Domingo (20-6-21), cuatro caballeros
veleños acudimos al pactado punto de encuentro;
con las burricletas bien dispuestas y
prestas, afrontamos la jornada con
amenazas de lluvias.
Otros compañeros, dudan de la salida, no
se fían de las previsiones y se quedan en sus aposentos;
los asistentes, lo vemos demasiado claro
y nos vamos a la ruta programada: Finca Canturias.
Tres “galgos” llevo de compañía, veremos
qué pasa cuando suenen los tambores de guerra;
promete la jornada no soleada,
agradables temperaturas y a la caza de alguna aventura.
Cabalgamos bajo los amagos de agua y en
tramos de llano, nos salpican algunas
tímidas gotas;
mis compañeros no “reculan”, ni tienen
miedo, ni por asomo planteamos “abortar” la etapa.
Buena jornada para la práctica
burriclista, sin calor, por las anchas pistas, plácidas y tranquilas;
también, cruzamos poblaciones, todavía
adormiladas, sin apenas ajetreo, ¿será por el agua?
Nos recreamos por la intermitente
subida, por los continuos subes y bajas, para avistar El Tajo;
amplios campos oteamos, que nos muestran
lúcidas estampas sobre un lienzo repleto de almendros.
Continuamos con “la preparación”, por el
camino “del molino”, ¿no os suena a premonición u obsesión?
Pues eso, que vemos molinos por todas
partes, de río, en el alto del cerro y entre la variada arboleda;
agradables parajes a nuestro paso, bien
ataviados y resguardados, divisando desde el magnífico balcón.
Cabalgamos con alegría, animados, comentamos
varias jugadas, sin mirar al cielo, en plena armonía.
Roberto “El Bueno”, nos ilustra -una vez
más- sobre teoría mecánica, más adelante vendrá, la práctica.
Alberto, “El Maestro Ceramista” y Luci
“Frome”, nos “convidan” a la exigente contra-reloj, tenía que llegar;
la vía verde pasa a toda velocidad,
Calera ni lo vemos y por el canal, las piernas pican más.
Sí, al final, llegando a casa, las
amenazantes nubes comienzan a descargar, tímidamente, para nuestro bienestar.
Estupenda jornada, a primera hora de la
mañana había dudas, las previsiones no
eran muy halagüeñas, ya que quince minutos antes de salir, ya “nos habían
regado los caminos”. Para mi sorpresa -que no me ha extrañado-, mis compañeros,
comentan que quieren hacer la ruta propuesta. Pues nada, no se hable más, no
soy yo quien se vaya a echar para atrás. Durante algunos tramos, nos han caído
“algunas gotillas”, nada, para dar emoción a la etapa y echar un pulso a la
amenazante jornada, curiosamente, el mayor “champlazo”, nos lo ha dado los
aspersores de la vía verde, que estaban “a tope”. Tampoco, había necesidad de ponerse el chubasquero,
aunque, como precavidos y expertos caballeros, los llevábamos de repuesto.
Destacar en esta ruta, el tramo desde Las Herencias, subidas discontinuas y
constantes subes-bajas que nos ponen a prueba por estos lares y las magníficas vistas del río Tajo, que nos
brindan desde el mirador de “los molinos”. “El secreto de los días de lluvia es saber
musicalizarlos.” “Los cambios son retos que abren las puertas a nuevas oportunidades.”
Resumiendo, ruta circular de 70 kms. Los principales caminos transitados han sido, Camino de Velada a Gamonal, Torrehierro, Camino Alto de Las Zuecas, Antiguo Camino de Oropesa- Mesa Alta- Talavera, Camino de las Herencias, Belvís-Alcaudete, Camino de los Molinos de Silos- Finca del Arco, Vía Verde de la Jara-Calera y Chozas, Canal Bajo del Alberche-Gamonal-Velada.
“…..mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”.
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