Domingo
(28-05-2023) dos caballeros veleños nos presentamos a nuestro habitual punto de
encuentro, con nuestras burricletas prestas y bien dispuestas para afrontar la
grisácea etapa. Las generosas lluvias y tormentas que nos han acompañado
durante esta semana, otra jornada amenazante de aguaceros y motivos varios,
hacen que los demás compañeros se decidan a cabalgar. Temperaturas agradables,
“ni pizca de aire” y alguna nubecilla, mezclada con nubarrones, asoman la cabeza y
nos avisan “de la que nos puede caer”.
Antes
de “partir”, Andrés “El Presi honorífico”, nos da su bendición y el visto bueno
para comenzar la incógnita jornada. Me acompaña el amigo Gabriel “Schweping”,
diseñamos el mejor itinerario para la ocasión: recorrido hormigonado –para
evitar el barrizal- y sin alejarnos demasiado, -por si tenemos que abortar “la
misión”. Iniciamos, mirando al cielo y
en todas direcciones “para tantear” al posible temporal. En Gamonal, nos
encontramos con Roberto “El Bueno” –le toca,
descanso-, unos minutos e instrucciones y clases de mecánica –para no variar- ; “hoy me toca
sesión de rodillo” –no comenta el amigo- . “Relatero y Escudero”, continuamos ¡¡¡qué nos mojamos!!
Señalizamos
nuestra presencia "con luces de colores", para hacernos visibles, cuando nos adentramos
“en el circuito asfaltado”, diseñado, como alternativa para estos días de
borrascas y tempestades. Las lluvias caídas,
han cambiado sutilmente el decorado; los tonos amarillentos se han
relajado, con sus trajes más verdosos; agradables olores a hierba mojada y de
los terrenos arados, también se desprenden reconfortantes fragancias, mientras,
de la tierra empapada, comienza a rezumar el vital elemento. Pues eso, sin
darnos cuenta, -llevamos un ratillo- debajo de la tímida llovizna.
Enfrascados
en distendidas y variadas conversaciones, vamos cabalgando en modo “descanso
activo”; este intermitente “mea-mea”, no nos amedranta, ni nos hace
volver a nuestras moradas; previa consulta, “ya que hemos salido…..”. Me encanta
esta actitud, desafiando al tiempo y flirteando con las sorpresas azarosas que
podamos encontrar. El canal, también corre con alegría, los fornidos eucaliptos
“chorrean” con esmero, los incontables almendros, también recogen el agua con
los brazos abiertos y los extensos
terralgos circundates, presumen de su vistoso vestido aguachinado.
Curioso,
pero no nos encontramos ni con burriclistas,
tampoco “corredores”, ni
andarines, que hayan salido a disfrutar
de la apacible mañana. Animosos, recorremos la periferia seleccionada, “si al
final, llegamos con sol a casa”.
Destacar de la jornada, las agradables temperaturas y la fina lluvia que nos ha caído –y respetado- en algún momento de la ruta. Igualmente destacable, cómo se nos ha presentado el campo con las lluvias caídas en estos últimos días, ¡¡¡qué cambio!!! El agua es vida. Algún cérvido atrevido, hemos oteado entre el canal y la maraña de eucaliptos. Al final, ni tan mal, muy agradable la perivuelta; “mejor que no salir, que más se puede pedir”. “Sin lluvia, nada crecería. Aprende a amar las tormentas de tu vida”.
Resumiendo, ruta circular de 56 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cuadros de la Vega, Carril de las Mulas-Gamonal, Polígono Torrehierro-Canal Bajo del Alberche-Calera-Vía Verde de la Jara- Ermita-Carreterín de Alberche-Canal Bajo del Alberche-Alto de las Zuecas-Polígono Torrehierro-Gamonal-Velada.
Buen día…………SALUD.
“…mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio…”