Domingo
(2-11-2026) con las burricletas prestas y bien dispuestas, cinco caballeros
veleños bien ataviados, hacemos acto de presencia en el habitual punto de
encuentro. Amables temperaturas tenemos y según las previsiones, irán
mejorando. Como estamos “en versión descanso, lo de menos es el itinerario.”
Una combinada, picando algo de cerros, llano y desayuno a mesa y mantel.
Comenzamos
la ruta, dentro del periodo de “vacaciones”, tiempo y fechas para “el relajamiento y la
distención”, para el descanso, recargar las pilas y las baterías de la ilusión (aunque
ésta a tope.) No faltan las variadas y distendidas conversaciones, como en el
salón de casa, cómodos y sin sobresaltos, oteando nuestro entorno y disfrutando
de los estímulos que nos brinda la removida panorámica.
Durante
nuestro recorrido, “escalamos la pared de la Gamonosa”, rincones perfumados de aires frescos y limpios
que nos brinda la estación de la nostalgia y el cambio; atravesamos varias
localidades vecinas -ya hermanadas de tantos pasos y paradas- nos adentramos en
parajes cerreros, engalanados con sus mejores trajes de época, amarillos,
marrones y naranjas para llenar los zurrones de los sentidos y dar rienda
suelta a nuestra ingenua fantasía e díscola imaginación.
Sobre
la marcha, saludamos a bastantes burriclistas, cabalgamos por pistas bien
compactadas, teniendo en cuenta que las últimas lluvias han ayudado bastante,
-ya no se levanta polvo-, hablamos de los próximos retos y entrenos -más
serios- y “deliramos” pero sin perder el humor, con etapas “de alta montaña.”
Controlamos con decisión y seguridad los
fugaces descensos, acurrucados en un tupido jergón de encinas y desde los
caminos más planos, circunvalamos urbanizaciones, parcelas y granjas
agropecuaria, esquivando ciclistas y andarines despistados por “el carril
bici”, antes de arribar en la localidad de Talavera.
En
este punto, parada obligada para “reponer fuerzas” y continuar con “nuestras
bolerías”, al sol, en la conocida churrería -San Isidro-; cafés, porras y
tostadas bien colmadas, para amenizar la jornada. Tras el suculento “ágape”,
reemprendemos la vuelta, atravesando la concurrida Ciudad de la Cerámica, para
hacer el último trasbordo en la cómoda vía. Desde aquí, los fotogramas “llevan
algo de prisa”, granjas, huertas, maizales y acequias se mueven con soltura;
algunas tachuelas, algo de “polígono” sereno en la interminable recta, “menos
mal que no hace aire”, un trozo de cordel antes de despedir al amigo gamón y
“una Gineta” -sin apretar”, antes de clausurar otra plácida etapa de
pretemporada.
Destacar de la jornada, las agradables -suaves- temperaturas mañaneras, los coloridos paisajes que se nos ofrece, según va avanzando el cambiante otoño y no menos importante, el buen rollo y armonía entre los integrantes de las jornadas domingueras. “La autenticidad es la armonía entre lo que se dice y lo que se hace.” “El reto está en el momento; el tiempo es siempre ahora….”
Resumiendo,
ruta circular de 56 kms. Los principales caminos transitados han sido, Cañada
Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla-Cervera-Pepino-Camino
de Talavera, Vía de Servicio N-V, Camino del
Paraíso-Espinosillo-Puntal-Talavera-Camino del Pino, Camino de la Mesa Alta,
Antiguo Camino de Oropesa, El Casar- Torrehierro-Gamonal-Velada.
Pd: Francis, gracias por tu aportación fotográfica (1).
SALUD………….y
TIEMPO.
“…mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio…”

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