martes, 4 de febrero de 2014

Ruta: sendas, "canturriales" y fangales


    Domingo dos de febrero, en la villa  veleña,  mañana gélida  y en el punto de mira, otro  comprometido reto. Ocho caballeros veleños nos damos cita en el habitual punto de encuentro, también se animan dos nuevos escuderos, que de nuestras sonadas  andanzas ya se han hecho eco. Sacamos el “tiralíneas”, sin un destino fijo, cortamos de aquí, pegamos de más arriba y “atrochamos” por esos andurriales para adentrarnos en los más recónditos parajes. Con las “burricletas” dispuestas y los “achiperres” de guerra preparados para “la refriega”, “nos vamos a la búsqueda de la princesa marrupeja”.

    Comenzamos la jornada dejando atrás la desierta avenida; por la prolongada cañada, el rastro de la severa “rociada” con  “gruesos caramelos” en todos los charcos. Bien agrupados en formación “edredón” para entrar en calor; de todo un poco hablamos, algunas bolerías soltamos, también pinceladas de la actualidad general; por la retaguardia,  “Kuman” el gamonino, se incorpora al grupo por estos  conocidos  caminos. Un giro a la izquierda y se abren las estrechas puertas del paraíso “carboneras”,  refugio asilvestrado para almas bohemias y más de un “pirao”; perdidos  entre chaparros enanos , zarzas en perfecta armonía alineadas,  un sendero bien engalanado y de sosiego sembrado .  Nos “oreamos”  en la empinada cuesta,  de uno en uno vamos llegando al “altarejo”; Eduardo “El Carpin”, baja con el “gancho” para “empujar”  al osado “maestro”; bromas y guasas por anécdotas  pasadas.  Desde aquí, la guarida  de la zamarra nos acoge, estrechas sendas camufladas en barro y  su  acogedora belleza nos “embelesa”;  la  “ burricleta del relatero”, por estos salvajes  parajes se queda sin frenos,  alguna liebre también echamos a la “saca”, saltos de valla y porteras caseras al paso de la escuadra veleña; por la larga senda, angostas veredas, un próspero arroyuelo, chaparras y retamas con musgos adecentadas,  amplias y pintorescas  praderas disimuladas entre tradicionales vallados de piedra. Por el paso “cerrero”, divertidos subes-bajas para entretener a la aguerrida escuadra y al fondo, la majestuosa sierra de Gredos, luciendo estampa.  Suena “la campana”, toca la parada obligada, para repostar y a la “andorga” despistar; exquisitas viandas, frutas, dulces, ricas pasas y la  pócima  líquida para no “añurgar”.
Senda de las Carboneras

Camino de los Huertos




   



Camino de la Herrería
En la profundidad de la senda









"Por estrechas callejuelas"

Senda "La Zamarra"








"Martín El Fiero en primera línea"

"....llegamos a la extensa pradera"








"Superando pequeños obstáculos"

"Ilde, mimetizado entre musgo y encinas"








"....todos vayas cerramos..."

"También en pelotón agrupados"








"Preparando para repostar"

"La soledad del burriclista"










     Reemprendemos la jornada, un trío con “galones” toman las de “Villadiego” y marchan hacia sus aposentos, dando  por concluido el “reto sendero”. Los demás, entramos en “sendilandía”, entre el perpetuo tomillar, una gruta de  perfumadas encinas por la “alfombra divina”, “canturriales” y viscosos  lodazales presiden la excelsa quietud  de estos  lugares imaginarios, para el  deleite de los “caballeros” convocados.  “Tocamos” anchos caminos, en marcha “deliberamos” y en pleno acordamos; la propuesta de Ilde “El Suegro” ha triunfado, “la trialera el Bobo” el inmediato destino, los demás estoicamente aceptamos y damos un paso al frente. Enlazamos con “la senda del ruiseñor” para atacar al “soleado averno”, los noveles escuderos no lo ven nada claro, “abandonan”  y eligen el camino asfaltado. Para la aguerrida comitiva,  ceñidos pasos por “cerretes”  elevados, agrietadas  sendas con profusos  barrancos (“ nada más comenzar, ya pinta en bastos”)  y más piedras levantadas de todos los colores,  cubiertas de verdosas  hierbas, y vivas regueras repletas de barro y otras sorpresas,  encaminando a los pétreos muretes empedrados;  Pedro “Hierros” con decisión y tesón toma la iniciativa, Diego “Sin Miedo” no se amedranta y la embestida aguanta……y Alberto “El Maestro Ceramista” de manifiesta alegría  a su “burricleta” encabrita.  Abrimos “el portón del  silencioso horco”; ni el anhelado “dorao”, ni rastro de la infanta pelleja, a cambio, rincones de belleza “sobraos” y buenos momentos, degustados en  idílicos lugares por  el olvido “aparcaos”. Entramos en la aldea “zorrera”, se flirtea “con otro castillo de sendas”, pero voces más sensatas, nos “muestran” el camino directo a casa. Con tranquilidad y sin novedad en la marcha, hacemos recuento de la “fértil etapa” y de las mejores “jugadas” cosechadas.

Sendero de Talavera a Montesclaros
"...deteniendo el tiempo..."



   




Cañada Real Leonesa Oriental

"Senda del Ruiseñor"









Sendero del Bonalejo
"Momento de relax...."









"....y  "to" parriba..."
"...por veredas divertidas..."









"Entrada a la Senda del Bobo"
"....y agraciadas vistas..."








"Saliendo del más allá"
"Detrás de esto.....hay más..."










"....y algo más para rematar"

Camino de Mejorada a Velada.








     
     En resumidas cuentas, ruta circular de 40 kilómetros. Hemos transitado por los siguientes caminos y sendas; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de los Huertos, Senda de las Carboneras, Camino de la Herrería (“Mataburras”), Senda de la Zamarra, Camino de la Herrería, Camino de Talavera a Montesclaros (“Senda Fantasía”), Cañada Real Leonesa Oriental, Senda del Ruiseñor, Senda del Bonalejo, Sendero  del “Bobo”, Camino de Mejorada a Velada.

     Pd: Diego, muchas gracias por tú aportación fotográfica.

   Buen día….SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”


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