lunes, 6 de julio de 2020

Ruta: Arenas-El Hornillo- Guisando y sorpresas varias.


Domingo, cinco de julio, toca regresar y reencontrarnos con las mejores postales montañeras, por lo que en esta jornada, tenemos ruta por la vecina villa de Arenas. Once caballeros veleños, entre el comando talaverano e invitados, formamos el osado batallón: en primera línea con las burricletas bien cuidadas y dispuestas para la exigente contienda. Diego “Sin Miedo” y Antonio Medina, nos han diseñado un recorrido variopinto, seguro que estará a la altura de los invitados y del corral seleccionado.

Complicado, organizar tanta información de calidad, las dulces sensaciones serranas que por estos lares nos embriagan, difícil describir los  idílicos paisajes e “imprimir” esos  rincones de ficción que nos hacen perder la cordura y la razón. Destacar, los agradables sonidos del dicharachero riachuelo, pequeños arroyos, un surtido de  fuentes y repletos pilones,  generosos de agua cristalina y fresca, para aliviar nuestra sed y recuperar el aliento, en ocasiones, disperso  por la frondosidad del tupido bosque: “El agua es la fuerza motriz de toda naturaleza”. Espectacular, el mosaico variado que nos ofrece la imponente arboleda (pinos, robles, castaños….), gigantescos helechos aumentando el colorido y dando la sensación de frescor, a nuestro paso un surtido de árboles frutales, destacando los pintorescos cerezos,  recónditos rincones y otras maravillas, reservados para “románticos y menos cuerdos” ; temperaturas bastante llevaderas –tirando a frescas- por nuestro bien, para mejor recuperar y hacer “menos sufridos” los titánicos esfuerzos que nos ponen a prueba y exprimen  en  algunos rampones y otros repechos más benévolos. Subidas largas y tendidas, que nos guían hacia tronos más privilegiados, para conquistar armoniosos territorios y contemplar las vistas más grandiosas; subrayar, los peculiares y reconfortantes olores que inundan nuestros pasos y las mágicas panorámicas que nos embelesan y en ocasiones nos dejan sin habla, aunque “por aquí” también se deja escuchar la rítmica chicharra. La silenciosa profundidad del bosque, nos devora y nos traslada a otras dimensiones cósmicas en medio de la nada, mientras cabalgamos sobre una lujosa alfombra de relucientes y sonoras pinochas; disfrutamos el aquí y el ahora, en nuestras ilusas plegarias, clamamos más penitencia, detenemos el tiempo y ninguno de “los caballeros” queremos salir de este estado de trance, letargo y sosiego."La vida nos regala cada día un cheque de mil cuatrocientos cuarenta minutos, tu decides como gastarlos". 





























 Trío de senderos y veredas, que nos quitan el hipo, nos hechizan y nos hacen levitar entremedias del vivificante pinar; suenan violines, gaitas y dulzainas, mientras los convocados bailamos y tocamos las palmas, los duendes del tupido bosque, nos regalan sus mejores sonrisas y plazas engalanadas de angostos y entretenidos pasos, para hacer más amena y acogedora nuestra placentera estancia: “Esta mirada de la naturaleza, se complace con la simplicidad”. Reparadoras sombras nos cuidan y miman por la tranquilidad de las pistas arboladas, a la vez que, la sentida sensación de bienestar se apodera “de la indómita cuadrilla”, mientras desde “las elevadas gradas” vitorean más de lo mismo, para la saciar los paladares de los elegidos. Interminables bajadas, para llenarnos del aire limpio que nos rodea, para avistar parajes de ensueño y recolectar las mejores fragancias que rezuman de cada poro de la fértil montaña. No menos destacable, la armonía y excepcional compañía, fotografías, reportajes audiovisuales, agrupamientos y trabajo en equipo, sobre la marcha; bromas y risas por todo el recorrido para hacer la jornada más amena y llevadera. Por supuesto, para finalizar la etapa, zumo de cebada fresca y pinchos de la casa para brindar y seguir contando batallas. Además, visita de honor -para darnos su bendición- por parte de “Susi”, uno de los grandes de Arenas.”En todas las cosas de la naturaleza hay  algo maravilloso”. “Considero que la naturaleza es incomprensiblemente hermosa: una perspectiva infinita de magia y maravilla”. Hasta la próxima. 





























En definitiva, ruta circular de 50 kms, los caminos transitados han sido; Arenas de San Pedro,  Camino de las piscinas naturales, campamento del Tejar, El Hornillo, Camino del Mirador Estelar, Fuente La Francisca, Collado de la Casa, La Lobera,  La Tejedora, Guisando, Collado del Pegujal, El Corralito, Martintero, Campamento, Camino Forestal del Arbillas-Arenas de San Pedro.


   Buen día.............SALUD.


“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.



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