martes, 4 de noviembre de 2014

Ruta: “El Puente de Los Duendes”


     Domingo dos de noviembre, mañana apacible y con “cuentagotas” vamos llegando al lugar de costumbre. Cinco caballeros veleños acudimos a la cita del fin de semana, “bastantes bajas en esta jornada”; Cristóbal “El Conquistador”, “por fin” se anima a salir  con el reducido “pelotón”,  Diego “Sin Miedo” nos aguarda  por  territorios “cagarrachess”; “somos los que estamos, pues partamos”….El Gran Maestre trae la “ruta diseñada”, “nos vamos al puente de las ninfas y duendes”.

     Iniciamos la jornada, rumbo hacia “la cuesta de la gamonosa” –una vez más- , ya es “vicio”, pero nos va, al final la desgastamos de tanto “escalar”; para comenzar no está nada más, “ponemos las piernas y los cuerpos a tono” por los “empinados tramos” una y otra vez conquistados. Contemplamos la estampa cerrera en todas las direcciones y un día gris se cierne  sobre nuestras cabezas. Lo mismo nos da una “capea con  bravías becerras”, “el aviso de las rapaces en las alturas”, hoy nos toca campear “con el mastín cachorro de falúas”, en mitad del camino, “jugando a cortar el paso”. Cruzamos la villas vecinas y “recogemos”  a Diego, que nos espera “desde hace  rato”, nos da novedades sobre Ilde “El Suegro” (desde estas líneas, esperando la  pronta recuperación y su inmediato regreso). Buscamos pasos más asilvestrados, el generoso pincel del otoño va dejando su rastro en las verdosas praderas,  en los vallados empedrados, en el transparente aire mañanero  y en el arroyuelo animado. Primeras estampas del nocturno aguazo y el discontinuo sube y baja para no enfriarnos; también el camino de “gravilla suelta” y cuando me doy la vuelta, “ha aumentado la cuadrilla”, “hace un rato nos acompaña la  legión de Talaverilla”; intercambiamos opiniones, saludamos a gente noble y  conocidos (“Pepe, un placer verte por estos caminos”)  y cada cual, en busca de los pactados destinos. Para nosotros, se nos abren las puertas del colorido elíseo; un pintoresco encinar, con espigados enebros haciendo bandera en “el arcoíris de la belleza”, la angosta vereda, revestida de “plantas aromáticas”, pedruscos sutilmente engalanados  de refulgente  musgo y una variedad de hongos por todas partes asomando. Martín “El Fiero”, “insitu” nos da una lección micológica, “éstas son buenas, estos  “boletus”  tienen calidad y las blancas están pasadas”. Por la calleja estrecha, florece la magia, la vistosa hierba fresca en una alfombra, plantada  y “las barbas de viejo” ondeando  de las colgantes ramas, tanta magnificencia,  custodiando  el arcaico puente, recóndita morada  para  duendes y hadas. Sesión fotográfica en el  lugar encantado, buenos momentos pasamos y de paso, repostamos; compartimos viandas , pasas, fruta fresca y cereales “en barras” para “llenar la panza”.
Camino de Velada a Mejorada
Antiguo camino de Segurilla a Sotillo

    








"Camino de los Dornajos"

"Arroyo del Marrupejo"









"El otoño haciendo estragos..."
"Recreando los sentidos"










Camino de Segurilla a Marrupe

"Con la compañía de Talaverilla"









"Vereda de Cervera a Navamorcuende"

"JoseMa, por los enebros, liderando"











"Por parajes encantados"
"Al abrigo de la encina, agrupando".










"Clase magistral de micología"

"....por la angosta vereda..."









"...dentro del rincón de fábula"

"....posando en el longevo puente de piedra"








"....es la hora del recreo...."
     Reemprendemos la jornada por  la ceñida senda, pensamos en adjetivos superlativos  para nominar al fabuloso rincón, mientras marchamos en paralelo a la intransitada carretera. Una pista a la izquierda y por la rápida bajada, entramos en la extensa cañada; un continuo tobogán a nuestro paso, también cruzamos el reseco río (“de momento”) y más adelante,  arribamos en la pequeña aldea sotillana. El Gran Maestre nos da el alto, “Roberto, para que he pinchao”, echamos la vista atrás, “la rueda va bien, va a ser el burriclista que ha gastado la pila”, entre risas  le comentamos. Buscamos “la vía más cómoda”, todos rectos “y sin miramientos”; hacemos alegre “la vuelta”, avistando “los pronunciados” cerros desde abajo, camino ameno y bien agrupados marchamos. A Martín “El Fiero” la burricleta le da “guerra cuando aprieta” y un par de compañeros (Diego y Cristobal), nos dejan y por “senda del ruiseñor”  marchan para Talavera. Nosotros hacemos otro amago de “más senderos”, pero no dejamos solo a Roberto “El Bueno” y nos enfilamos por  “los arenales del infierno”; “¿qué contar de este suplicio cuando las fuerzas faltan?”; dos compañeros se dan a la fuga, “nos habían avisado, que prisa tenían”; otros tantos,  con calma cruzamos el arenoso Baldío, aprovecho y me detengo a  hablar con el amigo Gabriel,  de la dominguera  jornada…..y sin más novedad,  llegamos al punto de partida para dar por concluida otra digna etapa.
 
"...pastizales a nuestro paso..."
"Enmarcando  idílicos paisajes"

     









"...más tramos de estrechas veredas"
Camino de Navamorcuende a Sotillo.











Cañada Real Leonesa Oriental
Sotillo de las Palomas.











Baldío de Velada
     En definitiva, ruta circular de 60 kms, los principales caminos transitados han sido: Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo Camino de Segurilla a Sotillo, Senda de Cervera, Camino de los Dornajos, Camino de Segurilla a Marrupe, Vereda de Cervera a Navamorcuende, Camino de Navamorcuende a Sotillo de las Palomas-Velada- Cañada Real Leonesa Oriental.

     Pd: Roberto, JoseMa, Martín, Cristobal, gracias por vuestra aportación fotográfica (1).

     Buen día…….SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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