Domingo
(28-7-2024), seis caballeros veleños nos presentamos a filas en el habitual
punto de encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas, preparados
para otra jornada de corral y kilometrada. Dos circuitos interesantes se presentan a
los convocados; valoramos la situación, teniendo en cuenta las altas temperaturas
de esta semana y, nos decantamos por “los caminos de la Talajara.”
Comenzamos
la etapa, bien ataviados con “la zamarra oficial”, y en nuestros pensamientos, ya dan vueltas “la cuenta atrás del reto
anual.” Conversaciones varias por la cómoda vía -próximo carril bici-, para calentar,
antes de pasar a la acción -la mañana promete-. Por estos lares, nos
encontramos a Raúl “El Espartano”, compañero en nuestras gestas anuales. “Le
tenemos que obligar” y decide acompañarnos, cuando le indicamos la dirección
que llevamos.
A
nuestro paso, amplias parcelas de regadío, granjas vacunas y una ligera brisa
que agradecemos. Sin apenas hacer ruido, atravesamos la ciudad de la cerámica
por “su antiguo puente”; una gravera y un inmenso almendral, antes de iniciar
la primera escalada de la ruta. La conocida ascensión, nos pone a prueba –“cada
cual como pueda”, ya que queda mucha tela por cortar. Buenas pistas “para
cabalgar”, rápidos subes y bajas, bien indicadas “en un jeroglífico de
destinos." Sin novedad, en dirección ascendente, cruzamos otras dos poblaciones
más, cuando a Francis “Sevilla” le empieza a dar “lata su tija telescópica”; nada,
dos tornillos, unas risas “con las pizzas” y “arriando velas.”
Desde
este punto -Alcaudete- comienza el tramo “más complicado”, profusos pastizales,
subidas incómodas, entre olivos, pasos perdidos, cantos rodados y alfombras de
piedras entre el tupido jaral y, una última ascensión, antes de arribar en la
localidad de Belvís. En este punto, paramos a reponer fuerzas e hidratarnos,
para afrontar con éxito la recta final de la etapa. Antes de “partir”, me doy
cuenta, “la burricleta del Relatero está pinchada”; primeros auxilios y no responde
la fiel acemila; al final, cámara nueva para no perder más tiempo. Trabajo en
equipo y en unos minutos estamos en el camino; ¡¡¡muchas gracias amigos!!!!
Reemprendemos la marcha, entre un laberinto de caminos, nos adentramos “en el que buscamos”,
más tramos empinados y técnicos, antes de adentrarnos en “el callejón de los
almendros”, más sencillo e intuitivo -nos da una pista hacia dónde vamos-, que
nos dejará caer en “el pilón de los milagros.” Unos minutos para abrevar, rellenar
las botijas, con baños incluidos para refrescarnos; instantes de buen rollo y
armonía -esto, también se entrena.-. Desde aquí, por la Vía de la Jara, buena
marcha -controlada-, para no tener sobresaltos, ya que ahora sí, “el calor se hace
notar…..”, por lo que, llegamos a Calera en un “santiamén.” Decidimos "el plan B", “por el
canal” decidimos acompañar a nuestro invitado –“para redondear a cien.”-; pero
antes, por la vía asfaltada “un calentón” de los buenos, para “los gallos del
corral.” El último tramo, más relajados, haciendo un resumen de la jornada…..y
antes de finalizar la digna etapa, “una Gineta” para no variar.
Destacar
de la ruta, la variedad de paisajes y terrenos durante todo el itinerario;
caminos arreglados, subidas largas y tendidas, otras, más técnicas con cierta
dificultad. Paisajes de encinas, extensos olivares, amplios terralgos de almendros
y cereales….No menos importante, “el buen rollo y armonía” entre los
integrantes de la escuadra veleña. “No es lo que te sucede, sino cómo
reaccionas a ello es lo que importa.” “El arte de la vida es más parecido a
luchar que a bailar…”
En
definitiva, ruta circular de 100 kms (900 m. D+) Los principales caminos
transitados han sido, Camino de Velada a Gamonal-Cordel- Torrehierro-El Casar,
Antiguo Camino de Oropesa-Camino Mesa Alta, Camino de los Pinos-Talaver- El
Barrio Santa María-Camino del Membrillo (Mecachón-Picatoste)-Alcaudete de la
Jara-Belvís-Aldeanueva de Barbarroya -Vía Verde- Calera- Canal Bajo del
Alberche-El Casar-Torrehierro-Gamonal-Velada.
Buen
día……SALUD.
“…mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”