Domingo (1-12-2024), dos caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de encuentro, con nuestras burricletas prestas y bien dispuestas, para afrontar “otra” nueva contienda. A pesar de que hay "plan B” –por si acaso-, Martín “El Fiero”, propone “unos enebros”; aunque, tendrá que ser por “la vía rápida”, ya que “la organización” nos marca la hora de llegada.
Comenzamos la jornada, con agradables temperaturas y algo de aire atizando de cara en la “desteñida mañana.” Escalada “por los cerros”, para enlazar con la empresa pactada; por “el empinado torreón de la Gamonosa”, toboganes de todos los colores y bien resguardados, entre agradables paisajes, reposando en el relajado caballete otoñal. Amenas conversaciones sobre la marcha; de todo un poco vamos hablando -también nos cunde-, sin bajar la guardia, animados y alegres por los compactados caminos.
Atravesamos las villas vecinas –todavía adormiladas-, salvando “tendidas subidas” y acamadas en serenos prados y rodeadas de fotogramas adehesados; sobre la marcha, “raro, no nos encontramos con alma alguno”; nosotros, a lo nuestro “a pico y pala”, por tramos en buen estado y otros, salpicados de barro. El corral de “las siete puertas” nos abre su acogedora estación, sumida en una inmensa quietud y relajante tempestad, que embriagan el profuso lugar.
Después de “surcar plazas más llevaderas”, cerramos la porteras y “nos configuramos en modo escalada”, para afrontar la lujosa subida. Nos adentramos en el lúdico rincón, impregnado con destellos de ficción; saltan los impacientes flashes por la colorida estampa, cuando “el silencio” resuena a nuestro paso, las burricletas espantadas se “encabritan y aligeran la marcha”…..”El Fiero”, mete una marcha más en plena ascensión y se apagan las luces y la algarabía, hasta que coronamos en la cima de hormigón, ¡¡¡¡no está mal, el disimulado apretón.” Unos metros para recuperarnos y la parada obligada “en el solicitado pilón”; tenemos unos minutos para abrevar y “picar algo”, cuando llega “El Comando Talaverano”; saludos con efusión entre amigos y conocidos -formados en la cantera veleña- , también, nos damos novedades, antes de reemprender “cada cual por sus caminos.”
Desde aquí, “sin prisa pero sin pausa” –algunos instantes, rebajamos la marcha- , diseñamos el itinerario de vuelta “por la vía más directa”; cuatro gotas nos caen por la vía de “cuatro caminos”, el espeso y turbio tiempo “nos quiere probar”, pero no nos amedranta. Disfrutamos por los continuos subes y bajas –arreglados-, que descansan en el imperturbable y cristalino bosque de encinas; comentamos, sobre “las delicias gourmet y agradables vistas” que encontramos por estos privilegiados rincones. Con soltura y presteza, vamos salvando las tachuelas que “encontramos”, dejando atrás las localidades cerreras, “vamos bien de hora, sobre el horario previsto”; “soldados en nuestras monturas”, disfrutamos del último tramo, “mojamos pan en la última magra” (vuelven a salir “los buitres con tomate”, jajajajajaja) y sin más novedades, descenso rápido –otra etapa más- y despedida hasta la próxima jornada.
Destacar de la ruta, las todavía templadas temperaturas –para la época del años en la que estamos-, además, de las espectaculares vistas que nos brinda el campo en estas fechas, el conocido rincón de los enebros, tupido de belleza y encanto, nunca nos deja indiferentes. “No juzgues cada día por la cosecha que recoges, si no por las semillas que siembras.”
Resumiendo, ruta circular de 60 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Mejorada-Segurilla-Cervera de los Montes-Pepino-San Román de los Montes-Marrupe. Camino de Segurilla-Cuatro Camino-Antiguo Camino de Sotillo-Segurilla, Camino del Hituero-Segurilla-Mejorada-Velada.
Pd: Martín, gracias por tu aportación fotográfica (1).
SALUD……………..y TIEMPO.
“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdidos sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…..”
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