Domingo
(22-09-2024), cinco caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de
encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas, para afrontar “la
especial ruta de los pueblos de la comarca”, como test previo y termómetro, antes de afrontar el
gran reto. Etapa, previamente pactada, de obligada realización y que tras los años,
se ha convertido en otra clásica a tener en cuenta en nuestro calendario burriclista. En esta
ocasión, añadimos más kms, desnivel e iniciamos con la parte “de montaña.”
Comenzamos
la jornada entre dos luces y dando la bienvenida a la recién entrada estación
otoñal; la consigna es muy clara, muchos pueblos y bastantes horas sobre
nuestras burricletas. Optamos, por
iniciar escalando y cabalgar por los pueblos cerreros; temperaturas frescas a
primera hora, mientras vemos el despertar otro día más. Todavía en terreno
“neutralizado”, ya tenemos las primeras averías que intentamos solucionar, pero
el amigo Gabriel “Schweeping”, tiene que regresar a casa, “la válvula no da
pa`más.” (Otro repuesto que hay que llevar.)
Los
demás, continuamos con “la exigente cruzada”, las tormentas caídas durante la
semana, han dado aire fresco y limpiado el cargado ambiente del verano;
agraciados parajes y rincones,
perfumados con “exóticos aromas” que despiertan y dan alas a nuestros expectantes sentidos; nos adueñamos del apacible silencio y del aire cristalino que retoza y rezuma a raudales por los idílicos paisajes. Continuos subes y bajas nos regalamos por “este
puzzle rural”, tramos de todos los colores, entretenidos y combinados;
desniveles llevaderos y duros repechones que nos ponen a prueba y que nos
calientan las piernas –aconsejable, no apretar para no llevarnos sorpresas- mientras vamos “picando” algo y nos hidratamos cada cierto tiempo –de primero de
manual-. Nos cruzamos con bastantes burriclistas, cada cual a lo suyo,
“nosotros, tenemos corral para alambrar.” Amenas conversaciones sobre la
marcha, tantas horas dan para bastante y “esto va de mucho más que pedalear.”
También, acordamos parar en la ciudad de “La Cerámica” para repostar y entramos
“por la puerta de atrás”, para evitar tropezar con “los entretienes de las
ferias.” En unos minutos, reponemos fuerzas, abrevamos y nos desprendemos de algunas
prendas, viendo pasar “el Tajo.”
Desde
este punto, “aparentemente” el terreno es más favorable y llano, pero nos
quedan “algunas tachuelas” y de propina, contamos con los zarpazos del “aire de cara”, hasta llegar a la localidad
de Oropesa. Durante este trayecto, por “el recogido cordel”, nos damos relevos con cabeza y ritmo "de ensayo" –gestionando los
esfuerzos-, con oficio campeamos el ventoso temporal , mientras vamos
atravesando “más pueblos” vecinos; algunos tramos “algo pestosos de cantos
sueltos” y “El Eolo” en primera línea, poniéndonos a prueba y dando avisos
claros. Mis compañeros de fatiga, están a la altura de la etapa; el amigo Luci
“Fromme” que repite la ruta, se muestra seguro y solidario; Martín “El Fiero”,
se presenta colosal, en todo el trayecto, “con ganas de más” –esto es buena
señal- y Gabriel “Machaque”, después de “untarse su ungüento mágico”, recupera
las buenas sensaciones para el resto de la ruta. En la localidad medieval, nos desviamos “unos
minutos” hacia la festiva plaza, para , recargar agua y “picar algo” y
afrontar con garantías los últimos kms. Ahora, estamos de suerte, vamos con el
aire a favor –así cunde más-, “podemos hablar” y ser más constantes en nuestro
cabalgar. Al final, optamos “por el pantano”, se hace amena y llevadera esta
parte de la cañada, “parece que vamos bien de fuerzas y piernas” –comentamos;
cabalgamos con “alegría” por estos
“reconocidos caminos”, controlando y vigilando “la retaguardia”; nos recreamos
con el rebosado embalse y la cantidad de “vida” que alberga en sus
inmediaciones; pasamos tramos arenosos y por el antiguo camino, nos enfilamos a
“conquistar” las últimas poblaciones de la etapa. Desde Parrillas, la vía
oficial, salvando “tramos complicados”, el arenoso río y avistando algunos
cérvidos por el camuflado alcornocal. Por estos lares, ya sabemos que “el gato
está en la talega”, pero algunos compañeros, antes de clausurar la etapa y para
completar “la faena”, quieren “picar otro pueblo” y se van a la vecina y
hermanada Gamonal.
Destacar de la ruta, en primer lugar, la distancia y exigencia de la misma. No menos importante, lo entretenida y la diversidad y variedad de terrenos por los que hemos pasado; parajes cerreros de subes y bajas, de bosque mediterráneos, zonas llanas para pasar por las diecisiete localidades en las que hemos entrado, pertenecientes a las comarcas de la Sierra de San Vicente y de la Campana de Oropesa. “Cuando se cierra una puerta, se abre el universo…” “El guerrero se concentra en los pequeños hechos de la vida diaria….”
Resumiendo,
ruta circular de 142 kms (1300 m. D+). Los principales caminos transitados han
sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Mejorada-Segurilla-Camino del
Hituero, Antiguo Camino de Sotillo-Cervera-Marrupe-San Román-Pepino –Siete
Puertas- Camino de la Geleña –Inhumana-, Vía de Servicio NV, Camino del
Paraiso- Espinosillo, Cordel
Talavera-Calera, Camino de Calera-Alcañizo-Oropesa-Torralba-La Corchuela-Camino
de Navalmoral-Talavera-Navalcán-Parrilas- Arenas-Parrillas-Navalcán-Velada-Gamonal.
Buen día……SALUD.
“…..mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”
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