Sábado, 18 de julio, comenzamos la
temporada de senderismo por las montañas, puertos y cumbres de nuestro entorno
más cercano, la Sierra de Gredos. La primera etapa, nos llevará al Pico La Fría
(1983 metros altitud), con 1000 metros desnivel positivo acumulado. En esta
etapa, conformamos la expedición, Raquel, Miriam, Silvia, Alberto, Gustavo, Jesús, y un servidor. Jornada
que iniciamos desde el Puerto el Pico (1391m), buscando el panel informativo,
que nos guiará por la senda de La Rubía, una suave y constante ascensión que
nos llevará bajo los dominios de los picos de La Casa y La Fría. A nuestro
paso, contemplamos el Barranco de Las Cinco Villas, a nuestras espaldas el alto
del Tororo, El Risco Gordo, El Cerro Cabezo
y el Pico de La Mira, asomando al
horizonte. Tras la subida descrita, llegamos a la pradera de la Rubía (1600 m) ,
de cuyo nombre, hace gala la senda por
la que transitamos. Un agradable lugar, donde se encuentran un antiguo chozo,
utilizado en el pastoreo y una fuente de agua fresca y cristalina que nos
invita a “echar un trago y rellenar las botellas”. Mantenemos la altitud,
aunque la frondosidad de los helechos y el paso poco transitado, nos dificulta
y ralentiza la marcha por la asilvestrada serranía. Salvamos algunos puntos de
altura y tras una ligera bajada, llegamos al refugio de las Campanas; en este
punto, nos refugiamos y reponemos fuerzas, para afrontar el resto de la
jornada. Abandonamos el cobertizo y cogemos la senda del Puerto El Arenal, este
camino es una maravilla, con tramos empedrados de una belleza singular y unas espectaculares
vistas, dignas de admirar, desde las entrañas de este entorno natural. Tras la
tendida pendiente, arribamos en el mencionado puerto (1818 m), paso histórico
en las comunicaciones entre los pueblos del norte y sur de Gredos. Desde aquí,
ponemos rumbo este y continuando por el cómodo cordal, pasamos por el collado
de la Sillita y el Risco de la Morillas, haciendo zig-zags entre el espeso
piornal y saltando algunas piedras, (“La cabra siempre tira al monte….”)
llegamos al Pico La Fría, marcada con un punto geodésico; hacemos una pequeña
trepada para llegar a él, nos encaramamos en su mini-base y desde aquí, nos
recreamos con las genuinas vistas y aireamos las placenteras sensaciones, que
se nos brindan en todas las direcciones.
Después del generoso descanso, con su
respectivo avituallamiento, retomamos la marcha hacia El Risco del Bierzo, para
llegar a la pista cortafuegos y por el benévolo cordal, buscamos la roca en forma
de seta, la cual nos indicará la definitiva bajada. Haciendo un juego de
estrategia, seguimos los hitos por “el erosionado camino” (secuelas provocadas por
el incendio del 2009), salvamos tramos de tierra movida y canchales de piedras
desgastadas, el rastro del cementerio de pinos todavía será visible por mucho
tiempo; piornos secos, otros, con brotes verdes y el tupido helechal, que nos
hace negociar la mejor trazada, antes de arribar en la explanada de la Rubía. Desde
aquí, regresamos hacia el Puerto el Pico por la misma senda, disfrutando por
los angostos pasos, divertidos tramos y degustando las mejores panorámicas que
nos ofrece el final de la jornada. Como decían mis amigos, “esta experiencia no
se puede describir, tampoco las fotografías pueden reflejar lo vivido….”. Pues
eso, espectaculares vistas impregnan toda la ruta, impresionantes pasos a media
ladera, cómodas postales áreas, picos conocidos en todas la direcciones, sensaciones
salvajes flotando por toda la travesía, memorables recuerdos históricos a
nuestro paso, perfecta comunión con el entorno natural, exhibiciones verticales
por parte de las cabras -y sus crías- avistadas, grandes rapaces dando vida a
la intrépida etapa, agradecemos los zarpazos de aire fresco, que de vez en
cuando recibimos por las descubiertas cumbres; un museo de piedras multiformes que dan juego
a nuestra inventiva y crecida imaginación, la triste imagen del calcinado pinar
y la particular fragancia embriagadora que rezuma de los poros de la montaña; la agradable compañía hace más amenos y grandiosos estos momentos, como caballos "desbocados" conseguimos ponernos a prueba constantemente,
luchando contra nuestros miedos, afrontando momentos menos favorables, -tuvimos
una jornada de calor- y la placentera sensación, de parecer minúsculas motas de
polvo, divagando por la infinita inmensidad. “Vive tu vida como si subieras una
montaña. De vez en cuando mira la cumbre, pero más importante es admirar las
cosas bellas del camino. Sube despacio, firme y disfruta cada comento. Las
vistas desde la cima, serán el regalo perfecto tras el viaje”. Hasta la
próxima.
En definitiva, ruta circular de 16
kilómetros (1000 m. aprox. Desnivel +). Recorrido: Senda La Rubía, Refugio Las
Campanas, Senda del Arenal-Puerto, Collado La Sillita, Risco La Morillas, Pico
La Fría, Risco del Bierzo, Senda La Rubía, Puerto de El Pico.
Pd: Gustavo, gracias por tu aportación
fotográfica (5)
Buen día………..SALUD.
“…..mil caminos por andar y mucho tiempo
perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.
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