Estimados amigos/as y
compañeros/as, otro año más que dejamos atrás. Pero este año, ha sido muy diferente, cualquier actividad
deportiva realizada, épica, hazaña, aventura, nuestras rutinas diarias,
situación laboral, personal, profesional, etc
han quedado eclipsadas y "tocadas" por la pandemia mundial (COVID-19) que nos ha
afectado y puesto “patas arriba” nuestras vidas. Desde el mes de marzo, nos
hemos tenido que adaptar a la nueva situación, tiempos de cambios,
precauciones, responsabilidades varias, saber renunciar (a pesar de….) valorar,
echar de menos y apreciar en todas las
parcelas de la vida diaria . Desde estas líneas, me gustaría agradecer al
personal sanitario, bomberos, cuerpo de seguridad, maestros-as, comercios, sector de limpieza,
transporte, agricultores y ganaderos por
ser pilares fundamentales en estos tiempos tan complicados. Familiares de
amigos, vecinos y muchas personas, se han quedado en el camino, D.E.P. Mí más
sentido pésame a sus familias y allegados.
También, hemos tenido
que adaptar nuestra actividad deportiva desde que se dio el estado de alarma;
ciclismo de laboratorio, circuitos caseros, rutas solidarias desde casa, salidas por el término municipal,
grupos reducidos en las salidas, hasta
que poco a poco, se fue ampliando y
ensanchando el perímetro provincial, así
como las salidas a otras comunidades
para poder disfrutar de cualquier entorno natural -siempre, desde el sentido
común y la responsabilidad individual-, pero mirando de reojo al “dichoso
bicho”. Repito, nuestra actividad
burriclista, queda en un plano muy secundario -sólo es ocio-, cuestión de prioridades ante la situación
que actualmente, todavía estamos viviendo. Es importante, que cada uno/a de nosotros/as desde la responsabilidad individual, sepamos hacer autocrítica, hagamos balance de la situación, también podemos aprovechar para extraer alguna experiencia, suceso, vivencia positiva -algo bueno nos habrá pasado- y buscar nuestros aspectos de mejora, que seguro -que todos-as-, tenemos muchos. De todas formas, también hemos realizado
rutas por nuestros caminos más cercanos, en un perímetro de
aproximadamente treinta kilómetros y en
todas las direcciones partiendo de la
villa de Velada; las ya habituales salidas domingueras, rutas furtivas de entre
semana, que además, de práctica
deportiva, nos sirven de terapia para recargar las pilas, disfrutar del entorno
y en medida de lo posible, desconectar
durante unas horas del estado de alarma y del exceso de información tóxica y repetitiva -a menudo,
contaminada-. “No olvides….los tiempos difíciles vienen y se van, la tormenta
pasa y el sol vuelve a brillar.”
Un año más, continuamos
vigilando los caminos, veredas y trochas de la comarca, soportamos días de
calor, días de lluvia, nos enfrentamos a las bajas temperaturas, días de fuertes heladas y escarcha, a violentas
rachas de aire y a las inclemencias del
tiempo, que cada día nos “reciben con los brazos abiertos.” En cada salida,
intentamos disfrutar, desconectar, reforzar la amistad, hacer grupo, valorar el
entorno en comunión con los paisajes propuestos y el gran privilegio que tenemos, de continuar disfrutando con el entorno natural que nos rodea: “La vida nos da oportunidad de escribir, corregir y mejorar
nuestra historia todos los días”. Debido a la situación descrita anteriormente,
durante estos meses, no se había hablado -normal- del reto anual, como si no se fuera a realizar. Pero una
semana antes de la fecha “pactada” (Todos
los años, primer sábado del mes de octubre), en plena ruta dominguera, “que si
sí”, “a que vamos”, entre pitos y flautas, medio en broma, medio en serio, “nos remangamos” y acordamos que había ruta.
Nos vamos a Plasencia. Reto de 128 kilómetros, que nos puso a prueba, ya que,
durante ochenta kilómetros aproximadamente, fuimos con el aire de cara -para hacer más
épica la jornada-. Allí, nos esperaban nuestras familias, con las neveras
repletas de comida y bebidas para reponernos del esfuerzo realizado. Después,
turismo por la ciudad “conquistada”. Como siempre digo, parte importante de
cualquier salida, son los ingredientes de la compañía, la actitud, la capacidad de
sufrimiento y de disfrute y no menos importante, los pequeños detalle del
paisaje, los caminos y el grado de dificultad de los mismos, todo es valorable
y aceptable en menor/mayor medida: “Las cosas importantes de la vida no son
cosas. Son momentos, emociones, recuerdos, lecciones…..”
Para
el año que acaba de empezar (si estamos por aquí), pedirle, que sea mejor -con
poco más- que el que atrás hemos dejado. MUCHAS GRACIAS Y FELICITAR a todos los
miembros del C.C. MTB DE VELADA, especialmente, a todos aquellos, con los que
este año pasado, he tenido la suerte de compartir pedaladas, aventuras,
ilusiones, celebraciones, momentos agradables y únicos -a pesar de todo-.
Mención especial en estas líneas, el cariñoso y sincero agradecimiento a nuestras familias, la
santa paciencia que nos muestran, por aguantar nuestras “locuras y tontás” y
que de vez en cuando, también nos acompañan en las citadas aventuras, para
compartir nuestras “penas” y alegrías. Por esto y más, brindemos, porque en el
año nuevo, sigamos en la parrilla de salida y estemos todos en la línea de
meta. “La mejor forma de conseguir nuestros objetivos, metas y/o sueños, es
dejando de hablar tanto y empezando a hacer más.”
Este año
pasado, también hemos realizado marchas nocturnas andando -hasta finales de
febrero-, además, de rutas en solitario por las dehesas colindantes y algunas
rutas por la Sierra de Gredos: Nocturna del Puerto del Pico, subida al Pico la
Fría, Puerto El Arenal, Peña del Mediodía, Puerto El Peón, La Mira, Puerto de
La Cabrilla, Canal Reseca –por el Espaldar de los Galayos-."Mientras llegas a tu destino, disfruta de los detalles, del paisaje, de la compañía y de la grandeza del camino." Muy feliz año nuevo. Hasta la próxima.
Buen día…………SALUD.
“…..mil caminos por andar y mucho tiempo
perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.