Domingo
(13-07-2025), con las burricletas prestas y bien dispuestas, cuatro caballeros
veleños nos presentamos en el habitual punto de encuentro. Notables bajas en la
aguerrida escuadra, motivos varios en estas fechas estivales, otros, sin causa
justificada que acarrean “trabajo extra.” Dos propuestas sobre la mesa, al
final, la opción B, la dejamos para otra ocasión con mayor afluencia de
personal y, nos decantamos por “Finca
Canturias”, estirando el mapa, para ampliar el corral.
Iniciamos
la jornada, con agradables temperaturas, después de las bajadas de días
anteriores; cabalgamos bien agrupados por tramos de sobra conocidos; el
tranquilo polígono, fincas rústicas, granjas y siembras todavía sin actividad, mientras
aprovechamos el frescor de los regadíos, que nos acompañan a lo largo del
habilitado carril. Amenas conversaciones por “estos lares” para hacer más
llevadera la placentera mañana.
Sin
novedad, atravesamos “La Ciudad de la Cerámica”, el desgastado puente de hierro
con estilo propio nos hace el paseíllo, antes de virar al anchuroso y monótono
camino. A nuestro paso, una pista limpia y lisa, amplios tramos en barbecho
siguiendo la dirección del río, la gigantesca gravera, firme, parapetada entre
hierros y la enorme maquinaria. Antiguos y abandonados secaderos, nos guían en
línea recta hacia la vasta extensión de olivos y las regadas parcelas
de tomateras, antes de arribar "a pie de puerto" en la localidad de Las Herencias.
En
este punto, cambia el paisaje y “se empina la ruta”; discontinuos parajes de
subes y bajas, a modo “de montaña rusa”, entretenidos, ocultos entre la variada
vegetación; campos de almendros, un olivar que se pierde de vista y las
encinas, coronando en algunas de las cimas; Martín “El Fiero”, con ganas,
exhibe su fuerza en las subidas explosivas, “aunque, tengo que mantenerme más tiempo de pie”, -nos
comenta. En la parte más divertida y rota, la senda asilvestrada entre un mar
de retamas floridas, nos acerca al “alto pactado” para tener unos minutos de
descanso. Reponemos fuerzas y nos hidratamos a la sombra, contemplando los
cerros sembrados de almendros y el imponente fotograma del río Tajo, zigzagueando la privilegiada campiña.
Desde
aquí, un entretenido descenso, alguna “tachuela empedrada” y también, salvamos
un campo minado de amenazantes abrojeras; por estos lares, “El Relatero”, tiene
problemas con el retorcido cambio delantero; “me va a tocar hacer lo que queda
de etapa con la corona pequeña, amén.”
Nada que no se pueda solventar, continuamos disfrutando de las generosas
vistas, algunos corzos correteando por la finca recién cosechada, por el rebajado
puente recordamos "el día de la crecida", abrimos el desnivelada portón y nos colamos para hacer un tramo por la
Vía de la Jara. El amigo Gabriel “Machaque” hace de “gregario” y nos guía muy cómodos por la solicitada pista, por multitud de burriclistas cargados con sus repletas alforjas. En Calera, parada rápida para hidratarnos y cargar las
botijas, ya que, vamos “a echar algo más de tiempo para ensanchar el corral.”
Desde la población calerana, cogemos la irregular avenida; todavía se mantienen
temperaturas llevaderas por la interminable llanura, pero nos atiza tímidamente
-llevable- el aire de cara; con solvencia, salvamos los repechillos que salen a
nuestro encuentro y que nos llevan hasta la población de Alcañizo, mientras el
amigo Gabriel “Schweeping”, demuestra su fortaleza y buena forma en estos
tramos. Sin novedad, salimos a la Vía de Servicio, “a nuestro gregario todavía
le queda cuerda” y cabalgamos dentro de tiempo, en paralelo a la solicitada
autovía. Sin novedad por estos lares, por la vía de los eucaliptus, nos
encontramos al amigo Luci “Fromme”, que nos da novedades y, según nos comenta, le ha sido imposible madrugar, para acompañarnos en la lúcida mañana.
A nosotros, nos queda volver a entrar a la localidad “gamona”, hacer “media
gineta” y dar por bueno el corral que hemos cerrado.
Destacar de la ruta, las agradables temperaturas que hemos tenido durante toda la jornada dominguera, además, el siempre destacable y entretenido “bucle”, desde la localidad de Las Herencias hasta llegar al puente del carreterín de Alcaudete. Además de la kilometrada, el llegar antes del horario “pactado por la organización.” “La fuerza no siempre viene de una capacidad física. Viene de una voluntad indomable.”
Resumiendo,
ruta circular de 84 kms (1.000 m. D+) Los principales caminos transitados han
sido, Camino de Velada-Gamonal-Cordel-Torrehierro-El Casar, Antiguo camino de
Oropesa, Mesa Alta, Camino del Pino, Talavera-Camino de Las Herencias-Belvis-
Finca Canturias- Vía secundaria de Alcaudete, Finca del Arco, Vía Verde de la
Jara-Calera-Camino de Alcañizo-Talavera-Navalcán-Vía de Servicio N-V, Camino
Montenuevo-Gamonal-Velada.
“….mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio…”
SALUD…………………..y
TIEMPO.