martes, 23 de enero de 2018

Ruta: Suspiros desde un rincón privilegiado.


Domingo, veintiuno de enero, a punto de dar las diez de la mañana, emprendo en solitario la invernal salida burriclista: “La soledad es a veces la mejor compañía y un corto retiro, trae un dulce retorno”. Aunque a estas horas, ya tenemos agradables temperaturas, brilla el sol “con alegría e ilusión”, pero  la pereza y “el supuesto frío” me han ahorrado un madrugón (-por hacerme el remolón-) ¿Qué más  puede faltar? Me decido por mi ruta favorita, el  bucólico objetivo ya está en el punto de mira; variedad de selectos  parajes, escondidos en medio de la nada, poblaciones cerreras y panorámicas con brillo ¿por qué será que me voy hacia “Sotillo”?

Comienzo la jornada, “hacia la charquilla”, atravesando las callejas del casco antiguo de la villa; por la pista alquitranada, me enfilo hacia “las alturas de la Gamonosa”, nada más empezar, me toca “apretar y resoplar”; me recreo por el camino conocido, observando, respirando y oteando el agradable escenario que se esparce  a mi paso. También, me tomo algún respiro para recopilar  fotografías, por si esto,  no puedo explicar; a “mis anchas” recorro Mejorada y desde el pueblo de Segurilla, por “la vía hituera” me lanzo a la búsqueda de paisajes más asilvestrados y enrevesados.











Me pierdo por la grata estampa del  vetusto camino, y “de reojo, dejo señalado el nuevo camino  habilitado” –a lo mío, que me conozco y me lanzo-; por la adecentada senda, desciendo hacia “el sagrado inframundo” y desde aquí, me cuelo “sin peaje”  en el izado y revirado encinar. Por estos lares, echo la mente a volar y “empiezo a divagar”; sobre “rutas platónicas imposibles de llegar y conquistar”, “veredas  de fantasía, engalanadas en colores vivos e impregnadas de magia y dulce armonía”, “castillos y torreones de cristal,  reposados sobre  elevadas cumbres,  custodiadas por feroces  gigantes y dragones de siete cabezas, aguardando a “infieles y caballeros valientes”; desde los más profundo de mis inquietos pensamientos, recorro frondosos bosques, habitados por duendes y elfos,  que cabalgan  sobre diminutos  unicornios alados. ¡¡Ostras!! Se me va “el santo al cielo”, pero también doy pedales “a destajo” a la vez que voy  salvando  los repechos pertinentes  que “ondean” en el reposado y encantado camino. El soniquete de las bulliciosas motosierras,  rompen  la quietud y el perceptible silencio que inunda la magna estampa, mientras, una cuadrilla de afanados  operarios se encargan de apilar la leña cachada; ganaderos bien abrigados, alimentando a las mansas reses, a la vez,  que un coctel de apetecibles olores, con disimulo se extiende por el sosegado monte. A mi paso, un tobogán de emociones me acompaña, continuos subes y bajas también me ponen  a prueba –entre cuesta y cuesta-; me embelesa  el reluciente musgo que abriga  al vistoso pedrancal, admiro “las barbas de viejo” que “a granel”  cubren  las ramas y al azar se desparraman  por el suelo y también  me sorprende,  “el colorido en movimiento” que da vida al  concurrido camino,  con la presencia de tanto burriclista  que  han salido a disfrutar del espléndido  día.  Vuelvo a circunvalar la villas vecinas, y “sin perder la calma”,  me entretengo con “las musarañas”, escuchando el  melódico trino de los inquietos “pajarillos”, coleccionando bonitos recuerdos, retando a  “la enésima pendiente”,  mientras voy estirando la seductora vía, desde las alturas cerreras  me hacen “la ola” las multiformes  piedras caballeras. Desde este punto, planeo en “modo vuelo”, me escurro por la despejada vía,  acurrucado  en el fugaz descenso, “dibujando eses imaginarias”,  mientras me relajo y oreo ¿será, que está todo hecho? De puntillas cruzo la aldea gamona y sin más novedad, “escalo la jineta”  para arribar hasta nuestra  villa señorial: “Nunca están solos los  que están acompañados de nobles pensamientos”. Hasta la próxima.

 













































En definitiva, ruta circular de 50 kms, los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo Camino de Segurilla a Sotillo de las Palomas-Cervera de los Montes-Segurilla, Senda de Los Leñadores; Camino de Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.


Buen día…………..SALUD.



“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….” 

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