martes, 26 de agosto de 2014

Ruta: Subida al Pico Almanzor

Sábado veintitrés de agosto, cuatro bravíos veleños nos disponemos a bregar con el anual reto montañero. Cruzamos la valla de seguridad, tras la monótona  información del atento vigilante, colaboramos con la cuota de rigor, al instante  se levanta el pesado telón. Desde la plataforma, comienza la intrépida misión; revisamos los minuciosos  detalles, víveres, ropas de abrigo, crema solar y demás, con tan precisa  atención,  nada puede fallar. Todo un honor,el trío de ases,  mejores amigos  y excepcionales personas que me acompañan en el enésimo  desafío.

     Comenzamos la animosa  jornada, por la escarpada pendiente empedrada, temperaturas más bien bajas para amenizar la límpida mañana. Avistamos la amplitud de la acogedora y expedita pradera, guardando la mágica sensación en el  onírico  zurrón. También nos calentamos por la subida de “Barrerones”, mientras nos recreamos con las privilegiadas estampas por su belleza congeladas; el tendido gargantón, el espectacular circo montañoso  con la diminuta laguna apreciada desde las alturas y un grandioso fotograma se extiende  hacia el más allá. Divertidas chácharas nos acompañan, cuando entre los profusos piornos, “El Gran Cabrío” avistamos,  fotos atrevidas del trío maravillas, buenos momentos inmortalizados en las retinas del recuerdo  y hacia abajo marchamos con un alegre  paso y “de todo relatando”. Después de la “corta caminata”,  en el  refugio arribamos, hacemos  la  “parada obligada”, repostamos y tomamos un “tentempié”  variado para afrontar “el gran asalto”. Hacia arriba nos enfilamos por el bosque empedrado, coleccionando buenos momentos; Jesús Carchenilla nos invita a la helada charca de la  “perla encantada” y nos anima con su contagiosa carcajada; Ángel,  nos ilustra  con la temática de sociedad y sobre  seguridad,  y Fernando “El Grande”, teoriza sobre “la base del triángulo invertido” y pone banda sonora por la exigente trepada, “…..Margarita Rodríguez Garcés…una chica de calibre 123”. Después de salvar  la abrupta escalera de piedra, a un lado dejamos el rebajado nevero, nosotros  fijamos la vista hacia el azulado cielo y “en esa piedra paramos” a contemplar  y a algo más.  “No vamos nada mal” comenta Fernando, pero se da cuenta que “el gps, hace rato que no está funcionando”. Desafiamos al  penúltimo tramo,  hacemos un quiebro al paso de tierra suelta, nos amarramos a los agarraderos pedreros y después del  disimulado sofocón, abrimos “la portera del crampón”. Nos agrupamos y una caterva de gentío, llevan el mismo destino; vadeamos el castillo de las erosionadas piedras, como veo que hay procesión, “me apeo a un lado y me cambio de hato, el fiel descolorido maillot, apropiado para la festiva ocasión”. Negociamos la ardua escalada, “un por aquí, un poco más  allá, echa la mano aquí, coloca el píe ahí,  agárrate por allí, un giro a la izquierda y la impasible cima nos espera; fotos de rigor con la audaz expedición, risas con aventureros de otros territorios y los más atrevidos,  desafiando a la impetuosa caída y al vertiginoso  vacío; mientras detenemos el  imperturbable tiempo, nos recreamos en las alturas con la magnánima panorámica  y recortamos estos  brillantes momentos para esconderlos en nuestros adentros.  
"Subida por la calzada empedrada"
Vistazo al Prado de las Pozas

       






Fuente de los Cavadores
Entre piornos, avistamos el "gran picacho"








"Mirador Peña del Rayo"
"Allá vamos pabajo"








"En un mar de piornos...."
"Romance de una cabra..."








"Posando con estilo y mucho brío"
Laguna Grande










"Comenzamos la tendida subida"
Senda de la charca cimera








Desde aquí no hay marcha atrás
"Comenzando a coger altura"








Por un océano de piedras
"Hace rato salvamos el nevero"








"Entrada a la Portilla del Crampón"
"Un giro de derechas y...."








"Compartiendo cima,,,"
"...como en los viejos tiempos"












Vista desde el Pico Almanzor

     Reemprendemos la marcha por la agresiva bajada; destrepamos  el paraíso empedrado,  eligiendo la más cómoda trazada y teniendo en cuenta el “pateado” serpentear para la  mejor alternativa marcar. Deshacemos la trocha conquistada, avistamos a las equilibristas cabras, jugando en la pared vertical; el empicado  nevero que también nos va guiando y otros conocidos  pasos vamos contemplando en nuestro animado descenso.  El amigo Jesús nos avisa, que un dedo tocado  no le deja marchar “con más prisa”; bajamos la guardia y sin novedad, a la “Laguna Grande” llegamos. Metemos los “pinreles” en sus heladas aguas, “por eso del bienestar”; abrimos las repletas mochilas, buscando la merecida comida, en versión “off” llenamos la andorga, a la vez, que  comentamos más de la partida  jugada. Reposamos sobre la “afilada hierba”,  repanchingados y antes de partir, al refugio hemos de ir; aceptamos la petición y nos damos un  garbeo  por el afable  salón. Es la hora de marchar, en fila de uno caminamos,  con el “chicharrero montañero azotando”; hacemos un “repaso por la recorrida línea del tiempo”, desde la pretérita infancia hasta la viva actualidad, a la vez que vamos recogiendo el camino andado por la empinada subida; otro refrigerio en la fuente de las  reconfortantes  aguas y entre un callejón de piornos, atrás vamos dejando el “techo de Gredos y sus parajes de ensueño”. Nos cruzamos con la “particular romería” y una manifestación en “la fuente de los Cavadores”; al fondo el noble  horizonte con “duende” y por  la ancha pradera, nuestro destino cada vez más cerca, antes de echar un pulso a la “incómoda bajada de piedra tapizada”.

"Momentos de relax"
Panel informativo del glaciar

    






"Después de la comida...."
"Abandonando el refugio...."








"Tan cerca....y tan lejos..."

"Un vistazo en la vuelta...."








"...por la extensa explanada"
"...ya en la plataforma..."








     Resumiendo ruta lineal de 20 kilómetros aproximadamente, ha transcurrido por la Sierra de Gredos. Partiendo desde la Plataforma, senda de la Laguna hasta el refugio Elola y subida hasta el Pico Almanzor (ida y vuelta).

     Pd: Fernando, gracias por tu aportación fotográfica (4).

   Buen día….SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

lunes, 18 de agosto de 2014

Ruta: La Fortaleza de Castros


     Domingo diecisiete de agosto, es la fecha señalada para “la fortaleza de castros conquistar”. Casi una veintena,  entre  caballeros veleños  y  los aguerridos  vecinos  gamoninos,  formamos la escuadra “seleccionada”. Con nuestras burricletas  bien dispuestas, ataviadas  con sus mejores “galas” y prestas para “la sonada contienda”,  El Gran Maestre, arenga a los allí presentes, “a tomar la ciudadela bereber”, otras órdenes dicta el detallado  panfleto, de  ilusión rebosados  y con  perceptible brío,  afrontamos el propuesto reto.

     Comenzamos la jornada….y en el centro de salud (¿será una premonición?)  la burricleta del “ Maestro Iluminado”, dice “hasta aquí he llegado”,   las bielas ha gripado, “ya que estaba todo preparado para el enaltecido acontecimiento”, “a casa me vuelvo”, comenta resignao.  Buscamos “una jamelga de reserva”, después de alguna lúcida idea, nos ponemos  en contacto con “El Presi”, y  generoso nos ofrece un “encabritado  corcel”. Ahora sí, “adelante la osada escuadra” y en las instalaciones deportivas, a Domingo “El Maca”, su “montura” también le cocea; “a este paso, no llegamos ni a la Laguna del Conejo”, con guasa se comenta. Por los cuadros de la vega, llegamos a la “extensa cañada”, “ahí es na, toca llanear”; bien agrupados marchamos por los territorios más planos, ¡¡¡alto!! ahora,  al amigo Gabriel, su burricleta de la parte trasera se “tambalea”, unos masajes de aire  y ¡¡¡palante!!!. Un quinteto cuidamos la retaguardia, ¿ los demás?  Ni polvarea, ni rastro han dejado; cabalgamos, avistando el vaivén de achicharrado pastizal, “sin prisa, pero sin pausa”, alegramos la marcha  sin dejar de “relatar”, atrás dejamos granjas ganaderas, por un apaciguado tobogán, marcadas  roderas de grietas repletas, cruzamos la perdida vía ferroviaria y un poco más cerca, avistamos a “la docena de escapados”. Por estos lares, el decorado nos da una tregua y nos hace un guiño; una vasta extensión de maizales, abastecidos por gigantescos aspersores; también salvamos algún tramo embarrado, el juncal “inundao” y sin más novedad que rodar, rodar y rodar por el  anodino  secarral, arribamos en la serena villa “del arzobispo”. Cruzamos el puente centenario, por el paseo ribereño  una amena senda nos guía, considerables canchales de piedra berroqueña y allá abajo, el “caudaloso río Tajo” las panorámicas alegrando. Hacemos un campo a través, saltamos la valla de rigor y nos encontramos con las ruinas del raido puente y el derrumbado molino. Cogemos las “burricletas del ramal”, entre alineados  olivos, haciéndonos el honor con el paseíllo  y  frondosos  fresnos resguardando el torrente arenoso ,  sobre nuestra cabezas,  avistamos la “fortaleza arábiga”. “El Gran Maestre” se postra a sus pies, “exhorta  otra retahíla”  y a “patita”,  comienza la conquista por la abrupta subida. Tomamos las zonas más elevadas de la estratégica fortificación, nos asomamos al precipicio para contemplar el jalonado río y sus espléndidas vistas,  reconocemos el terreno sarraceno, fotos de rigor para enmarcar, risas, bromas, nos ilustramos de la milenaria  historia medieval  y entre  tanta devoción,  llenamos las  “andorgas” en  las abandonadas  ruinas.
"Un vistazo desde la alambrada"

Cañada Real Leonesa Oriental


    




"Llaneando con el grupo...."

Desde la tranquilidad de la retaguardia







"Agrupamiento en el maizal...."

"Un vistazo desde la parte trasera..."







"Senda del Pedroso-Ciudad de Castros"

Entrada a Puente del Arzobispo







"...y ceñidas veredas...."

"Por parajes más entretenidos..."







"La fortaleza, al fondo...."

"Llegando a las ruinas buscadas..."







"Conquistando la muralla...."

En el altozano La Ciudad de Castros







"Por aquí, también ando yo...."

"Foto de rigor..."
"Por la puerta grande...."
Custodiando el aljibe








     Con la  victoria en el “zurrón”, emprendemos la vuelta, el aguerrido pelotón. De “paseo” por la quietud del monte, momentos de diversión por la angosta vereda,  nos deleitamos con las vertiginosas caídas a nuestro paso  y las amenas vistas que generosamente nos brindan; por el camino marcado, marchamos y en el primer “amago de arreón”,  se encienden las alarmas por la “retaguardia”,  “El Perdigón de Alcañizo”, viene en “versión alerta”.  Nos mostramos solidarios con los más rezagados, a unos esperando, a otros “empujando”; por los “caminos blanquecinos”, nos amenaza el solano y todavía nos queda un buen tramo. Martín “El Fiero”, toma las riendas del  asunto, sus empujones hacen “volar al maestro herido”….En la villa de Alcañizo, un quinteto se ha “perdido”, “¿por dónde se habrán ido?”. Desde aquí, la vuelta con “mucha calma”, para unos muy amena, para otros,  un suplicio y una penitencia. Una avanzadilla toma ventaja, otros pocos nos quedamos custodiando a  los rezagados; en el paso a nivel, “El Gran Maestre” pide tiempo muerto, hace un receso y anuncia “su desfallecimiento, ahogado por el  calor y el polvo abrasador”, según nos lee en su panfleto,”¿estará grabando sus memorias?”. Roberto “El Bueno”, le prepara una pócima, un picoteo para reparar  y nos enfilamos  por la cañada “arriando velas”, para afrontar la  “sufrida estepa”. Más adelante nos esperan los adelantados, “se manifiestan andando, con las burricletas de la mano”…..otro apretón para afrontar el penúltimo llano, mientras, nos aguardan  las “ninfas del arroyo”,  aunque  “hoy no está el horno para bollos”, hacemos los chistes “pertinentes” y dejamos la atrevida invitación para “otra ocasión”. Sin más novedad, con la compañía de los fieles gamoninos  hasta el final del camino,  “el tío del mazo hace tiempo nos acompaña”, algún amago de acalambraos y de los buenos momentos disfrutados,  llegamos victoriosos de la  épica hazaña. Para celebrarlo, “fresca cebada, fiambre envasada y en la morada  del “Presi”,  vino de cosecha y queso en aceite para clausurar la heroica  jornada.
"Haciendo pinitos por las piedras"
 
"De paseo por el monte..."
     






El puente centenario.
Camino de Puente a Alcañizo








Unidad Velada-Gamonal.
"Por el camino adehesado"








Camino de Alcañizo a Calera
"Paso a nivel en la Cañada Real"








"¿ Qué está pasando....?"
....sin comentarios...








     Resumiendo, ruta circular de 72 kms, los principales caminos transitados han sido, cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Alcolea del Tajo a Puente del Arzobispo, Senda del Pedroso-Ciudad de Castros, Camino de Puente del Arzobispo a Alcañizo-Calera, Cañada Real Leonesa Oriental, Vía de servicio N-V, Carretera de Calera a Velada. Hemos pasado por las localidades de Alcolea del Tajo, Puente del Arzobispo y Alcañizo.

Buen día……SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”