Viernes (13-8-2021), cinco caballeros
veleños nos presentamos en el punto
indicado;
con las burricletas bien dispuestas,
adornadas con achiperres, linternas y luces varias.
Altas temperaturas que nos trae “la
dichosa ola” y la sensación de calor es todavía mayor.
Damos unos minutos de rigor, por si
hubiera algún rezagado y emprendemos hacia Montesclaros.
Abandonamos la villa señorial entre dos luces y cuando dejamos el asfalto, ya notamos menos grados;
con brío, nos paseamos por “El Baldío” y
“Los Huertos”, sintiendo los benévolos latidos del aire más fresco.
Algunos repechos y toboganes a oscuras,
por pasos conocidos entre sombras, pero de noche, disfrazados.
Agradable, la impresión de saberse “desorientados” e intuir la cambiante perspectiva de los caminos.
JC. “El Lobo”, se mueve en
su terreno, en cabeza, nos guía y lleva por los cerros y pasos más
quebrados.
Ángel “El Guerrero”, titular en estos eventos, no se lo quiere
perder, siempre da la talla y está a la
altura.
Roberto “El Bueno”, otro iniciador de
los saraos nocturnos, habitual en las
grandes plazas y ruedos, no falla.
Jhony , “todavía en prácticas”, está como
un niño con zapatos nuevos, impaciente
por brillar en esta fiesta.
Cruzamos el río seco, escalamos tramos
empedrados, vigilados por el plácido encinar y el silencio de la noche;
recolectamos amables momentos , entre
jaras perfumadas y bajo el hechizo de la bóveda celeste.
Arribamos en la localidad de
Montesclaros, con “orquesta incluida” y la engalanada plaza con aires de
verbena.
Unos minutos para reponer fuerzas e
hidratarnos, envueltos entre la música y el disimulado ambiente festivo.
Volamos por “los caleros”, entre el
callejón del jaral y porteras que respetamos en la quietud de la velada.
Nos adentramos en el laberinto de
encinas, sereno, límpido y los veleños congregados con los sentidos despiertos.
Tenemos
un amago “de capea”, buen rollo y armonía, entre el bosque y los afortunados caballeros de “las tinieblas”.
Sobre la marcha, recogemos los caminos, nos adueñamos de su frescor y de la magia que desprenden las estrellas.
Décimo aniversario de nuestra ruta
nocturna, jornada especial, festiva, “distinto”
es cabalgar de noche, a veces
indescriptible, tiene su encanto ver los
paisajes “codificados”; el manojo de olores y los sonidos suspendidos, visibles y latentes a la vez, disfrutar bajo las
estrellas y dominar la oscuridad es una sensación extra. “La noche es para ver
los sueños y el día para hacerlos realidad.” “Aunque la noche se encuentre
nublada, eso no significa que las estrellas no estén brillando.”
En definitiva, ruta circular de 48 kms,
los principales caminos transitados han sido; Camino de Los Perales, Camino de
La Mojeda, Camino de Los Huertos-Los Pinos (Cerro Arriero), Camino de la
Herrería, Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Talavera-Los
Caleros-Montesclaros, Camino de Talavera-Los Caleros-Casillas- El Toril-Los
Perales-Velada.
Buen día……….SALUD.
“…..mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”.
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