Domingo (26-1-2025), cuatro caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de encuentro, con nuestras burricletas prestas y bien dispuestas para la rutinaria contienda. Después de las torrenciales lluvias de la semana, “la propuesta y consigna, son unánimes”; etapa llana para rodar y evitar los caminos más “perjudicados.”
Comenzamos la jornada, animados, con las ideas claras en la templada mañana; agradables temperaturas en pleno invierno, bajo un cielo gris, de nubes cargado. “Por la tachuela del rompeolas” escalamos, para enlazar con la monótona ruta; con alegría, de todo un poco vamos hablando, “tocamos todos los palos” por la cómoda vía; Luci “Fromme”, luce flamante el maillot blanco –del “líder más juvenil” del grupo- y enfila a la escuadra por la estirada pista.
A nuestro paso, -el día ya lo indicaba-, saludamos a bastantes ciclistas, andarines y “corredores” -tienen los mismo planes que los veleños-, que también han elegido “el rodillo del canal” para salir a “orearse” en este día enmarañado. Alineados con la serpenteante canaleta, se van “moviendo” antiguos secaderos, jóvenes olivares, granjas embarradas, parcelas anegadas de agua, el tupido encinar engalanado con el sutil aguazo y algunas chimeneas salteadas, humeando desde bien temprano.
En nuestro “cabalgar”, un coctel de agradables olores que se desprenden de la variada arboleda –eucaliptos, encinas y pinos- y el manto de hierba fresca que recorre la asfaltada avenida. Bien agrupados, recolectamos los pequeños detalles que salen a nuestro encuentro, alimentamos los sentidos, a la par, que hacemos más amena y llevadera la etapa, antes de aterrizar en el punto pactado, el imponente embalse de Cazalegas.
Delante de la titánica presa, unos minutos de contemplación y decidimos la vuelta, “nos desviamos hacia Talavera, para hacerla circular”- nos propone el amigo Luci. Sin sobresaltos, hacemos el disimulado camino descendente, sin parar de “rajar”; planes de etapas con pedigrí, para amenizar el calendario; algunos solomillos echamos al plato; Alberto “El Maestro Ceramista”, se encarga de atizar la parrilla y proponer rutas gastronómicas –también, las tapas de oveja de Gamonal, para no variar-. Otro día más, nos dejamos ver por la población talaverana –buena alternativa para estirar las etapas-. Roberto “El Bueno”, el mecánico oficial, examina “las roldanas estrelladas” después de “la banda sonora mañanera”, mientras aprovechamos “para picar algo”, por no llevar “el plátano a casa.” Callejeamos entre granjas y parcelas encharcadas –las tapas para otro día-, cuando en el lienzo que apunta a nuestra dirección, destacan los tonos más oscuros, ¿nos libraremos del temporal?; sin más novedad por estos lares, “poligoneamos” algún tramo, para llevar al amigo “gamón” a su casa……y “cada mochuelo a su olivo” hasta la próxima semana.
Destacar de la etapa, la agradable mañana de invierno, las algo más de tres horas dando pedales que hemos pasado y a pesar de la monotonía del recorrido, resaltan algunos tramos adehesados, pinos y eucaliptos en nuestro cabalgar para amenizar la jornada. “Hay tiempo para todo, lo fácil es bonito….. lo difícil, extraordinario…”
En definitiva, ruta semicircular de 70 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cuadros de la Vega, Camino de Chilines-Gamonal-Polígono TorreHierro, Carril de las Zuecas, Canal Bajo del Alberche-Embalse de Cazalegas-Canal Bajo del Alberche-La Portiña-Talavera-Camino de los Pinos-Mesa Alta-Antiguo Camino de Oropesa-El Casar- Polígono Torrehierro-Gamonal-Velada.
SALUD……………y TIEMPO.
“…mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”