Domingo
(12-3-2023), seis caballeros veleños “nos personamos” en el habitual punto de
encuentro, con las burricletas prestas y bien dispuestas para afrontar la
jornada dominguera. Los más osados y tirando de galones (Roberto “El Bueno” y
Martín “El Fiero”) se presentan de “corto”, sin miedo y dando ejemplo.
Agradables temperaturas se auguran, yendo a más, según avance la mañana. Algunas propuestas
sobre la mesa, al final, la socorrida y digna etapa de “Los Enebros”.
Comenzamos
la jornada, “sin tener claro” cómo salir del pueblo; -ya, lo que nos hacía
falta. Al final, viramos por la cañada, para encaramarnos al torreón de “la Gamonosa”;
a primeras horas “hace pupa”, ya que escalamos sin anestesia, ni calentar “ni
na”. Cada día, “parece” más empinada la
condenada cuesta; cada cual como pueda, “tenemos tela que cortar”; nos
columpiamos por los límpidos parajes que atravesamos. Las generosas lluvias de estos días, han dado brillo y
tintes más coloridos a los diferentes
paisajes por los que nos “escaqueamos”. La calidad del aire, también se percibe
más cristalina y limpia, mientras se deja
notar la etérea fragancia de la
impaciente primavera.
A
nuestro paso, cruzamos distintas
localidades, saludamos a numerosos
grupos de burriclistas que vamos
encontrando por el discontinuo itinerario; “cómo se nota el buen tiempo, salen
como setas, por todas partes, dando color y luz al laberinto de trochas y
caminos”. Amenas conversaciones “por estos lares” para hacer más llevadero “el paseo”, rodeados
de monte y campo asilvestrado; el amigo Gabriel “Machaque” parece recuperado y en tres salidas, se viene arriba y “se pone en cabeza”, tirando con furor por el corral de “las siete puertas”;
esquivamos profusos charcos, arroyuelos recuperados y “algunos pinreles” echamos a remojo en “la
balsa de chocolate”.
Después
del plácido camino, comienza otra etapa; subidas llevaderas y la estirada
hormigonada de los Enebros; rincón de ensueño, que nos cobija y nos hospeda en
su romántica habitación. Algún “calentón” en plena ascensión, aunque todavía,
escuchando el desparpajo del animado
arroyo; Francis “Sevilla” está “en vena”, esta temporada se sale “del mapa”,
después de un año de sacrificio y descomunales esfuerzos. El amigo Gabriel
“Schweepping” queda maravillado con el entorno – aunque me extraña, no lo
conocía- pero nos comenta, “que la presentación
hubiera sido mejor de bajada”.
Como de costumbre, en el concurrido “pilón”, unos minutos para abrevar y reponer fuerzas y
continuar la jornada.
En el camino de vuelta, agradables panorámicas adehesadas, monte
profundo y paisajes regados, que hacen las delicias de los congregados;
continuamos sumando desnivel por la abigarrada estampa, repechos conocidos que
nos enfilan, sin perder el ánimo ni la sonrisas. Fotografías por aquí para
complementar la etapa, los ávidos sentidos no dan abasto para absorber
tantas delicias y exquisiteces, mientras
continuamos cabalgando entre andurriales y dejando atrás las poblaciones
cerreras. En la localidad de Gamonal, tenemos “parada obligada” para
hidratarnos con zumo de cebada y unos “platos de bravas”.
Destacar
de la ruta, la belleza y el alegre colorido del monte, después de las lluvias
de la semana pasada y en la sala de espera de la inminente primavera; no menos
destacable el rincón de “Los Enebros” (subida a Marrupe) siempre impecable,
cargado de encanto por todos sus poros, magia a raudales y apto para el disfrute y deleite de todo su esplendor. “La pérdida no es otra
cosa que un cambio; y el cambio es el deleite de la naturaleza”.
En
definitiva, ruta circular de 65 kms (900 m. D+). Los principales caminos
transitados han sido; Camino de Gamonal, Cañada Real Leonesa Oriental, Camino
de Mejorada-Segurilla-Cervera-Pepino-San
Román-Marrupe-Segurilla-Sotillo-Segurilla, Camino del
Hituero-Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.
Buen
día………SALUD.
“…..mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”
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