El Maestro Ceramista”, se configura en “modo contrarrelojista” y el amigo Gabriel “Sweeping”,  creciendo cada semana y afianzando su rol de gregario en el  longevo pelotón.

Destacar de la jornada, en primer lugar,  “la conquista” de la villa cacereña de El Gordo y el famoso embalse de Valdecañas, con tramos nuevos y pistas desconocidas para ampliar nuestras rutas domingueras. Etapa prácticamente llana, muy rodadora, para “ponernos a tono” y sumar horas sobre las burricletas, pensando ya en el reto anual (Velada-Cáceres). A pesar de los días de calor y altas temperaturas, reconocer que la etapa ha sido bastante llevadera y bondadosa para “el trío burricista.” “ A veces hay que recorrer un camino largo para comprender……” “Solos, podemos hacer poco;  juntos podemos hacer mucho más…..”

 












Resumiendo, ruta semicircular de 95 kms. Los principales caminos transitados han sido, Cuadros de la Vega, Las Dehesillas, Carril de Las Mulas, Camino Real, Camino de Navalcán-Velada-Torralba-Oropesa-Lagartera-Herreruela-Camino de Calzada de Oropesa-Camino del Gordo-Embalse de Valdecañas-El Gordo-Camino de Calzada de Oropesa-Herreruela-Lagartera-Oropesa-Torralba, Camino del Dehesón del Encinar, Camino de Corchuela-Velada- Arenal del Lobo, Camino Real-Velada.


Buen día…………….SALUD.


“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.

lunes, 18 de julio de 2022

Ruta: Circular Cuevas del Águila.

 

Domingo (17-7-2022), cinco caballeros veleños nos presentamos al pactado punto de encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas, nos disponemos a realizar otra etapa “clásica” del  calendario burriclista. Ruta,  que agrada  y “cae”  bastante bien   dentro del pelotón, tanto a los ausentes como a los presentes; después de las propuestas presentadas, nos vamos a las Cuevas del Águila. 

Para comenzar, cabalgamos por los amplios terralgos de la villa, sin grandes sobresaltos y temperaturas a estas horas,  todavía benévolas; extendemos la moqueta de color por el relajado plató  y del  espeso encinar por arte de magia, aparece una piara de jabatos y rayones,  con sus carreras y saltos descoordinados  entre el pastizal,  alegrando el paisaje y a los integrantes de la expedición. Nos escurrimos por la acogedora y sosegada dehesa, los robustos mastines nos reciben con su concierto de ladridos, antes de  aterrizar  en la villa parrillana.

Desde Parrillas, nos configuramos en “modo escalada”; con oficio y solvencia, salvamos la llevadera subida, por “el vetusto camino”, con tramos sembrados de regueras y zarzas juguetonas, piedras salteadas y el carril divertido y técnico por la perfumada espesura de las jaras, y a la vez,  disfrutando de las deliciosas vistas que nos brinda la cordial serranía. Volamos por sus salvajes profundidades, entre el sombreado pinar y destrozados barrancos. El amigo Gabriel “Machaque”, se encarga de “limpiar el camino”,  retirando el  pino benjamín que nos impedía el paso. Bajamos hacia “el inframundo”, por el rasgado y efímero tobogán, nos recreamos con el frescor y castillo de olores impregnados en la orilla del riachuelo. Enésima cruzada por las  calmadas aguas, recordando otras hazañas pasadas; pasamos de largo por la conocida gruta; miradas al fondo, hacia  el apetecible escenario serrano, mientras por el carril asfaltado, entramos en la pedanía abulense; minutos de relax, para repostar e hidratarnos  “al abrigo” del generoso pilón.  

En la vuelta, Alberto “El Maestro Ceramista”, “nos abandona”, se sube a buscar las cumbres y  “el frescor de Arenas”. Los demás, nos montamos en la rápida cañada, bien organizados, cabalgamos juntos; nos adentramos en las variadas parcelas de “Navalahierba”, destacando “el esperado minipuerto”, amablemente  recostado  entre chaparras y el alineado jaral, recalentado; exhibición por la distendida subida y sus apetecibles vistas. Por la fugaz  bajada, entre el frondoso piornal,  ni rastros de sombras,  cuando el solano se remanga y “comienza a atizar”; nos divertimos por la tranquila pista y el tramo trialera para acortar el monótono descenso.  

Luci “Fromme”, a la cabeza nos guía por la cómoda travesía; el amigo Gabriel “Sweeping”, “se agarra” con fuerza, como la grama, a todas las embestidas. A nuestro paso, durante la jornada, subrayamos la fauna en acción; el espectáculo de los jabatos, rapaces danzando sobre la escuadra veleña, la ardilla saltarina a ras de tierra  y un par de liebres –sin consecuencias- que saltan por el río de arena y que  echamos a la talega. Sin novedad, atravesamos el vistoso secarral, sin sombrajos y “El  tío Lorenzo”,  atizando en serio. “El repecho criminal” para clausurar la etapa y el refrigerio final, incluye zumo de cebada fresca y el aperitivo, en casa del amigo Luci, mil gracias.  “No me asusta caer, ya sé cómo es, y aprendí a levantarme sin miedo.” “Acepta los desafíos para que puedas sentir la euforia de la victoria.”
















Resumiendo, ruta circular de 70 kms. Los principales caminos transitados han sido; Camino de Velada-Arenas-Navalcán-Parrillas, Antiguo Camino de Arenas, Sierra del Águila-Cuevas, Camino de Ramacastañas, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Navalahierba- Camino de la Cuerda, Camino Real de Arenas-Parrillas-Velada.


Buen día…………SALUD.

 

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.