lunes, 26 de octubre de 2015

Ruta: El mirador de las cruces (Cervera de los Montes)




     Domingo veinticinco de octubre, plácida mañana en la villa de Velada –con la hora cambiada en la madrugada pasada-; nueve caballeros veleños, acudimos al habitual punto de encuentro. Con las burricletas  bien dispuestas (unas más que otras)  y prestas para la inminente contienda, se repite “la cantinela de siempre”, tenemos que dar aire a la “penca”  del “Gran Maestre”. No hay propuestas claras  sobre la mesa y para no demorar, desde el consenso y mutuo acuerdo, partimos hacia la aldea de  Cervera a “explorar”.

     Comenzamos la jornada, por la tranquila y estirada  avenida ¡¡¡sin señales  de vida!!! A la búsqueda de “La Gran Cañada” nos dirigimos (“por si alguno no sabe dónde está”); desde aquí, avistamos el fortín de la Gamonosa, “otra vez comenzamos escalando”; cada cual como puede, se entretiene; Andrés “El Líder”, nos comenta, sobre el  romántico recibimiento, que “tan  agradable le hemos hecho”; esperamos más arriba, hasta que estamos todos; llde “El Suegro” –está “sobrao”- y  baja  otro poco, mientras otros,  nos divertimos “tirando fotos”; surcamos el apacible camino, al rebufo de la lúcida mañana, nos enfrentamos a sus cuatro repechos, de sobra conocidos  y  a la vez, tratando temas entretenidos. Cruzamos las villas vecinas –comentando las posibles sorpresas para el resto de la cuadrilla-bien agrupados marchamos, ritmo distendido y temas de actualidad para amenizar al personal. Trepamos otra  “imitación  de cuesta” y en el “cruce conflictivo” aguardamos a los rezagados;  desde la retaguardia  nos confirman que “El Líder”, se ha dado media vuelta “para no demorar”. Para los demás, se nos abre “el mágico portón”; la angosta senda, rebosante de encanto y rezumando diversión; pasos agrietados y escalonados por la ceñida vía, cercados de piedra y chaparras bien perfumadas, siendo testigos de la insigne estampa. Salimos del túnel del tiempo y afrontamos la rápida bajada, circunvalamos la aldea montesa  y en el tramo asfaltado, seguimos perdiendo unidades (Chema y Eduardo tienen prisa). Domingo “El Maca” también  amenaza  con  “desertar”, pero “El Gran Maestre” (-hay complicidad e idilio entre este par- ) le cuenta la milonga de no abandonar. Continuamos por “pasos ganaderos”, antiguos establos y rústicos cercados, “preguntamos por el buscado mirador”; callejeamos un poco, dejamos abiertas otras vías para investigar “otro día”, escalamos la pendiente de “Las Cruces” y arribamos en “el chiringuito del mirador”. Impresionantes vistas de la comarca, “otras plazas elevadas”  y las antenas del “Piélago” a nuestras espaldas; inmortalizamos el digno momento y de paso, repostamos; fruta fresca, pasas, frutos secos, dulces  y turrón blando, para “llenar la panza” y  endulzar la conquista cerrera.



     




















































        Reemprendemos la marcha, pero en este punto, Diego “Sin Miedo” coge el timón, “vamos a bajar por una senda de ficción (“desde estas líneas, queda cerrada –para bajar-  la convencional de hormigón”). Callejeamos por caminos cuidadosamente  vallados  y pasos  bien compactados; “está a las afueras y hay que girar hacia  la derecha” nos indica el  aventurero letrado. Dicho y hecho, giramos y comienzan a florecer exagerados adjetivos, gritos y vítores de admiración  por “la vereda del indio”, resuenan tambores de guerra, gaitas y alegres dulzainas por el secreto rincón; elfos saltarines y ninfas danzarinas coloreando el lienzo de “las diez  maravillas” y las vistosas sonrisas de los intrépidos “burriclistas”.  Roberto “El Bueno” quiere volver a empezar o el próximo domingo ¡a repetir! Los demás, más de lo mismo, salimos “muy crecidos”  de la senda indígena y  entre todos acordamos, buscar otros tramos y continuar investigando por “los rincones privilegiados”. Después de los dulces  momentos de deleite y delirios manifestados, salimos a la vía de las siete puertas; a nuestro paso,  senderistas y más burriclistas en el camino de la Portiña –además de la satisfacción contenida- jugamos entre el laberinto de pinos por la senda recreativa,  animados pescadores en el embalse resguardado y nosotros –por no dar la vuelta-  escalamos el tramo “más empinado y arreglado”; saltamos, mejor nos agachamos por  una retorcida alambrada –para no perder viejas costumbres- , y no podían  faltar, los minutos rigurosos de aventura (perdemos ¿o nos salimos? del ancho camino) y hacemos un campo a través, entre ramas choperas, montículos levantados y altas hierbas, antes de salir a la cañada extremeña. Desde aquí, cogemos la vía romera, pero hoy no es día de “hacer penitencia” y seguimos a lo nuestro, por parajes empapados de quietud y sobriedad,  que tenemos que adentrarnos en la encarcelada dehesa; sin novedad por el pausado encinar, todavía no nos hemos quitado de nuestras cabezas, el espectacular sendero, sembrado de tanta belleza; salvamos pequeños repechos, entre abandonadas y derruidas casas de labranza, dejamos atrás pasos coloridos y vistosos antes de llegar al Casar. Entramos en el polígono ¡¡¡vaya senda más ancha”,  y por la vía pecuaria “las fuerzas empiezan a fallar”, por lo que  bajamos alguna marcha antes de llegar a Gamonal. Despedimos al amigo gamón “hasta la próxima ocasión”; nos  hacemos con los placenteros  senderitos gamones –cada uno se divierte como puede- y  nos agrupamos, para llegar juntos al punto de partida. “Una sucesión de pequeñas voluntades, consigue un  gran resultado”, a buen entendedor……




  




























































        En definitiva, ruta circular de 53 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada- Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo Camino de Segurilla a Sotillo de las Palomas, Senda Cervera, Camino de Meregil, Camino de Cervera a San Román; Senda La  Alcornosilla, Camino de San Román a Pepino-Talavera; Portiña- Cañada Extremeña, Camino de Santa Apolonia, Camino de Los Contrabandistas (Valdelacruz, Malojo), Casar de Talavera, Vía Pecuaria, Veredas de  Gamonal- Velada. Hemos pasado por las localidades de Mejorada, Segurilla, Cervera de Los Montes, Pepino, El Casar de Talavera y Gamonal.



     Pd: Roberto, Diego, gracias por vuestra aportación fotográfica (7)


    Buen día………..SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 


martes, 20 de octubre de 2015

Ruta: ¡Qué os vais a mojar!



     Domingo dieciocho de octubre,  mañana con muchas dudas, por las lluvias de la madrugada pasada y el cielo cargado de nubes, la gran amenaza. Dos caballeros veleños y Blázquez el representante gamonino, acudimos al festivo punto de encuentro. Como dicta uno de nuestros “mandamientos”; “….aunque haga frío, nos abrase el calor, llueva o  caigan chuzos de punta….” : el fin de semana, nos vamos de ruta. Pues lo dicho, damos unos minutos de rigor y decidimos no alejarnos mucho, por lo que pueda pasar con el temporal.  

      Comenzamos la jornada, sin rumbo fijo, pero preguntándonos  “¿en qué momento del día nos vamos a jarrear?”, en esto, sí coincidimos. Por “La Gran Cañada”,  nos encontramos a Domingo “El Maca” bien acompañado de la Sra Ana, nos comenta que le hubiera gustado salir, pero  “hoy la ruta es andando” –por esto, de no parar-  y también nos avisa “que nos vamos a calar”. La Torre de la Gamonosa nos aguarda, mientras los cazadores entre las canteras camufladas,  van tomando sus  posiciones; la tempranera  escalada, no está nada mal para “calentar”; caminos “en su punto”, bien tratados por los recientes aguaceros; un aire límpido y cristalino,  acompañado de una temperatura agradable, pronostica una jornada otoñal para enmarcar. No tenemos prisa, comentamos temas varios, pero de los inmensos nubarrones no nos olvidamos. Llegamos a la villa de Mejorada, a lo lejos –o no tanto-  “resuenan las madrugadoras escopetas”,  un cabrero nos recibe “…y para no variar, también  augura sobre  “la que nos vamos a pillar”, mientras,  Eduardo “El Carpin”, asocia al “cabrío” con el monte, ¡pues no se diga más! ¡Al huerto a regar! También cruzamos el territorio “cagarrache” y por  sus serenas  vías, a la búsqueda de  pasos más enrevesados, vamos animados; escalones de piedras empapadas, encinas “chorreando” la nocturna llovizna;  un mosaico de olores embriagadores,  rezumando de la embrujada senda; el resplandeciente  musgo dando colorido a la ceñida callejuela de piedra  e insuflando  vida al encomiado paraje “olvidado”; a estas horas,  “el trío burriclista”, con pericia y tesón nos “colamos” en un cuadro  de ficción. Bajamos hacia el reformado puente y  entre la quietud cerrera, nos enfilamos a la hormigonada cuesta. Blázquez tiene un “lapsus espacial” y en este momento, no “sabe dónde está” y el amigo Eduardo, también hace un comentario del “perdido encanto” en este  tramo arreglado. A nuestro paso, encontramos a otros osados burriclistas, “la ninfa de las chaparras” liderando la marcha  y amablemente les saludamos. “Parece que comienza a chispear”,  esto son  “cuatro gotas” nada más; nos crecemos con el  amago del  chaparrón, pero no hacemos ni intento de sacar los chubasqueros del zurrón; tengo la sensación que jugamos con la amenazante lluvia, a la vez que retamos al cubierto firmamento  “¿pero esta empresa no para a merendar?”  Hacemos chistes fáciles (“vamos a destajo”, “no hemos hecho ni hambre” “…y así, no vuelvo al tajo”) bordeamos los establos ovinos de Segurilla y pactamos “la parada del plátano”  en la vecina aldea. Dicho y hecho y en la  tranquila plaza,  tenemos unos minutos para repostar, nos echamos unas risas con aventuras pasadas y con calma preparamos la vuelta a casa.












     









































     Reemprendemos la jornada, y otra vez el  oscuro cielo, empeñado en contarnos “un cuento de miedo”; decidimos llevar “al estoico  gamón” a su casa, por eso de alargar algo más la jornada; surcamos con alegría y mucho brío –y con una sonrisa de oreja a oreja-   las panorámicas cerreras con sus cuatro cuestas; al fondo el ejército de Las Piedras Caballeras,  vigilando la abigarrada frontera; disfrutamos de la amenazante aventura, de las cosquillas de la  tímida lluvia y de la apacible temperatura que flirtea con las dignas  alturas. Afrontamos la reconfortante bajada por una avenida de encinas, una postal perfumada de humedad,  el mágico ambiente,  luciendo limpio y transparente y haciendo lo merecidos  honores “al osado tridente”. Sin novedad, llegamos a la plaza de Gamonal, amarramos las burricletas,  entramos en la “taberna”, abrevamos y pasamos un buen rato, en compañía de Carlos  “El  tabernero”. A la salida, “si al final nos mojamos” – entre risas comentamos-  ratoneamos por  las conocidas calles, somos testigos de los descomunales nubarrones amenazando  por “los cuatro costados”, pero también,  de la buena mañana que hemos pasado; llegamos al punto de partida, estiramientos de rigor y “el esperado remojón” lo dejamos para otra ocasión: “hay frases que son como la lluvia, refrescan las ganas de vivir”.

 

    


















      Resumiendo, ruta circular de 42 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Senda de Los Barrancos (Marrupejo Largo-corto), Antiguo camino de Sotillo a Segurilla, Camino del Hituero; Camino de Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.


    Buen día………………..SALUD.



“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 



jueves, 15 de octubre de 2015

Salud sobre ruedas.

     
     “Todos” sabemos, de los beneficios que  aporta a nuestro cuerpo “por fuera”  –y “por dentro” ¿alma?- la realización de “cualquier” práctica deportiva; concretamente, comentaremos sobre  “el bienestar” que nos aporta,  el montar en  bicicleta de montaña (en adelante mtb). Independientemente de las reflexiones expuestas, ironías,  acuerdos y desacuerdos, abstenerse profesionales  (“que vivan de este negocio (trabajo) –que les dé para vivir”-), pseudo-profesionales y ETOs (Enfermos con Trastornos Obsesivos) a realizar esta lectura. Desde estas líneas, me voy a centrar en “personas no-pro”, que conciliamos trabajo, tiempo libre, estudios, carrera profesional, familia, casa  y “vida social”. Para aquellos, que “pasión, deleite y diversión”,  no es sinónimo de “obligación ni obsesión”. Dicen,  que en  la moderación y en conseguir  “cierto”  equilibrio interior,  reside la armonía de las personas, pero ¿cuál es este punto medio? “El hombre que se mantiene en el justo medio, lleva el nombre de sobrio y moderado”, todavía no me aclaro. 

        Después de “algunos años” con nuestras “burricletas”, épicas , cientos de aventuras y desventuras, otras tantas conquistas, aquí tenéis,  varias razones  por las que queremos continuar  haciendo mtb o por lo que te gustará practicar dicho deporte.




















a) Es saludable y beneficioso para el cuerpo: ya que tonifica los músculos, mejora el sistema cardiovascular y la circulación, ayuda a controlar el peso y además, ayuda a sentirse psicológicamente mejor (¿tendrá que ver  esto con  la segregación de endorfinas? –molécula de la felicidad-). “La salud es vivir en armonía consigo mismo”, “mens sana,  in corpore  sano”.












b) Porque es entretenido y divertido: lo podemos practicar con amigos y nos hacer reír y divertirnos mucho. Siempre habrá  anécdotas y batallas que contar. El deporte en sí,  siempre es divertido para quien lo practica con gusto. “La diversión es un tema de la infancia y hacerla continuar en los años siguientes es prolongar la juventud”.












c) Mejora las habilidades de coordinación y equilibrio: ayuda a mejorar la coordinación entre los ojos y demás partes del cuerpo. Se mejora los movimientos de las piernas, brazos, cintura, además de otras muchas  partes de nuestro cuerpo,  mientras mantenemos el equilibrio dando pedales.”No hay ningún secreto en el equilibrio. Lo único que necesitas es sentir las olas”.











d) Porque harás amigos: aunque salgas solo/a con tu burricleta, al final terminarás compartiendo rutas con otras personas. La práctica del mtb  también ayuda a conocer a otras personas  que comparten los mismos intereses que tú. “La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad”.























e) Aprenderás a trabajar en equipo: marcharás al ritmo del grupo, apretarás o aflojarás la marcha según las necesidades del resto de tus compañeros/as y mantendrás el ritmo del grupo casi sin darte cuenta. También aprenderás a  planificar rutas, excursiones, investigar otras nuevas y organizar eventos. “Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos, ve acompañado”, “las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes”.












f) Te organizarás mejor: nos ayuda a organizarnos, ya que reservamos determinado espacio de tiempo para la práctica de un deporte. Por lo tanto, estamos aprendiendo a aprovechar más y  mejor el tiempo –sin olvidar nuestras “obligaciones”- organizándote de forma más efectiva tú día a día. “El tiempo es más valioso  que el dinero. Usted puede conseguir más dinero, pero no más tiempo”. “Nuestro tiempo es limitado, así que no lo desperdicies  viviendo la vida de alguien más”.












g) Obtendrás gran vitalidad: Antes, durante y después de cada salida por el monte, podremos apreciar como la vitalidad invade nuestro cuerpo en momentos puntuales de la jornada. Al finalizar un ascenso interminable, al realizar una bajada a “velocidad de vértigo”, al mantener un ritmo constante durante cierto tiempo, etc. “La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar”.












h) Porque disfrutarás de paisajes únicos: al ser un deporte que practicamos al aire libre, llegarás a realizar rutas que difícilmente harías caminando, además,  de adentrarte en rincones “mágicos”. Verás y disfrutarás la naturaleza en todo su esplendor, con paisajes espectaculares,  que nos harán mantener la ilusión y ganas de volver a salir. “La mitad de la belleza depende del paisaje, la otra mitad de la persona que lo contempla”.





















i) Fomenta y potencia  otros valores: compañerismo, amistad, solidaridad, empatía, compartir, respeto, esfuerzo, constancia, etc. “Nadie que consigue el éxito lo hacer sin reconocer la ayuda de los demás. El sabio y confiado reconoce esta ayuda con gratitud” “Si has sido capaz de llegar hasta aquí, eres capaz de seguir  adelante. Levántate cada mañana y convéncete de que puedes hacerlo”.






     
























     Así que ya sabéis, estáis tardando en coger “la burricleta” para salir a dar “un voltio” por ahí, cada uno donde quiera/pueda.


      Fuentes consultadas: todomountainbike, webconsultas.


       Buen día…………….SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”