Domingo
(18-7-21) nadie acude al habitual punto de encuentro de los caballeros veleños;
reuniones
varias, asuntos propios y otros eventos,
me da, que toca cabalgar en solitario.
Con
la burricleta bien dispuesta y con la mochila a cuestas, llevo la ruta en la
cabeza;
a
pesar de la amenaza del sofocante calor,
toca llanear “al raso” con una
kilometrada extra.
Estas
jornadas dan para mucho, por lo que voy recogiendo los pequeños detalles que encuentro;
me
recreo por la apacible dehesa, me asalta el agradable olor de las encinas y las
jaras “torrás”,
echo
un vistazo al pozo del arco “desarmao” y me crezco con las vistas del sereno pantano,
sin
olvidar, las tímidas sombras y gratificantes sonidos que fluyen del idílico
alcornocal.
Cabalgo
con alegría por la desierta llanura, en comunión y perfecta armonía con la
natura;
voy
hilando pensamientos, a veces ensimismado en cosas mías y otras tantas bolerías.
Tanta
quietud me “lleva en volandas”, se agradece la vistosa calma, anclada en el
ancho decorado;
según
voy trazando la etapa, aparece de la nada, en mitad del camino el amigo Roberto
“El Bueno.”
Nos
damos novedades, le cuento mi propuesta y se amina (“es fácil”) a la estirada
jornada.
A
nuestro paso, interminables pistas, ganado repanchingado y las villas, todavía tranquilas.
De
todo un poco hablamos, sin dejar de pedalear, “picamos y abrevamos” sobre la
marcha,
no
perdemos mucho tiempo, porque sabemos que el solano va a comenzar a apretar.
No
encontramos ni un alma por estos lares, entre campos vacíos y terralgos
“achicharraos”;
polvo,
sudor y mucho sol, nos llevamos en esta
jornada de postales y paisajes amarillentos.
De
forma fugaz, entramos y salimos de las
poblaciones, no dejamos rastro ni presencia,
había
ganas de más, las piernas respondían, pero para alargar estas etapas hay que
madrugar.
Jornada
“de transición”, etapa llana y sin nada
de dificultad. Destacar, el reconfortante paisaje de
encinas, desde la finca de Villabuena hasta que perdemos de vista el pantano de
Navalcán. La mayor amenaza que podríamos
tener en la jornada de hoy, eran las altas temperaturas y la agobiante
sensación de calor que se puede llegar a tener por las interminables y
monótonas pistas. Está todo inventado, pero el principal consejo para evitar
sorpresas, es hidratarse bien y picar sobre la marcha (“beber sin sed y comer
sin hambre”). “Cuando una persona sabe a dónde va, el mundo entero se aparta
para dejarle paso.” “Cuando la voluntad y el talento hablan; la pereza y el
error te gritan.”
En
definitiva, ruta circular de 71 kilómetros. Los principales caminos transitados
han sido: Camino de Velada-Arenas-Parrillas-Navalcán, Camino de los Veratos,
Cañada Real Leonesa Occidental- La Corchuela- Cañada- Camino de
Oropesa-Torralba-Oropesa- Alcañizo- Talavera-Calera-Alberche, Camino del Aldahuai-
Gamonal-Velada.
Buen
día……………..SALUD.
“….mil caminos por andar y mucho tiempo
perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”
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