lunes, 16 de junio de 2025

Ruta: Subida al torreón del Mogorro (La Nava de Ricomalillo).

 

Domingo (15-06-2025), con las burricletas prestas y bien dispuestas, siete caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de encuentro. Tras las últimas semanas y previa peticiones, “estaba en lista de espera” ; algunos compañeros la tenían ganas a la enigmática etapa, otros, la desconocían y para algunos, “obligada en el calendario burriclista”;  nos vamos al “Cerro Mogorro”, a ver “la estatua protectora de la comarca.”

Comenzamos la jornada “de pico y pala”, animados, con ilusión y sabiendo que la mañana se supone larga; agradables temperaturas a primeras horas, sin nada de aire en contra y la motivación ilesa. Cabalgamos por territorios amarillentos, “ya segados y el forraje empaquetado”, pero desprendiendo frescor y buenas sensaciones por la anchurosa avenida. Amenas conversaciones llevamos, bien agrupados, con multitemática incluida durante la primera parte de la etapa.

Para callejear por la localidad calerana, Martín “El Fiero” se echa el grupo a la espaldas y,  sin sobresaltos, ni despistes,  salimos a la conocida vía;  desde este punto, disfrutamos de la extensas vistas que nos brinda la estirada avenida,  con un mosaico  de embriagadores  perfumes, suspendidos en el ambiente,  algunos “cérvidos reposando a la sombra”,  mientras atravesamos los  túneles engalanados,  con el cargado verdor que les da la variedad de plantas. Luci “Fromme”, con galones, en cabeza, hasta la localidad de Aldeanueva marca el ritmo, “sin gastar,  ya que hay mucha tela que cortar”.

Desde aquí, callejeamos para adentrarnos en el conocido camino, pero un amable lugareño -con buenas intenciones-   nos indica otra alternativa; “a la salida del pueblo, enfrente de pilón, el camino que sale a la derecha os lleva directos.” Nos fiamos, convencidos de que en algún punto,  se encontraría con la señalizada ruta, ¡¡¡pues no!!! El amigo Roberto “El Bueno”, nos deja, “ya que se siente indispuesto…” Cabalgamos por una pista “nueva”, cómoda y limpia, entre almendros y olivos -la alternativa larga-, aunque, para llegar a nuestro destino, tenemos que hacer algo de asfalto, incluido “un minipuerto”,  que nos va preparando,  antes de comenzar la explosiva subida  “al protegido cerro.”

Ya, en la localidad de la Nava, “nos configuramos en modo  escalada; el amigo Luci, tiene problemas con “el cambio” y amaga con abortar y, Gabriel “Machaque”, “mejor os espero en la pastelería”, convencido nos comenta. Callejeamos por la localidad, antes de afrontar el exigente repechón (23%), hasta los vecinos sentados, “están desnivelados.” Nos “remangamos y parriba lo llevamos.” Al tran-tran, “sin apretar”, por la empedrada alfombra, escalamos el exigente cerro, “sin prisas” -qué remedio-; seguro,  que soltamos adjetivos poco románticos y de alguien nos acordamos, pero no desistimos del desafío propuesto; sufrimos, nos retorcemos, zigzagueamos sin levantar la vista -mejor no mirar- y ya, en un tramo más benévolo, esperamos a los compañeros para indicarlos la dirección indicada, “¡¡¡ya está hecho!!!. Disfrutamos del camino “algo llano”, antes de arribar en “el descomunal monumento” - de cerca, no lo abarca ni la cámara-. Unos minutos,  para echar un vistazo a la serena y límpida sierra,  reponer fuerzas y recomponernos “del tremendo susto”, antes de emprender el camino de vuelta.

Después de la triunfal conquista, “bajamos en un santiamén”, mientras algunos vecinos nos “dan su bendición.” El amigo Gabriel, “nos avisa que ya ha salido por la vía asfaltada”, mientras nos refrescamos, llenamos las botijas y mochilas de agua en el rústico pilón. Desde aquí, circunvalamos la Nava por la rápida pista rural que nos acerca a la estación de Fuentes, antes de volver a  adentrarnos en la vía jareña. Gabriel “Schweeping”, nos comenta, “que va atando cabos y entiende las bajas del día”; Alberto “El Maestro Ceramista”, toma los mandos  de la maquinaria y “velocidad constante y de crucero” por el disimulado descenso; paisajes achicharrados , túneles, estaciones, el colgado viaducto, pasan con prisas por el sereno y silenciado camino, “a destajo”, antes de “neutralizar a la avisada escapada.” Bajamos “alguna marcha”, cabalgamos bien agrupados sin perder de vista la retaguardia “cuando se estira la goma”  y cogiendo “algo de aire” para afrontar la última parte de la etapa, cuando a estas horas, ya se han disparado las temperaturas. Paramos unos minutos en Calera, para tomarnos “unos refrescos caducados” y avisamos al tabernero del descuido, "aunque están frías" ; recogemos las soleadas pistas, mientras,  nos desenvolvemos -todavía- con alegría y soltura, a pesar de “la que llevamos encima”; atravesamos la localidad gamonina, “hacemos una Gineta” -para no variar- y  tras la misión cumplida -con nota- , llegamos “eufóricos” a nuestro destino, “vamos a estar suaves para la siesta”, mientras nos vamos despidiendo hasta la próxima semana. 

En definitiva, ruta circular de 106 kms ( 1.000 m. D+.) Los principales caminos transitados han sido; Cuadros de la Vega,  Tramo Carretea Calera, Vía de Servicio N-V, Camino de La Raya de Chozas, Camino del Horco, Camino de Navalcán a Calera, Vía Verde de la Jara -hasta Aldeanueva-, Camino de La Nava- Subida al Cerro Mogorro-, Camino de la Nava a la estación de Fuentes, Vía Verde la Jara-Calera, Camino de Navalcán, Camino del Horco, Camino de la Raya de Chozas, Vía de Servicio N-V, Camino de Monte Nuevo-Gamonal-Velada.

Destacar de la ruta, la buena mañana que hemos llevado duranta casi toda la jornada, además de la kilometrada (106 kms), el camino nuevo desde Aldeanueva de Barbarroya, la siempre exigente subida al Cerro Mogorro, este año con el ingrediente con el cristo que custodia la comarca. "Si pudieras ver todas las victorias que te esperan, jamás lamentarías un sólo tropiezo."

Pd: las fotografías están en orden inverso a la realización de la ruta. 

 














“…mil caminos por andar y mucho tiempo perdido si saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”

 

SALUD………….y TIEMPO.

 

lunes, 9 de junio de 2025

Ruta circular “Mini-Piélago”: Mejorada-Segurilla-Marrupe-Navamorcuende-Sotillo de las Palomas-Cervera-Pepino-Talavera-El Casar-Gamonal.

 

Domingo (08-06-2025), con las burricletas prestas y bien dispuestas, cinco caballeros veleños nos presentamos al habitual punto de encuentro; en el día de hoy,  con notables ausencias -por distintos motivos- en la consagrada escuadra. Dos alternativas sobre la mesa, al final,  optamos por “el mini-Piélago” para buscar el frescor serrano y estar “cinco horas en el tajo”;  la opción B, la dejamos para ¿la próxima semana?, ya que hay compañeros que no conocen dicho desafío cerrero.

Comenzamos la etapa,  con “el ritmo” de cuando tenemos kilometrada; tranquilos, sin prisas para empezar y comentando asuntos varios; escalamos “el izado torreón”, mientras nos escurrimos por el agraciado e irregular  callejón, aprovechando las gratas temperaturas mañaneras, “para calentar y adaptar las piernas. ”Atravesamos las villas vecinas, para enlazar con parajes más asilvestrados y agraciados; tramos rotos, zarzas casi cerrándonos el paso, entretenidos toboganes de subes-y bajas, el arroyuelo que todavía tenemos que cruzar por encima de las piedras, altos pastizales tapando el camino, algunos pasos que en estas fechas todavía se mantienen frescos, mientras nos  “nos perdemos” por el desnivelado encinar. Antes de arribar en Marrupe, despedimos a los amigos Roberto “El Bueno” y Gabriel “Schweeping” que no quieren meterse en más “jaleos”, para estar más pronto en casa.

Desde aquí, iniciamos la continua escalada; a nuestro paso la pista hormigonada, abrazando enebros y jaras, antes de virar en el panel informativo de “La Bermeja”. A nuestro paso, subidas de todos los colores, “empinados sustos repentinos” entre callejas y repechos a la sombra. “La cuesta Pelleja”, en esta ocasión “algo más descolocada”, nos hace desmontar, pero, Alberto “El Maestro Ceramista”, con pericia y solvencia “la salva a la primera”. Más tramos a media ladera, que dejan al descubierto idílicos escenarios, oteamos aprovechando el frescor de la umbría, mientras “sin disimulo” no paramos de escalar por el apacible rincón. A nuestro paso, el espeso robledal -nos enfoca a las antenas-, pero en esta ocasión, el efímero descenso es hacia “el repleto embalse”. “Otro susto” en el inicio de la removida cuesta,  suelta y empinada, para adentrarnos en el profuso bosque; “al tran-tran, tampoco hace falta apretar”, echamos la vista atrás y nos agrupamos” en el afortunado museo arbolado. Para no perder tiempo, optamos por la vía rápida -para no entretener- saludamos a bastantes ciclistas “sofocados” en pleno ascenso, antes de aterrizar en la localidad de Navamorcuende. Unos minutos para reponer fuerzas y comentar las mejores jugadas,  en modo distendido;  refrescos, café y pinchos de tortilla, antes de rellenar las botijas.

El camino de vuelta, dirección a Sotillo, “nos ponemos el mono de trabajo” -si es que no lo llevábamos puesto ya-, salvando los escollos que encontramos, algunas “tachuelas”, pasos bastantes rasgados y el revirado riachuelo, poco a poco bajando su caudal por el variado circuito. Entrada “triunfal” a la localidad “palomera”, y aquí, el amigo Martín “El Fiero”, nos invita a alargar el corral; “así sea, comentamos obligados.” Más subidas a la sombra, escalamos reservones, sin gastar – la experiencia es un grado en estas lides- cuando todavía no aprieta el calor -vamos a tener suerte de salvar la jornada sin achicharrarnos-, cabalgamos con soltura y  alegría, mientras vamos tachando localidades por los relajados caminos; poco a poco vamos “estirando la alambrada para cerrar el combinado corral”; amenas conversaciones y buen rollo sobre la marcha, ya va apareciendo el reto anual, “ya queda menos y na.”; pistas alternativas y algo de canal antes de entrar en la Ciudad de la Cerámica. Desde aquí, sin novedad, a estas horas y después de “la tupa que llevamos”, notamos algo de calor, pero “todavía nos quedan pilas” y cabalgamos con presteza; algún “calentón” antes de entrar en “la pequeña barriada”; “al final, llegamos antes de la hora prevista y no hacemos el tiempo pactado” -comentamos-. Por lo que, antes de finalizar la jornada, concretamos, “cabalgar más tranquilos para alargar el mapa y evitar otro arreón”; atravesamos la localidad “gamona”, mientras estiramos el cercado por nuestras inmediaciones, llegamos al punto de partida -circular, circular- y nos despedimos hasta la próxima semana.  

Destacar de la ruta, además del bonito y espectacular recorrido; utilizamos y unimos diferentes rutas para conseguir realizar estas kilometradas. Además, resaltar la diversidad paisajística que nos brinda la privilegiada zona del Piélago, con sus agradables temperaturas, pasos entretenidos y considerables desniveles. “En cada paso por la naturaleza, uno recibe mucho más de lo que andamos buscando.” “Es todo un privilegio, el poder disfrutar al aire libre de entornos maravillosos y de los placeres que nos regala la naturaleza.”     

En definitiva, ruta  circular de 87 kms (1.200 m. D+). Los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla-Camino del Hituero-Antiguo Camino de Sotillo-Senda Cervera- Camino del Lomo- Los Dornajos- Camino de Marrupe-Hinojosa-Navamorcuende-Sotillo-Cervera-Pepino-Talavera-Cordel-Vía de Servicio N-V, Canal Bajo del Alberche-La Portiña-Talavera- Camino del Pino- Mesa Alta- Antiguo Camino de Oropesa-El Casar-Torrehierro-Gamonal-Camino de CasaQuemá-Laguna del Conejo-Velada.


                                                     

                                                   














SALUD………….y TIEMPO.


“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin sabe a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”