martes, 17 de junio de 2014

Ruta: Antiguo camino de Talavera a Montesclaros

     Domingo quince de junio, placentera  amenaza la mañana; siete caballeros veleños, nos damos cita en el señalado punto de encuentro. Con las burricletas bien dispuesta y las “alforjas” de ilusión repletas “¿dónde los caminos hoy nos llevan?”. Ángel “El Guerrero”, se adelanta y la jornada “marca”; andurriales cerreros y el arcaico camino para los osados caballeros.

     Comenzamos la jornada con rumbo hacia la ganadera cañada, a nuestro paso  el polvoriento “Baldío” y con la vista  puesta en los elevados cerretes, amenizadas “chácharas”, aletargan la marcha de la voluntaria escuadra. Por el sombrajo del camino “zorrero”, nos enfilamos hacia el sendero arriero para “asaltar” el empinado repecho; en fila de a uno escalamos, y después de la quebrada bajada, nos agrupamos. Se abre el telón del escenario “sendilandia”; por la estrecha vereda, una moqueta de pastizal reseca, una alfombra de enanos tomillos, chaparras bien asentadas,  el colorido  de las espigadas retamas y las  cariñosas zarzas a Ilde “El Suegro” le abrazan. Los combativos  caballeros,  Goyo y Gabriel  se prodigan en  el encomiado entorno por primera vez. La acogedora vía, entre la hierba perdida, tramos asilvestrados y el riachuelo consumido también cruzamos.” El Capitán Garrapata” nos alerta, “aquí la hierba está muy alta”, y con esmero, se “atusa las patas”. Cruzamos la ganadería de las vacas bravías  y poco a poco el agrietado camino “se empina”, atrás dejamos el inmenso encinar, el  apaciguado ganado  y los  derruidos cobertizos,  atestiguando el devenir  del tiempo. Nos adentramos en una calleja de perfumadas jaras, “un poco más atrás,  una liebre-sin importancia- ha saltado a la saca”, en primera línea se comenta. Abrimos el cerrojo de la  firme portera, un laberinto de jaras, oculta la “precavida bajada”, el tradicional bosque del lugar –presencia de un rincón para enmarcar-   engalanando la sombría y “fresquita” pista y un silencio atronador, planeando sobre nuestras cabezas;  avistamos los desusados caleros, que de frente  nos enfilan  hacia la aldea montesa. El amigo Ilde nos lleva  “por el hormigonado repecho” y “El Gran Maestre” como va sobrado,  lo sube dos veces (“dando ejemplo”). Paramos a repostar en la transitada plaza; risas y bromas (“huevos fritos, lomo y pisto, no van a llenar nuestras andorgas”), compartimos dulces y viandas del menú “especial” y preparamos la vuelta, “si es posible,  toda cuesta abajo”, comenta Goyo “El Coloso”.
Cerro del Arriero

Cañada Real Leonesa Oriental

      






"...por divertidas veredas...."

Camino de Talavera a Montesclaros







"...también cruzamos el desaguado río"


"...nos adentramos en el perdido camino"








"Buscando caminos más estrechos"

Escalando por los escondidos cerros








"...también nos recreamos..."

"Por parajes poco frecuentados"









"....y los apagados caleros a nuestro paso...."
     Emprendemos la marcha, después de consultar  el “rallado mapa”, y atendiendo a “benévolas peticiones”,  por el camino “parrillano” con agrado cabalgamos; por el reposado decorado, “andorreamos”; un ejército de encinas nos resguardan y bien alineadas,  nos guían por  el solemne paseíllo; de todo un poco hablamos, también opinamos,  sobre  “la normativa de los caminos públicos”, “¿por dónde los caballeros veleños cabalgarán?”, desde el “sentido común”, no vemos viable  que los “ vetustos pasos de nuestros ancestros vayan a condenar”. Sin novedad en la veleña escuadra, avistamos el refrescante estanque, también nos toca un tramo de “carretera” (“por tener el  camino público bien gestionado”) y  a   “la gran llanura”, también le plantamos cara. Reclutamos voluntarios, vamos a hacer una “incursión” por  los “cerros abrasados”; un trío de caballeros, somos los elegidos, damos un paso al frente  hacia las sendas “pedreras”; “El Canto del Cuervo”, nos abre sus empinadas puertas y de paso ¡¡¡¡nos calienta!!!!, cuando coronamos, ¡¡¡¡qué desilusión!!! el extenso  paraje devastado y  en  un argénteo negruzco  camuflado. Transitamos el campo de batalla calcinado, “por arriba por abajo”, por las conocidas sendas y campo “a través”,  para contemplar los rastros del aterrador fuego. Después de “sendear” por la asolada  estampa, descontentos nos volvemos hacia el  pueblo….
"...bien agrupados la cuadrilla.."

Camino de Montesclaros a Parrillas

   






Camino del "Toril"

"Por la entretenida bajada..."








"Senda del Canto del Cuervo"

"Por el extenso Baldío..."








"...por la estampa desolada..."

"Sobran las palabras..."








"Desde otra perspectiva..."

"...más parajes calcinados..."








"Buscando la senda de los puteros..."

"En la Cruz del Niño..."










     En definitiva, ruta circular de 52 kms, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental; Camino de los Huertos; Senda del “Arriero”, Camino de Talavera a Montesclaros, Camino del “Rengel”, Camino de Talavera a Montesclaros; Camino de Montesclaros a Parrillas; Camino de Aldea Arango a Velada, Camino del “Torilejo”; Senda del Canto del Cuervo; “Colá de Gamonal”, Senda de la Cruz del Niño, Senda de los “Puteros” a Velada.

   Buen día….SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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