lunes, 29 de mayo de 2023

Ruta: Circular El Canal-Calera-Alberche-Torrehierro.

 

Domingo (28-05-2023) dos caballeros veleños nos presentamos a nuestro habitual punto de encuentro, con nuestras burricletas prestas y bien dispuestas para afrontar la grisácea etapa. Las generosas lluvias y tormentas que nos han acompañado durante esta semana, otra jornada amenazante de aguaceros y motivos varios, hacen que los demás compañeros se decidan a cabalgar. Temperaturas agradables, “ni pizca de aire” y alguna  nubecilla,  mezclada con nubarrones, asoman la cabeza y nos avisan “de la que nos puede caer”.

Antes de “partir”, Andrés “El Presi honorífico”, nos da su bendición y el visto bueno para comenzar la incógnita jornada. Me acompaña el amigo Gabriel “Schweping”, diseñamos el mejor itinerario para la ocasión: recorrido hormigonado –para evitar el barrizal- y sin alejarnos demasiado, -por si tenemos que abortar “la misión”. Iniciamos,  mirando al cielo y en todas direcciones “para tantear” al posible temporal. En Gamonal, nos encontramos con Roberto “El Bueno” –le toca,  descanso-, unos minutos e instrucciones y clases  de mecánica –para no variar- ; “hoy me toca sesión de rodillo” –no comenta el amigo- . “Relatero y Escudero”,  continuamos ¡¡¡qué nos mojamos!!

Señalizamos nuestra presencia "con luces de colores", para hacernos visibles,  cuando nos adentramos “en el circuito asfaltado”, diseñado, como alternativa para estos días de borrascas y tempestades. Las lluvias caídas,  han cambiado sutilmente el decorado; los tonos amarillentos se han relajado, con sus trajes más verdosos; agradables olores a hierba mojada y de los terrenos arados, también se desprenden reconfortantes fragancias, mientras, de la tierra empapada, comienza a rezumar el vital elemento. Pues eso, sin darnos cuenta, -llevamos un ratillo- debajo de la tímida llovizna.

Enfrascados en distendidas y variadas conversaciones, vamos cabalgando en modo “descanso activo”;  este intermitente  “mea-mea”, no nos amedranta, ni nos hace volver a nuestras moradas; previa consulta, “ya que hemos salido…..”. Me encanta esta actitud, desafiando al tiempo y flirteando con las sorpresas azarosas que podamos encontrar. El canal, también corre con alegría, los fornidos eucaliptos “chorrean” con esmero, los incontables almendros, también recogen el agua con los brazos abiertos  y los extensos terralgos circundates, presumen de su vistoso vestido aguachinado. 

Curioso, pero no nos encontramos ni con burriclistas,  tampoco “corredores”,  ni andarines,  que hayan salido a disfrutar de la apacible mañana. Animosos, recorremos la periferia seleccionada, “si al final, llegamos con sol a casa”.

Destacar de la jornada, las agradables temperaturas y la fina lluvia que nos ha caído –y respetado-  en algún momento de la ruta. Igualmente destacable, cómo se nos ha presentado el campo con las lluvias caídas en estos últimos días, ¡¡¡qué cambio!!! El agua es vida. Algún cérvido atrevido,  hemos oteado entre el canal y la maraña de eucaliptos. Al final, ni tan mal, muy agradable la perivuelta; “mejor que no salir, que más se puede pedir”. “Sin lluvia, nada crecería. Aprende a amar las tormentas de tu vida”.

Resumiendo, ruta circular de 56 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cuadros de la Vega, Carril de las Mulas-Gamonal, Polígono Torrehierro-Canal Bajo del Alberche-Calera-Vía Verde de la Jara- Ermita-Carreterín de Alberche-Canal Bajo del Alberche-Alto de las Zuecas-Polígono Torrehierro-Gamonal-Velada.






Buen día…………SALUD.


“…mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…” 

lunes, 22 de mayo de 2023

Ruta: Circular "La Seguricuestas".

 

Domingo (21-05-2023) dos caballeros veleños nos presentamos en el  habitual punto de encuentro. Después de los días festivos que hemos tenido en la villa y  la mañana,  que ha amanecido bastante  nublada,  amenaza con llover, ha dejado a  los compañeros de fatiga, “acamados”. Por eso,  de no alejarnos demasiado –pero sin perder la oportunidad de salir- diseñamos una etapa montañera, por el entorno de Segurilla, “un recital de repechos y  subidas”.

Iniciamos la jornada “mirando al cielo” y con la mosca detrás de la oreja; la temperatura, “algo frescas” , con “chubasqueros incorporados”, anticipando los posibles aguaceros. “El presi honorífico”, desde su vehículo nos da los buenos días, “el café mañanero,  es su reto”. Los congregados, nos desperezamos por la ancha cañada y los llanos del Baldío; sobre la marcha, amenas conversaciones llevamos, antes de “tomarnos las primeras cuestas” y  “montarnos” en los continuos toboganes, que desplazaron a  “las añoradas” veredas de los pinos, entre los frondosos y apacibles cerros.

Fugaz descenso “por la Herrería”  y por la disimulada  llanura, planeamos  el surtido de subidas que se nos “avecinan”. Por la acogedora senda, el flamante  arroyo “luce vacío”, mientras nos remangamos y comenzamos a escalar las zonas “más serias” de la jornada. Sin prisa pero sin pausa, vamos salvando los desniveles, oteando las diferentes perspectivas y otras “magras” que nos tendremos que merendar. Junto al  escudero  Roberto “El Bueno”,  con ahínco, entusiasmo  y fervor, salvamos las circunstancias y nos configuramos “en modo escalada”.

Entre “col y col una lechuga”,  después de cada subida, momentos “para respirar” y prepararnos para el próximo “susto”. Por los rincones del Riscal, ascensiones bien “asentadas”, una “jauría” de burriclistas que aparecen de la nada  y desniveles “bestiales”,  hormigonados rotos,  que nos ponen a prueba en la mitad de la jornada. A estas horas, ya nos han abandonado las nubes, el sol, también hace acto de presencia y las temperaturas se alegran. Sudor y suspiros por las escaladas,  polvo por los anchos caminos y “paramos” a reponer fuerzas, antes de afrontar el último puerto de la mañanero.

Reposamos “la merienda” cabalgando entre los vallados empedrados, otro descenso fugaz y nos adentramos en el calmado laberinto, antes de afrontar el empinado “torreón”; el favorito de nuestro amigo Roberto “El Bueno”. Con oficio y templanza,  sumamos desnivel y  desde la perspectiva contraria, atisbamos las fortalezas ya coronadas. Como “no hay dos sin tres”, hacemos triplete, nos paseamos por la calles cagarraches y echamos un vistazo a “la carrera” que se prodiga por los pasos de la izada Atalaya. Recogemos los caminos locales, los repechos que nos quedan  y nos enfilamos “por la avenida de las piedras caballeras” para completar la etapa y cumplir el objetivo principal, que teníamos al iniciar la jornada.

 Destacar de la ruta, el tiempo tan agradable que hemos tenido durante toda la etapa, con oscilaciones entre nublados, sol y el calor soportable. No menos importante, el circuito que hemos preparado y que tanto nos atrae, sin salir de Segurilla. Tres subidas de sobra conocidas por los “afiliados de la zona”, repechos duros y trayecto salpicado de cuestas a lo largo de todo el itinerario. “En el viaje a través de la vida no existen caminos rectos; es un lleno de subidas, bajadas y desviaciones” . 

 

En definitiva, ruta circular de 61 kms (1000 m. desnivel +). Los principales caminos transitados han sido: Cañada Real Leonesa  Oriental, Camino de los Huertos, Camino de Los Pinos (Cerro Arriero), Camino de la Herrería, Cañada Real Leonesa Oriental, Senda del Ruiseñor, Camino –subida- del Vertedero-Segurilla, Camino del Hituero-subida Riscal-Camino de Buenaventura-subida Gran Muralla-Segurilla-Camino del Vertedero, Camino de Mojosal, Camino de Valdecolmenares-subida- Camino de Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.











Buen día……….SALUD.

 

“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.

lunes, 15 de mayo de 2023

Ruta: Circular Puente del Arzobispo-El Salto del Pedroso.

Domingo (14-5-2023) siete caballeros veleños nos congregamos en el habitual punto de encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas -unas, más que otras- estamos preparados para la semanal contienda. Varias propuestas sobre la mesa, “de todos los colores”; más largas, de montaña y combinadas. Por eso de “visitar”,  los rincones con encanto, que nos brinda nuestro entorno más cercano, nos decidimos por “El desfiladero del  Pedroso” próximo a Puente del Arzobispo.

Comenzamos la jornada, animados,  con bromas y risas “por la puntualidad” y “las sanciones” que vamos a tener que abonar. A primeras horas, “la marea viene fresca”, se agradece y se hace llevadera, aunque algunos compañeros, llevan “la zamarra larga”. Amenas y distendidas conversaciones por la estirada y discontinua cañada; algunas “cosechas,  ya empaquetadas”, extensos campos teñidos de varios amarillos, tostados por los calores y sequía, que arrastramos en lo que llevamos de año.

Cabalgamos “sin prisa pero sin pausa” por la cómoda llanura, cuando saltan las alarmas -que durará toda la jornada-. Amago de pinchazo en la cuadrilla, “presión exprés” que invita Francis “Sevilla”  y al tajo. Viramos a la derecha,  tomamos la pista bien marcada y antes de llegar a nuestro destino, un disimulado “sube y baja”; pasamos sin hacer ruido por la localidad de Alcolea y por el camino rural, entre corrales y atendidas huertas,  arribamos en la villa pactada. Desde aquí, por la divertida senda, impresionantes caídas y vistas nos acompañan antes de acampar en “el descomunal canchal”.

Unos minutos de descanso y asueto para reponer fuerzas y echar un vistazo al privilegiado recoveco. En esta ocasión, no bajamos “a la olla”, se puede apreciar que “no hay chorro ni ruido”, pero disfrutamos de las postales y tranquilidad que nos brinda el desfiladero. Después de la pausa, reemprendemos la marcha por las rápidas y entretenidas trochas,  y antes se salir de la villa, el amigo Gabriel “Machaque”, invita al grupo a “unas palmeras de chocolate”, a ver si se obra “el milagro” y llegamos a casa “ ilesos y volando”.

¿La vuelta? Callejeamos por las vías locales “una explosión nos sobresalta” ¡¡¡¡la rueda!!!, más risas en el pelotón, después de dar presión en la gasolinera. Viendo como transcurre la etapa,  decidimos adentrarnos por la tupida dehesa, para ir más resguardados del aire -que en ocasiones,  pega de cara- y de paso, cambiamos de escenario, por el omnipresente camino de Guadalupe, ¿premonición? La susodicha rueda, sigue dando guerra, algunas paradas para “hinchar” y en Alcañizo, “cámara nueva”, entre bromas, chistes, y la maña de los mecánicos -Roberto, el oficial y Francis el aspirante- ,  para solucionar el entuerto y aumentar la multa al “averiado”: “con una cena, todo arreglado y saldado”. En esta ocasión, para no demorar, nos acercamos a la vía de servicio; con ritmo alegre y constante por la cómoda avenida,  nos acercamos hasta la villa gamona, para acompañar a sus altos cargos.

Destacar de la ruta, además de los kilómetros de la acogedora cañada, la visita al salto del Pedroso y su entorno. En esta ocasión, por las escasas lluvias, no hemos podido disfrutar de su espectacular salto de agua y el sonido “rompiendo” contra las rocas. Pero merece la pena dicha visita; un lugar tranquilo, asentado sobre enormes canchales de piedra; se accede, a través de una amena y sencilla senda, con impresionantes vistas y caídas al río. “Cuando comienza a soplar el viento, algunos corren a esconderse, mientras que otros construyen molinos de viento”

En definitiva, ruta circular de 76 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cuadros de la Vega, Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Talavera-Alcolea-Puente del Arzobispo-Desfiladero del Pedroso-Camino del Rollo-Pino Alto, Camino de Puente-Oropesa-Torrico-Alcañizo- Vía de Servicio N-V – Gamonal-Velada.

 

















Pd: Roberto, muchas gracias por tu aportación fotográfica (1).

Pd1. Las fotografías están en orden inverso a la realización de la ruta. 

 

Buen día……….SALUD.

 

“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”