Domingo
(12-10-2025), con las burricletas prestas y bien dispuestas, dos caballeros
veleños nos presentamos en el habitual punto de encuentro. Descansos, eventos
familiares y asuntos propios, dejan a varios compañeros en sus aposentos. Tal
como se habló la semana pasada, la hora de salida, será “ a las 9:00 h., para
todos aquellos que os animéis a realizar
etapas en “versión descanso activo” y tres horas aproximadamente de duración,
con “sorpresas sobre la marcha”.
Como
siempre, “después de la tormenta, llega la calma”, después de “la conquista de
Sevilla”, volvemos a nuestro “corral.” Para no dejar de salir y no perder las
buenas costumbres, llegan tiempos de “aguas más serenas”, “de bosques más
tranquilos”, previstos para andorrear en las estaciones de otoño e invierno. Jornadas,
para disfrutar de las bondades que nos brinda el campo y los placeres que la naturaleza
nos sirve en bandeja. En el día de hoy, los amenazantes nubarrones, ¿serán indicios
de las deseadas lluvias de temporada?
Comenzamos
la jornada, “toda un clásica, un poco retocada”; Roberto “El Bueno”, fiel escudero y “El Relatero”, cabalgamos por
paisajes “que hoy se mueven a cámara lenta”, mientras nos repanchigamos en la apacible
y pausada mañana; la profusa dehesa, expectante, sigilosa, dice mucho, sin
decir nada, algunos cérvidos saltando entre el pasto y desapareciendo entre el
espeso encinar, los bancales de arena, obligándonos algo más, el rebosado
pantano mostrándonos su variada fauna, el acogedor alcornocal y una estirada
calleja de jaras, esparcida por la anchurosa vía pecuaria.
“Sin
prisas”, amenas conversaciones llevamos, de todo un poco hablamos, “del reto ya
pasado, el del próximo año, orientación sobre ruta, con anécdotas incluidas,
mientras cabalgamos por la cómoda vía. Encinas secas en mitad del camino, hace
años lucían esbeltas y lustrosas, el paso del tiempo “no perdona, ni pasa en
valde” (para nadie). En la pausada “pedanía”, “el alto cargo”, propone un giro hacia
Torralba y para no variar, “nos va a atizar el aire de cara”; expertos en todos
los terrenos, también afrontamos y nos resignamos con las inclemencias del
tiempo, “pero el tema del Eolo es harina de otro costal.”
Por
el laberinto de pistas, “a pecho descubierto”, entramos en la localidad
pactada. Unos minutos de asueto, para repostar y cargar las botijas. Desde
aquí, “buscamos la calle Velada”, para adentrarnos en vías bien cuidadas,
resguardadas en la generosa postal, plagada de encinas, salvando los subes y
bajas “agazapados” en la trayectoria montesina, por parajes agraciados y
entretenidos. Sobre la marcha, decidimos acompañar al amigo gamón a su casa,
pero antes de clausurar la ruta, unos refrigerios, aperitivos y las exquisitas
tapas de magro, para brindar por la etapa.
Destacar de la ruta, la agradable mañana fresca para empezar, pero poco a poco se ha ido “desperezando”, hasta notar algo de calor, los ingredientes que nos encontramos camino hacia La Corchuela – a pesar de la arena-, se echaba de menos el tupido paisaje adehesado, el idílico alcornocal, -perenne en el tiempo-, el mar de jaras, que nos acompaña más de la mitad de la ruta y sobre todo, la tranquilidad durante toda la jornada. “Cuando te acercas a la naturaleza, te acercas a ti mismo.”
En
definitiva, ruta circular de 60 kms. Los principales caminos transitados han
sido; Camino de Arenas-Parrillas-Navalcán, Camino de Los Veratos, Cañada
Leonesa Occidental-La Corchuela, Camino de Lagartera-Oropesa-Torralba, Camino
de Torralba-Navalcán-Velada-Carril de Las Mulas, Camino de
CasaQuemá-Gamonal-Velada.
SALUD………….y
TIEMPO.
“….mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio.”
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