martes, 9 de diciembre de 2014

Ruta: El paso de las grullas


     Domingo siete de diciembre, desde la fecha señalada,  retrasamos media hora el inicio de la semanal salida (9:00 horas en los Colegios). Once caballeros veleños acudimos a la habitual cita, con las burricletas bien dispuestas ¿hoy llano o cuestas? Mañana de bajas temperaturas y entre los convocados  la “continua duda”. En esto que van acudiendo decenas de burriclistas de Talavera y otras tierras, “hacemos la anual de la Corchuela”, algunos conocidos nos comentan. Mira por donde, “hoy  vamos a la Corchuela  a ver las grullas”, acordamos entre  los asistentes.  

     Comenzamos la jornada, ¿acompañamos a la numerosa escuadra? “El contable” nos anota entre los invitados, ellos tiran por el camino  Real, nosotros al iniciar, el barrizal  pretendemos evitar. Marchamos bien agrupados, con los rostros tapados y los dedos “helados”; comentamos la bajada brusca del mercurio y “algunos” empeñados en “dar caza” al numeroso pelotón adelantado, “marcharon por el camino más corto”. A nuestro paso, el plácido encinar comienza a desperezar, las impasibles vacas,  ignoran la fugaz marcha y por mi parte, me limito a contemplar desde la retaguardia. Desde el giro repentino, desaparece la generosidad del apacible camino; tramos agrietados por los pasados aguaceros, el “gran arroyo” poco a poco se va rebosando y los alcornoques centenarios, custodiando estos rincones olvidados. Transparentes charcos con “florecillas”, adornados, cenagales de barro y pasos blandos, nos ponen hechos “unos cuadros”. ¡¡¡Silencio!!! Nos arenga “El Maestro”, a lo lejos, escuchamos las  inconfundibles “melodías grulleras”, sus  vistosas acrobacias y acompasados vuelos, dando vida al límpido cielo y en  la calmada dehesa, rasgando el silencio. “¡¡¡Vaya patatales!!!” “a veces, es imposible rodar”, “barro y más barro….”, “podemos hacer botijos y otros cacharros”; no digáis que no veníais avisados, de nuevo comentamos. En el “ancho reguero”, nos encontramos con “la cuadrilla talaverana”, “más de uno se ha mojado y la rodilla han hincado”-nos comentan-. Ante la llegada del Gran Maestre, las bravías aguas se echan a un lado, dejando un camino alfombrado y facilitando el paso al ilustre iluminado y a los pupilos más osados. Por la extensas cañada, avistamos una caterva de burriclistas desperdigados, más atrás había “alguna avería” y los demás por el estirado camino, aguardando. Nosotros a lo nuestro (después de los pertinentes saludos)  de vez en cuando “rodamos” por tramos más oreados, otras, por los profusos fangales nos “remangamos”; buscamos alternativas más “cómodas” fuera de la marcada vía, pero hay “material” para abrir una alfarería; a nuestro paso, árboles caídos y otros tantos enfermados, hasta que entramos al rincón más espeso y de vegetación colmado. Llegamos a las impresionantes vistas del “recuperado pantano”, “aquí repostamos”; parada de rigor para llenar la andorga, compartir viandas y momentos divertidos, mientras pasan a nuestro lado la “caravana talaverana”.
Carril de las Mulas
Camino Real-Corchuela

   









"Un vistazo al frondoso encinar"
"Salvando el enésimo charco"











"Por el puente del triunfo"
"Cruzando el transitado río"











....Domingo con mucho brío...
"Cañada Real Leonesa Occidental"











En primera línea....
Lolo y CIA: representación Talaverana.











Desde el árbol caído....
"La escuadra agrupada....."











"....por la vasta cañada..." 
"...preparando para repostar..." 











      Reemprendemos la marcha, pero tengo que echar la vista atrás  para contemplar la armónica comunión entre el cielo y agua azulados y la lúcida montaña teñida de blanca; jaras y tomillos perfumando el callejón arbolado y la escuadra veleña por el “circuito”,  avanzando. Desde la línea de atrás, que me da por fotografiar, cuando nos agrupamos, me comentan que ha habido una liebre “de agua” con un buen  remojón y otra pieza “pal zurrón”. Ahora,  los charcos  ocupan todo el ancho de la pista, tramos más blandos y cuando podemos, intentamos “esquivar” las regueras (vamos “guapos”, ya qué más da)  y la orquesta de grullas,  componiendo “la segunda sinfonía”  sobre nuestras cabezas. Unos compañeros se adelantan, creo que se quieren “jarrear”,  “se van a atizar” ; los demás, bajamos una marcha, esperamos y nos agrupamos,  juntos vamos a llegar.  “El pozo del arco” da testimonio de nuestro deambular, pasamos los tranquilos establos y de “los escapados” ni rastro. Por el apaciguado encinar de todo un poco vamos “comentando” y sin novedad a la villa llegamos.

"Espectaculares panorámicas..."
"....por el pantano,  a la orilla..."


     








"Mirada hacia el alcornocal"
Camino de los Veratos-Velada











"En Villabuena, nos volvemos a agrupar..."
"....agua y más....."











"....rodando en hermandad...." 

      Resumiendo, ruta circular de 46 kilómetros. Los principales caminos recorridos han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Carril de las Mulas, Camino Real, Camino de Velada a Corchuela, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de los Veratos, Camino de Navalcán-Parrillas-Arenas a Velada. Hemos pasado (sin entrar) en la Corchuela.

Buen día….SALUD.

“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”


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