martes, 20 de octubre de 2020

Ruta: La Corchuela-Camino Real

Domingo, dieciocho de octubre, sin muchas ganas de madrugar, retraso el horario para realizar la aventura en solitario. Con la burricleta bien dispuesta, algunos repuestos  “por si acaso” y  unos dulces para llenar “la andorga”, me dispongo a bregar una jornada más con los anchos caminos.

La ruta de hoy, transcurre por el camino de los Veratos, atravesando la finca de Villabuena, dirección “El Pantano de Navalcán”, para coger la Cañada Real Leonesa Occidental hasta la Corchuela y desde aquí, el Camino Real -un tramo-, hacia las Ventas de San Julián. Tenía ganas de realizar esta ruta, para disfrutar de su bucólico paisaje, de la fauna que normalmente encontramos por estos plácidos parajes; en esta ocasión, se han dejado ver, algunos conejos, un raposo, también jabalíes -por la cañada- y águilas sobrevolando mis pasos; aunque iba con “la golosina” de ver/escuchar “la berrea”, en esta ocasión no ha podido ser, otra vez será; destacar la presencia de una yeguada,  varias vacadas y rebaños de ovejas, pastando y paciendo, ajenas a mi paso y fugaz presencia.  No tiene precio, el poder disfrutar de la aparente quietud y la intensa calma que se respira por estos lares, poniendo los sentidos en alerta y   escuchando la variedad de melodías, con que los activos pajarillos me alegran la lúcida travesía. La vuelta, enebro y recojo otras vías pocos transcurridas, todo el camino Real hasta llegar a Velada, absorto entre el sosegado encinar y por una amena pista, rasgada y bien plantada.

                                                    


                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

                                                                                                                                                                                                                                                                                  














Cincuenta páginas a todo color me llevan a imaginar otras aventuras por vivir, nuevos capítulos por escribir y leer , otras conquistas por realizar y mágicos rincones  que visitar; a mi paso, variedad de  pasajes subrayados, párrafos repetidos desde los inicios y  que no me dejan de “engatusar”; apasionantes lecturas por cada hoja transitada, donde todos son protagonistas, no aparecen espectadores; todavía me impresionan los profundos relatos que interpretar, renglones que me transportan a otras dimensiones y enrevesados textos para reflexionar desde el atractivo silencio: ”Para viajar lejos, no hay mejor nave que un buen libro”; Gigantes de ocho brazos, me abren el paso con abrazos de algodón, cabalgando a través de la larga serpiente, para realizar este apasionante viaje, cruzo exóticas islas que me transportan a otros rincones de ensueño,   y un ejército de  dragones alados que lanzan bombones de chocolate,  alimentan mis sentidos por la biblioteca del acogedor encinar: “La lectura nos abre las puertas del mundo que te atrevas a imaginar”.   Ensimismado y con la cabeza “a pájaros”, “sin prisa” voy pasando páginas sobre la marcha, coloreando los puntos más importantes, repasando otros capítulos y “anécdotas” vivenciadas en otras jornadas  en muy  buena compañía; todavía traigo a mis recuerdos,  la primera vez que leímos esta historia y la divertida  aventura, de cuando iniciamos las rutas nocturnas. Disfruto,  leyendo entre líneas,  entretenidas y amenas páginas, me recreo con las reales descripciones -“parecen de verdad”- que me voy encontrando por los salteados folios y me quedo sin habla, al ver el breve resumen del libro, condensando en una hoja: “Hay grandes libros en el mundo, y grandes mundos en los libros”. Hasta la próxima.


En definitiva, ruta circular de 50 kms, los principales caminos transitados han sido: Camino Velada-Arenas-Parrillas-Navalcán, Camino de Los Veratos, Cañada Real Leonesa Occidental, La Corchuela-Camino de las Ventas de San Julián- Camino Real-Velada.


 Buen día…………..SALUD.


“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.

 

lunes, 12 de octubre de 2020

Ruta: Ciudad de Vascos

Domingo, once de octubre, en el lugar de costumbre, cinco caballeros veleños acudimos a la semanal cita; con las burricletas bien armadas y dispuestas, nos preparamos para otra épica kilometrada. En esta ocasión, el objetivo es “conquistar  La Ciudad de Vascos”, antigua fortaleza musulmana.

Ciudad de Vascos, se trata de un yacimiento arqueológico, antigua ciudad musulmana que fue habitada entre los siglos IX y XII. Se encuentra en el término municipal de Navalmoralejo, a cinco kilómetros hacia el este del núcleo de la población. ¿Qué nos podemos encontrar en esta visita? Un recinto fortificado de contorno irregular, situado en una colina que hay en la confluencia del río Huso y el arroyo de la Mora; una muralla de aproximadamente 3 kms, también, conserva restos de torres de planta rectangular, la alcazaba, sillares regulares, puertas con arcos de herradura, torreones defensivos -actualmente hundidos- , también podemos ver calles, alcantarillado y restos de casas. Fuera del recinto, podemos contemplar “Los Baños de La Mora, restos del arrabal y dos necrópolis. Toda esta grandeza, se encuentra ubicada en un privilegiado y apacible entorno natural, digno de visitar y disfrutar. “Páginas para el recuerdo”, como un fragmento de nuestra historia y como un silencioso rincón para el recreo y retiro cultural.


La ruta, transcurre principalmente por la cañada Real, parte de la Vía Verde de la Jara, donde a primera hora, pudimos disfrutar de la presencia de ciervos reponiendo fuerzas bajo las encinas, la imponente estampa del viaducto y el caudaloso regato “caminando” de la mano por la tranquila y alargada pista. Cabalgamos a buen ritmo, “sin prisa pero sin pausa”, el carreterín de La Estrella, que sería la antesala de la finca de las Cucañas, un reposado lugar, arropado por el tupido encinar y que, nos abriría las puertas de “la urbe musulmana”. En este punto, fotografías de rigor, minutos para el deleite y contemplar la vistosa belleza que recorre “el hechizado poblado”. Vistas y caídas espectaculares desde las altura de la fortaleza, hacen las delicias de los congregados, mientras “picamos” para no perder bocado y nos recreamos por el recinto amurallado. (Recomendable visitar, como pedagogía familiar): “Bendito el tiempo que nos vuelve más sabios y menos idiotas.” ¿La vuelta? Queremos hacer el itinerario circular -como más nos gusta-, y de paso, se reengancha “un inesperado compañero”, el aire de cara, que nos persigue “a campo abierto” y en las últimas jornadas, parece que no nos quiere abandonar. Así bregamos “con el incómodo inquilino” por este valle de caminos y por la balizada cañada: “Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba con la rutina. Es mortal”.  Además de la kilometrada pactada, algún pinchazo que se solventa sobre la marcha; El Relatero, desde el inicio tuvo problemas con la cámara de fotos, -no hay que olvidar la tarjeta-, pero “contraté” al amigo Roberto “El Bueno”, como “extra en prácticas” (Muchas Gracias “Robin”) ; Martín “El Fiero”, dudaba al principio sobre la empresa propuesta, pero se merendó la ruta “sin rechistar”; Luci “Fromme” y Alberto “El Maestro Ceramista, dos galgos con pedigrí “expertos en contrareloj”, éstos, “se comen” lo que les echen, además, del “buen rollo y armonía” que generan con su compañía. Ruta “turística” y cultural, para complementar la larga jornada y disfrutar de la “díscola mañana” : “Las personas sin conocimiento de su pasado, su origen y su cultura, son como árboles sin raíces.”.  Hasta la próxima. 

                                       
                                             
                                              
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        






                                                      

 Resumiendo, ruta circular de 85 kilómetros. Los principales caminos transitados han sido, Cañada Real Leonesa Oriental, Carril de La Raya de Chozas, Camino de Navalcán-Calera, Vía Verde de La Jara (hasta Aldeanueva de Barbarroya), Camino de La Estrella, Azután, Camino de Las Cucañas, “Ciudad de Vascos”, Camino de Fuentelapio, CM 4104- , Embalse de Azután, Camino del Chamorral, “Carreterín Comarcal”, Camino de las Rentas, Cañada Real Leonesa Oriental-Velada.


Pd: Roberto, muchas gracias por la aportación fotográfica (22). 


Buen día………….SALUD.

 

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.