miércoles, 28 de mayo de 2014

Ruta: Circular de las Cuevas del Águila


     Domingo veinticinco de mayo, a primeras horas, somos testigos del “refresco mañanero”. Catorce caballeros veleños, nos damos cita en el habitual lugar (Los Colegios)  de encuentro. Con las burricletas bien dispuestas,  los osados asistentes  con las “pilas” bien puestas; “hoy, hacia  “ Las Grutas del Águila” nos tiene que llevar la etapa planificada.  

     Comenzamos la jornada, atravesando insignes calles y el “casco antiguo” de la villa de Velada. Bien agrupados, marchamos  y  “monotema futbolero” para amenizar la agradable mañana, hasta que por la acogedora dehesa, entramos en faena. Una alfombra, cubierta  de tupida hierba fresca  y un vistoso aguazo por las agrietadas roderas ganaderas…Más adelante, por el crecido “torrente” cruzamos, unos pocos descalzos, otros con los pies calados, los más indómitos  lo intentan montados  y también “alguna” liebre tanteamos. Por el relajado camino, a la “villa parrillana” arribamos; salimos animados y a los primeros repechos  con ahínco desafiamos.  Martín “El Fiero”, con soltura el primero;  los demás, la conocida y “estirada” pista,  “con presumida  calma” probamos ; nos adentramos entre el elevado y quebrado  túnel de jaras, nos recreamos con las vistas preciadas y de fondo,  las mayestáticas montañas, dominando la generosa estampa. Cuando coronamos,  nos agrupamos y todos esperamos;  en este punto,  la mitad del aguerrido grupo, deciden cambiar el planificado rumbo; otros tantos,  hacia la amena “senda del águila”, marchamos. Se abren las puertas del angosto paraíso; jaras coloridas, izados pinos y madroños asomados, con grandes honores de belleza  hacen el “paseíllo” a los caballeros “elegidos”. Nos “perdemos” por la profundidad de los barrancos, quietud y un silencio abrumador, “pululando” por el enaltecido rincón. Llegamos al crecido río, “embrutecidas” corrientes nos pegan “el alto”; esta vez,  sin el salvador cayado, ni la hinchable piragua ¡¡¡al “ataque”!!!! Pedro “Hierros” el primer valiente, haciendo eses con la burricleta,  hasta “las trancas” se mete  en  las espantadas  aguas claras. Los demás,  a la suerte del  bravío  torrente  no queremos  tentar  y de pie, “preferimos remar”. Fotos de rigor para inmortalizar el perseguido reto, sobre la marcha comentamos la mojada jugada; atrás dejamos las tranquilas “cuevas”, mientras nos complacemos con la genuina panorámica. En Ramacastañas, la “pausa pactada”, repostamos, compartimos viandas,  “otras batallas preparamos”  y espabilando,  “que cabra vieja no quiere siesta”, a estas horas se comenta.
Preparados para cruzar el río

Camino de Velada a Navalcán
    







Camino de Parrillas a Arenas

Roberto abriendo el caminos








"...cada cual,  a su manera..."

"Es la hora de la escalada..."








"....deleite y vistas privilegiadas"

"Por el escenario de las jaras..."








"Senda del águila"

"...poco a poco vamos llegando."








"...había que cruzar...."

"Cruzando el río Tiétar"








Camino de Ramacastañas

"¿Quién da más?"








"Paramos a repostar...."

"Momentos de relax....."










     Reemprendemos la etapa, buscando la occidental cañada, “paso alegre” por la vía ganadera, hasta que nos colamos en la adormecida dehesa. Suenan tambores de “guerra”, cuando nos “postramos” a los pies de la “anhelada” cuesta; comenzamos la amena  ascensión, entre la espesa arboleda, el dichoso cartel de “propiedad privada” y una invitación “algo empinada”, marcan “el puerto de montaña”. Un remanso de tranquilidad nos acoge por el recóndito monte, entre tanto, hay que apretar los dientes por las consideradas pendientes. Para coronar, bajamos la marcha y otra vez más,  nos agrupamos; “ahora,  una colección de subes y bajas nos aguardan”. Por enésima vez nos recreamos con las agraciadas vistas; un chalet en mitad de la nada, “vaya cuesta buena,  aquella”, nos comenta  Gabriel “Lamparillas”; también,  tenemos amago de capea, a nuestro paso, un hato  de vacas, sembradas entre las jaras. El “séptimo veleño” con empeño y valor, nos defendemos por la ascendente contienda;    Ángel “El Guerrero” se luce por los continuos repechos y Martín “El Fiero”, con tesón y honor, lidia la pina situación.  La “esperada” cuerda de “Parrillas” nos anuncia el final de la tendida subida; afrontamos la bajada  con ánimo y momentos para el merecido  recreo, cruzamos la villa vecina y “tomamos  el camino que más rectos nos enfila”. Cabalgamos agrupados y a estas horas,  “el ramal aflojamos” ; llegamos al arenal que parapeta el río, “cada cual como pueda” es la consigna “buena”,  otra vez  “de patas”;  Diego “Sin Miedo”, salva montado, después de salir “a trompicones” del animado caudal; agrupados por el calmado encinar, marchamos; a nuestro paso,  una manada  de “cérvidos”,   mimetizados entre el pardusco prado,  contemplan impasibles  la comitiva “burriclista”.  Sin novedad en el “pelotón”, risas y bromas sobre la marcha; el último repecho es motivo de “algún idílico romance”,   ya  dentro del pueblo,  a Fernando “El Grande”,  con cánticos  y vítores  le recibe la afición y familiares.  Para clausurar  la épica etapa,  “unas frescas” de zumo de cebada  para “apaciguar” la sed de la valerosa escuadra.

Cañada Real Leonesa Occidental
"Camino de Navalahierba"



     





"Hacia el tobogán de repechos"
" Por la tendida subida...."










Camino de Arenas a Parrillas

"En pleno esfuerzo...."









"...otra vez a cruzar el río..."

Camino de Parrillas a Velada










"...y pintorescos parajes...."
"...también arroyos a nuestro paso"









"Era el gesto del día ¿por qué?"
     En definitiva, ruta circular de 70 kms, los principales caminos por los que ha transcurrido la ruta presentada,  han sido; camino de Velada Arenas de San Pedro-Parrillas-Navalcán,  Camino de la Tabla, Camino Viejo  de Parrillas a Arenas de San Pedro, Carril de la Cuerda,  sendas de la Sierra del Águila, Camino de Ramacastañas, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino-dehesa- de Navalahierba, Camino Real de Arenas de San Pedro a Parrillas, Camino de Parrillas a Velada. Hemos cruzado el río Guadyerbas (en dos puntos distintos) y el río Tiétar para llegar a la Cuevas del Águila.

    Buen día……SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

martes, 20 de mayo de 2014

Ruta: Visita a Navamorcuende



       Domingo dieciocho de mayo, en la villa de Velada, ocho caballeros veleños acudimos a la frecuentada cita. Destacar, las notables ausencias de “los caballeros osados ” en  estas reconocidas  epopeyas.  Con las burricletas dispuestas para la inevitable contienda, arribamos velas hacia la aventura “Pielaguera”.

     Comenzamos la jornada con el fastidioso  aire “como honorífico invitado”  y además, atizando de cara. Pronto, la pendiente de “La Gamonosa” nos espera con las puertas abiertas, nos montamos en las “divertidas” atracciones del “gran tobogán”, subes y bajas,  y a Gabriel “Lamparillas” que le ha “pillado a traición la primera subida”;  Ángel “El Guerrero”, erre que erre, que para estos eventos, “hay que salir antes del pueblo”. Atravesamos las “villas vecinas” y cambio en la osada cuadrilla; Edu “El Carpin”,   se queda por la aldea de Segurilla y en su puesto,  entra Diego “Sin Miedo”. Más de lo mismo, por el “abrasado encinar”, el insigne arroyuelo,  vaciado y “otros”  modestos  perfiles que escalamos. Llegamos a la aldea “Marrupeja”, aquí, Nico “Charcos” también nos deja “¿por dónde hará el camino de vuelta?”….y para los demás, comienza “la empinada verbena” ; nos adentramos en la vía hormigonada, esbeltos enebros, un batallón de  chaparras enanas  y  aromáticas jaras en una calleja de piedras,  encarceladas. El repentino  giro de izquierda (Camino hacia  Navamorcuende) al “séptimo veleño” pone en “modo”  alerta; otra colección de repechos, perdidos por una arbolada cueva, alicatada de piedra suelta y algo más abajo, el murmullo del arroyo, escuchamos;  “aquí huele a guarro y a zorra”,  por la retaguardia se comenta y sobre  el clásico “nunca te bañarás dos veces en el mismo río” también filosofamos. Por la angostura del camino, “pundonor y resoplíos” y al “fondo del pasillo”, la “esperada cuesta pelleja”; “que si pitos y flautas”, “más piedras sueltas” “la jodida reguera…” pero echamos “pie a tierra”. Con éxito y mucho brío,  salvamos otros “perfilados escollos” por parajes encantados  y la merienda, al final de la enésima cuesta. Después del  ajetreado “paseo”, paramos y repostamos, compartimos dulces  viandas, disfrutamos del entorno privilegiado y del “próximo reto-peregrinación” también  “algo” hablamos.
Subida hacia la Gamonosa
Camino de Velada a Mejorada

    







A la orilla del arroyo Marrupejo
Camino del Hituero









Camino de Marrupe a Hinojosa
Camino de Segurilla a Marrupe









"Repechos en el hormigón"
"Agrupados entre jaras"








Camino de Marrupe a Navamorcuende


Sufriendo la cuesta pelleja









"....otro tramo para apretar..."
     Reemprendemos la marcha y tras  el engalanado pórtico,  nos “colamos” en  “el  monumental  robledal”; morada de las ninfas “más deseadas”, templo del visible silencio y la magia del rincón  para embriagar a los ávidos sentidos. En el acicalado sendero, “los aguerridos caballeros veleños”  nos rendimos ante tal magnificencia,  pasamos buenos momentos y en la profundidad de la digna estampa nos recreamos. Gabriel “Lamparillas”, a “grito pelao” resalta “las mil maravillas”; Roberto “El Bueno”, toma  posiciones para inmortalizar “la mejor postal”, cruzamos el idílico arcoíris de la belleza y nos damos un paseo por la imponente aldea de Navamorcuende. La etapa sigue, suenan las “trompetas de guerra” y agrupados (antes de parar a reparar el “morral”)  “volamos” hacia el pueblo de Sotillo. Desde aquí, “¿para dónde tiramos?” – comentamos. Diego “Sin Miedo”, nos “invita” a que le acompañemos hasta la villa “cagarrache”. Lo dicho, más tramos empinados por territorios “asilvestrados”; Martín “El Fiero” y Pedro “Hierros”, ponen otro punto por estos  “repechos cerreros”, ¡¡¡cómo nos gustan estos acogedores  senderos!!!!!Llegamos al paraíso del  “territorio Marrupejo”,  y  como vamos “sobrados”, seguimos “escalando”, aunque los síntomas de cansancio por estos “andurriales” se van asomando. Nos esperamos y en grupo “cabalgamos”, en  las aldeas cercanas,  vamos perdiendo unidades, Diego y Roberto, hacia casa toman la vía más directa. Atrás dejamos la villa “zorrera”, sabemos que nos queda el último tramo empinado;  sin novedad por el camino, en la llegada nos proponen “estirar” con zumo de cebada, para reparar. 

Recreo por el Gran  Robledal
"Por el bosque acicalado"


     






"Diversión en la bajada...."
"...por parajes para enmarcar".









"Llegada a Navamorcuende"
Una vista, ya tradicional, magistral.









Camino de Sotillo a Segurilla

Cañada Real Leonesa Oriental








Toca apretar por estos cerros.

Un vistazo hacia adelante








Camino del Hituero a Segurilla.

Hacia el sendero Marrupejo










     En definitiva, ruta circular de 75 kms, los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada a Mejorada-Segurilla; Camino del Hituero, Senda de Cervera-Los Dornajos; Camino de Segurilla a Marrupe; Camino de Marrupe a La Hinojosa-Navamorcuende-Sotillo de las Palomas; Cañada Real Leonesa Oriental: Camino de Sotillo de las Palomas a Segurilla, Camino del Hituero-Segurilla- Mejorada- Velada. También pasamos por las localidades de Mejorada y Segurilla (ida y vuelta), Marrupe, Navamorcuende y Sotillo de las Palomas. 

     Pd: Roberto, Diego,  gracias por vuestra  aportación fotográfica…..

Buen día….SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”