lunes, 12 de octubre de 2020

Ruta: Ciudad de Vascos

Domingo, once de octubre, en el lugar de costumbre, cinco caballeros veleños acudimos a la semanal cita; con las burricletas bien armadas y dispuestas, nos preparamos para otra épica kilometrada. En esta ocasión, el objetivo es “conquistar  La Ciudad de Vascos”, antigua fortaleza musulmana.

Ciudad de Vascos, se trata de un yacimiento arqueológico, antigua ciudad musulmana que fue habitada entre los siglos IX y XII. Se encuentra en el término municipal de Navalmoralejo, a cinco kilómetros hacia el este del núcleo de la población. ¿Qué nos podemos encontrar en esta visita? Un recinto fortificado de contorno irregular, situado en una colina que hay en la confluencia del río Huso y el arroyo de la Mora; una muralla de aproximadamente 3 kms, también, conserva restos de torres de planta rectangular, la alcazaba, sillares regulares, puertas con arcos de herradura, torreones defensivos -actualmente hundidos- , también podemos ver calles, alcantarillado y restos de casas. Fuera del recinto, podemos contemplar “Los Baños de La Mora, restos del arrabal y dos necrópolis. Toda esta grandeza, se encuentra ubicada en un privilegiado y apacible entorno natural, digno de visitar y disfrutar. “Páginas para el recuerdo”, como un fragmento de nuestra historia y como un silencioso rincón para el recreo y retiro cultural.


La ruta, transcurre principalmente por la cañada Real, parte de la Vía Verde de la Jara, donde a primera hora, pudimos disfrutar de la presencia de ciervos reponiendo fuerzas bajo las encinas, la imponente estampa del viaducto y el caudaloso regato “caminando” de la mano por la tranquila y alargada pista. Cabalgamos a buen ritmo, “sin prisa pero sin pausa”, el carreterín de La Estrella, que sería la antesala de la finca de las Cucañas, un reposado lugar, arropado por el tupido encinar y que, nos abriría las puertas de “la urbe musulmana”. En este punto, fotografías de rigor, minutos para el deleite y contemplar la vistosa belleza que recorre “el hechizado poblado”. Vistas y caídas espectaculares desde las altura de la fortaleza, hacen las delicias de los congregados, mientras “picamos” para no perder bocado y nos recreamos por el recinto amurallado. (Recomendable visitar, como pedagogía familiar): “Bendito el tiempo que nos vuelve más sabios y menos idiotas.” ¿La vuelta? Queremos hacer el itinerario circular -como más nos gusta-, y de paso, se reengancha “un inesperado compañero”, el aire de cara, que nos persigue “a campo abierto” y en las últimas jornadas, parece que no nos quiere abandonar. Así bregamos “con el incómodo inquilino” por este valle de caminos y por la balizada cañada: “Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba con la rutina. Es mortal”.  Además de la kilometrada pactada, algún pinchazo que se solventa sobre la marcha; El Relatero, desde el inicio tuvo problemas con la cámara de fotos, -no hay que olvidar la tarjeta-, pero “contraté” al amigo Roberto “El Bueno”, como “extra en prácticas” (Muchas Gracias “Robin”) ; Martín “El Fiero”, dudaba al principio sobre la empresa propuesta, pero se merendó la ruta “sin rechistar”; Luci “Fromme” y Alberto “El Maestro Ceramista, dos galgos con pedigrí “expertos en contrareloj”, éstos, “se comen” lo que les echen, además, del “buen rollo y armonía” que generan con su compañía. Ruta “turística” y cultural, para complementar la larga jornada y disfrutar de la “díscola mañana” : “Las personas sin conocimiento de su pasado, su origen y su cultura, son como árboles sin raíces.”.  Hasta la próxima. 

                                       
                                             
                                              
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        






                                                      

 Resumiendo, ruta circular de 85 kilómetros. Los principales caminos transitados han sido, Cañada Real Leonesa Oriental, Carril de La Raya de Chozas, Camino de Navalcán-Calera, Vía Verde de La Jara (hasta Aldeanueva de Barbarroya), Camino de La Estrella, Azután, Camino de Las Cucañas, “Ciudad de Vascos”, Camino de Fuentelapio, CM 4104- , Embalse de Azután, Camino del Chamorral, “Carreterín Comarcal”, Camino de las Rentas, Cañada Real Leonesa Oriental-Velada.


Pd: Roberto, muchas gracias por la aportación fotográfica (22). 


Buen día………….SALUD.

 

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.  

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