martes, 2 de enero de 2018

Ruta Fin de año 2017

Domingo, treinta y uno de diciembre,  último día del año y para no perder las buenas costumbres,  salida burriclista, para comenzar el señalado día con ánimo y rebosante alegría. Por motivos varios y bajas de última hora, sólo Roberto “El Bueno” y “El Relatero”,   acudimos al pactado punto de encuentro; “pues nada, marchando una de Enebros”.
Iniciamos la jornada, temperaturas soportables nos acompañan y no podemos dejar de recordar, el temporal de frío que nos atacó el año pasado en esta misma fecha; por el camino del “Barbú”,  cabalgamos jubilosos y con brío, y ante nosotros se alza “la torreta de la Gamonosa”.  Primera prueba para apretar y calentarnos las piernas; escalamos al tran-tran, examinando minuciosamente  el tramo empinado, contemplando los cerros adormilados, mientras  vareamos  las colmadas cortinas del silencio. Nos recreamos por el tupido callejón, salvamos los tímidos repechos y de “puntillas y sin hacer ruido” cruzamos los pueblos vecinos. Desde este punto, ponemos “salsa de colores” para la etapa elegida; nos adentramos en la serena oquedad, de piedras y encinas atiborrada y continuos subes y bajas,  acurrucados en medio de la nada; no perdemos detalle del asilvestrado paraje, tampoco dejamos de “confesarnos”, hasta flirteamos “con el día de jubilarnos” del mundo burriclista, somos realistas y sabemos que este día tiene que llegar (Pero, esperamos que nos quede mucho tiempo) . Somos estado de ánimos y un torrente de  emociones que se “escurren y divagan” por estos privilegiados rincones; a nuestro paso, saludamos a otros intrépidos burriclistas, oteamos arroyos y pilones “todavía de agua  sedientos” y la lustrosa vacada por los calmados montes, desperdigadas.  Por el monótono camino, detrás de un manto de espesa niebla y   allá en lo más  alto,  “intuimos” las izadas antenas; sin dejar de “cascar”,  hacemos la entrada triunfal en la aldea de Marrupe, unos minutos de parada en el rebosado abrevadero y desde aquí, hacia el ficticio sendero.










 Cogemos “carrerilla” por la concurrida pista y unos metros más adelante, se nos abren las puertas del  edén inundado de vistosos enebros; salvamos la empinada cuesta, sin dejar de intentarlo, claudicamos y “ponemos el píe en el suelo”, mientras se abre el telón y nos colamos en el aclamado vergel; muretes de piedras bien alineadas protegiendo la excelsa ciudadela y  un ejército de colosales  enebros custodiando el excelente lugar. Revestido con sus mejores galas, “barbas de viejo” colgantes que llegan hasta el suelo y retales del  deslumbrante musgo,  perfumando y dando colorido al idílico cobijo. A nuestro paso, animadas melodías, elfos, duendes y la osada ninfa,  correteando por la vereda esquiva, también nos  alegran la vista; inmortalizamos tramos de dibujos animados, entre desconfiados pedruscos, raíces empapadas  y ahondadas  regueras,  que dificultan el paso y lo hacen más complicado. También, nos esmeramos por la continua cuesta, bien resguardada entre amplias parcelas y vallados de piedra que nos llevan a “Cervera”. El parque infantil, es el lugar elegido para repostar, compartimos dulces y viandas, parada rápida, que se nubla y helados nos podemos quedar. Por el asfaltado  camino rural, escalamos hasta “el depósito” y por “el parque de atracciones” de la   senda de los leñadores,  nos perdemos  “como exhalaciones”. A la llegada a Segurilla, “llevo el culo al aire”, mi compañero  Roberto, me avisa;  “el culotte” estaría desgatado y una “nalga de reojo” va asomando. Cruzamos las villas cerreras –también Mejorada- , que se están preparando y engalanando  “para sus populares carreras” de fin de año. Después de tanto “andorrear”, tomamos el camino gamón,  con éxito y furor nos enfrentamos “a sus cuatro repechos”,  bien repartidos por la apaciguada vía; después del señalado arreón y en pleno descenso,  mi compañero de fatigas, me señala la ubicación “del secreto  chozo de pastor” y en un “topabajo”, sin más novedad, arribamos en la villa de Gamonal. Felicitaciones y buenos deseos –para el nuevo año-  entre nosotros y para nuestros familiares, amigos y compañeros: “El universo encuentra distintas formas para incrementar nuestra prosperidad”.

 























En definitiva, ruta circular de 53 kilómetros, los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo Camino de Segurilla a Sotillo, Senda de Cervera- Camino de Los Dornajos, Camino de Segurilla a Marrupe-San Román de los Montes- Senda de Los Enebros- Cervera de los Montes-Segurilla. Senda de Los Leñadores (Contrabandistas)- Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.


Pd: Roberto, muchas gracias por tu aportación fotográfica (7)


Buen día…….SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 


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