Domingo diecisiete de noviembre, mañana
“fresquilla” y cielo encapotado con indicios inequívocos de lluvia. Seis
caballeros veleños, acudimos al pactado encuentro dominguero. Con las “burricletas”
bien dispuestas y “mejor armados” (por lo que pueda pasar) , “¿para dónde
vamos?”, hay dudas y “un destino nada claro”. “El Gran Maestre”, se propone
llegar a Sotillo por Montesclaros, “no se hable más y arreando”, asentimos y
concretamos.
Comenzamos la jornada haciendo un quiebro
a las insignes calles velainas, para buscar la “anchura polar” del Baldío;
“hace un frío del carajo en la bajada del llano….”, “hasta se congelan las
manos…” en la reducida escuadra se habla. Entretenidas y amenas “chácharas”
para combatir la monotonía en la gélida explanada, hasta llegar a la
frondosidad del arroyo y las “burricletas” del ramal, para vadear el arenoso
canal. Un majestuoso encinar nos abre sus grises puertas, la quietud y un estruendoso silencio, coqueteando a nuestro paso, unas “gotillas” de
agua nos amenazan y un arcoíris de olores iluminando el “cabalgar” del sexteto
privilegiado. Las “barbas de viejo” columpiadas de las ramas, mimando el aire transparente;
una manada de vacas, escoltando a los caballeros valientes y un perfumado jaral
hace los honores en el acogedor paseíllo. Entre tanto “romanticismo y divagar”,
Martín “El Fiero”, “habrá que animar el paseo”, comenta al resto. Un camino
sembrado de exquisita calma entre la impasible arboleda, los tradicionales
“caleros” salen a nuestro encuentro y, nos guían a la aldea montesa.
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"Camino de Casillas a Montesclaros" |
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"En el río Guadyerbas" |
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"Paseo en la agradable mañana" |
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"Recreando la vista...." |
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"Dehesa mediterránea" |
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"En la profundidad del encinar" |
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"Preparados para la capea" |
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"Entrada a Montesclaros" |
Una vez en Montesclaros, “¿por dónde
vamos?”, “¿os acordáis del paraje encantado?”, “¿necesitamos brújula o nos
aventuramos?”, “ajustamos los planos”,
y “sin atlas ni coordenadas pintadas,
marchamos”. Nos adentramos en el recogido laberinto de callejuelas, que hacia
las bucólicas sendas nos van a embarcar; un rincón jalonado con remiendos del
indiscutible otoño; veredas estrechas entre “chaparras” y una variedad de
setas; vallados de piedra, engalanados con retales de un pintoresco musgo y el desbaratado puente de madera para
anudar armonía y belleza. Entre tanto arrojo y emoción, sin querer, “hay un cambio de dirección”, “por esta
puerta parece que hemos pasado” (como si fuera la primera)…..Roberto “El
Bueno”, avisa, “este camino no me suena”, nos comenta después de dejar atrás la
verde pradera. Un poco más arriba, “el guarda latino”, amablemente nos indica
hacia el oculto camino. A nuestro paso, lúcidos fresnos entre la diversidad del
encinar y un tramo desconocido al “morral”; cuando un “calabobos” nos quiere acompañar por el
bosque espectacular; otra “remesa” de espantadas vacas, “éstas parecen bravas”,
se escucha en la retaguardia. Cambio de rumbo y “diagonal” a la derecha, entre
un valle de estiradas retamas y un canchal de mojadas piedras, “¿dónde
tendremos que saltar la alambrera?”, “¿parriba, pabajo, hacia el alto, dónde se esconde el arroyo?”. “El Fiero” Martín, nos marca por
“aquín”…y la fina lluvia por estos lares, empeñada en venir; la angosta y
animada vereda a la oquedad del arroyo nos lleva. “Para no variar”, una
empinada cuesta, de regalo, una estampa cerrera magistral, ilustrada en el
lienzo grisáceo del austero día; la delicada cortina de agua nos refresca y
“lava la cara”, al fondo la villa nos
aguarda. Paramos a repostar, de la tímida lluvia nos resguardamos en un
“portalejo”, para el menú variado, degustar. Compartimos
viandas y “listos para marchar”. Desde el “pódium” solidario, “El Gran
Maestre”, saca de su “chistera” un chubasquero y con un gesto ejemplar, a
Domingo “El Maca” se lo entrega, “para
protegerte del continuo aguacero”.
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"Estrechando los caminos..." |
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" Por idílicas sendas....." |
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"El puente espera...." |
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"El camino perdido" |
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"Preparando otra capea..." |
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"Un poco más cerca...." |
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"El Gran Maestre en cabeza" |
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"Buscando entre retamas..." |
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"¿Dónde está la dichosa alambrada?" |
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"Alberto, en pleno esfuerzo" |
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"....y todos subiendo" |
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"Bajada....para volver a subir..." |
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Domingo y JoseMa, ejemplo para los demás |
Emprendemos la marcha, la vuelta por la
“cañada”, para llegar juntos a casa….y, cumpliendo con el primer
mandamiento de la saga veleña “…ningún caballero en la soledad del abandono….”.
Por el camino, risas y bromas (“con la que está cayendo”) con “la bolsa de la
basura”; “parece una azulada medusa”, “último modelo y aerodinámico”, “se infla
como un pavo…”. Alberto “El Maestro Ceramista”, desafía al tiempo “a pecho
descubierto”. Por el llano, tranquilidad y recogimiento y el “sirimiri” dando
brillo y esplendor al apuesto paisaje. Sin novedad en la parte final de la
jornada, las “tierras baldías” por la generosa lluvia bendecidas, el vistoso
alcornocal reposando a un lado…..y el “gran llano”, “calado” de tonos grises y claros.
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"El llano nos espera...." |
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"Domingo, luciendo último modelo" |
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"Caballeros veleños resistiendo" |
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"Estampa otoñal...." |
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"Desafiando al tiempo" |
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"...y a la gran recta..." |
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"Arroyo El Guijo" |
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"Enfilados a casa..." |
En definitiva, ruta circular de 55
kilómetros, los principales caminos que hemos transitado han sido; Camino del
“Torilejo”, Camino de Casillas a Montesclaros, Camino de Talavera a
Montesclaros, Camino-sendas de
Montesclaros a Sotillo de las Palomas. Camino de Sotillo de las Palomas a
Velada (Tramo de Cañada Real Leonesa Oriental). Hemos cruzado el río Guadyerbas
por “Las Juntas”. Las localidades que hemos pasado, han sido Montesclaros y
Sotillo de las Palomas.
Pd: Roberto, muchas gracias por tu
aportación fotográfica.
Buen día…………………..SALUD.
“mil caminos
por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”