Domingo
(4-7-21), entre caballeros veleños y talaveranos-as, sumamos trece en la
colorida grupeta;
con las
burricletas prestas y bien dispuestas, nos citamos –una vez más- en la cercana villa de Arenas.
Saludos y
novedades en la parrilla de salida; con distintas alternativas planteadas para la contienda,
pero optamos
por la combinada de senderos, trialeras
y puertos de talla larga.
Todo un
placer, volver a coincidir con el convaleciente Diego “Sin Miedo” y otros-as compañeros.
Comenzamos
“sin rumbo” con algunas dudas y despistes, “por aquí por allá”, con el mapa
“desconfigurado”.
Cuando “entramos
en faena”, es un no parar, bicheando por
rincones saturados de hechizo y encanto;
Cristóbal “El
Nazareno”, siempre en primera línea, liderando y retrasmitiendo el magnífico
encuentro.
Recovecos,
sobrados de belleza y atractivo a raudales,
rezuman por los poros de la
amable arboleda;
sombras de
lujo, para combatir los titánicos esfuerzos
y hacer la etapa más amena y llevadera.
Elegantes
pinos y jaras disimuladas, engalanan y
conforman la grandeza de la magna estampa;
intensos y
agradables olores, deambulan con ritmo y
armonía entre el acogedor y frondoso
pinar.
Disfrutamos
del frescor montañero, a partes iguales,
por las divertidas veredas y duros repechos.
Esperamos,
señalizamos y nos agrupamos en cruces sospechosos y al conquistar las interminables subidas;
Nos deleitamos
con los exquisitos manjares que nos ofrece la serranía; senderos de ficción y
pasos complicados;
también, hacemos “empuja-bike” por tramos empedrados y
algunos racimos de dulces cerezas, degustamos.
Salimos
airosos de las interminables y exigentes subidas, que nos ponen a prueba, casi
a punto de la épica;
a nuestro
paso, guardamos el surtido de senderos y los dignos parajes, mientras volamos reconfortados.
Con nota,
aprobamos la llamada montañera y quedamos demasiado ebrios entre tanto
esplendor y generosidad;
para clausurar
la jornada y brindar por la misma, lo hacemos con ricos aperitivos y zumo
fresco de cebada.
Un día más, nos reunimos para realizar una etapa montañera por “nuestra querida Sierra de Gredos”, en esta apuesta, el éxito está asegurado. A grandes rasgos, destacar la variedad de senderos y veredas trazadas, con pasos muy divertidos y algunos, más complicados, para los más doctos y arriesgados. En la misma línea, resaltar las notables y estiradas subidas, con todos sus ingredientes, sendas rotas y con raíces, pistas empinadas, interminables, con regueras, tramos bien compactados, hormigonados con tramos arbolados y también, nos dejamos asomar al “calvero”, como si quisiéramos subir al cielo. “No llega antes el que va más rápido sino el que sabe donde va.” “Que no te digan que el cielo es el límite cuando “hay” huellas en la luna.”
En definitiva,
ruta circular de 44 kilómetros los principales caminos-sendas transitados han
sido; La Triste Condesa, Senderos de San Pedro, La Parra, Camino de las
parcelas, Sendero El Quejo, Subida de la Tendera, El Hornillo- El Arenal-
Camino de La Mata -Campamento-Piscinas Naturales-Los Selveros, El Arenal-El
Hornillo- Arenas de San Pedro.
Pd: Cristóbal, muchas gracias por tu aportación fotográfica (1)
Buen
día………..SALUD.
“….mil caminos por andar y mucho tiempo
perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”
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