Domingo
(30-03-2025), cinco caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de
encuentro, con nuestras burricletas prestas y bien dispuestas para afrontar
otra nueva contienda. Algunas propuestas más largas sobre la mesa, pero en “la
ilegal” del viernes, ya quedó la etapa lista “para sentencia”; circular y kilometrada
a La Estrella.
Comenzamos
la jornada, con el cambio de hora ya salimos
a las ocho y media de la mañana, para madrugar y alargar las etapas. A primeras
horas, la temperatura algo más baja que templada, a pesar de que los caballeros
más osados, ya lucen más ligeros, “de
pata corta” y Juan Carlos “El Lobo”, se presenta camuflado de negro. Lo más
directos posibles hasta la vía de servicio, para adentrarnos en el protegido
territorio de “la esquiva avutarda”; generosas siembras a nuestro alrededor y un verdor deslumbrante asoma entre las
encinas, nos acompañan por los serenos y
oreados caminos.
Desde
la localidad calerana, nos adentramos en la reconocida vía; entre los
integrantes, destacamos y resaltamos sus delicias; Alberto “El Maestro
Ceramista”, “si estuviera más lejos, también iríamos -pero con algún chuletón,
comentamos-; la diversidad del paisaje, el titánico puente, mimando al crecido
Tajo, las estaciones “fantasmas”, las lustrosas canteras de pizarra, la oscuridad y el frescor de los túneles y
otros tantos ingredientes, que cada cual tiene que descifrar y valorar. Amenas conversaciones por estos
apacibles lares, mientras reducimos la marcha, para que llegue el amigo Roberto
“El Bueno” y Francis “Sevilla” que nos va a acompañar durante un tramo por
el itinerario llano.
Antes
de coger la entretenida pista, un cartel
informativo “de alto el paso por arrebatamiento de la vía”; ante nosotros, un
enorme socavón, ha reducido el paso “a cuatro palmos”. Desde aquí, tomamos el acogedor
y ascendente carreterín; continuos subes y bajas, algún repecho más duro, pero
“sin exigirnos”, hacemos estos kms más amenos y llevaderos, contemplando la
sierra ancha, “la garita ahí arriba vigilando la serreta” –“también, está calendarizada esta etapa, pero habrá que
avisar con tiempo, para asimilar el trago.” -, las piedras caballeras con sus
peculiares formas y un atrevido corzo se
deja ver, para romper la quietud del agraciado paraje. Con disimulo, vamos
sumando el desnivel de la ruta, sin perder de vista los detalles que rezuman a
nuestro alrededor; de reojo, miramos “la
entrada hacia la peligrosa lobera” (fichada queda) , pero en esta ocasión, hacemos el efímero descenso con parada
obligada en la localidad elegida.
Unos
minutos de descanso para abrevar, reponer fuerzas y “echar un café”, para
afrontar con garantías el camino de vuelta. Abandonamos la tranquila localidad,
hacia la pedanía de “Fuentes”; majestuosas vistas de “La Jara” se descuelgan de
la privilegiad estampa; a nuestro alrededor, alegres paisajes de piornos, cantuesos y jaras floridas, para
adornar la jovial montaña rusa, en
dirección al bullicioso río. Cuando llegamos a la citada estación, “aligeramos
la marcha”; cabalgamos con “algo del viento de cara”, con alegría, ¡¡¡¡pero
bien!!!; pasan los fotogramas “con prisa”; nos damos relevos por la solicitada
vía -bastantes ciclistas y andarines-as en familia-, pero los de Martín “El
Fiero” están por encima de lo acordado y le mandamos a la sala de recuperación
hasta “nueva orden”; eso sí, hermanados, sin perder de vista la retaguardia, “¿qué
tal?” Recolectamos los ingredientes que
nos encontramos por la estirada avenida y en la población de Calera, decidimos rematar
la faena por el canal, “hoy no vamos a hacer uso del carril bici”, comentamos
entre risas; “El Lobo”, también hace sus peticiones; está “deseando ver la
bandera de la entrada”, para continuar con la buena armonía entre los
convocados. Acompañamos a nuestros amigos a sus casas, -para que no se quejen-
y nos despedimos hasta la próxima semana,
antes de “hacer una Gineta” para clausurar la productiva jornada.
Destacar de la etapa, el itinerario circular de la misma, la variedad y alternativas naturales que nos brinda a lo largo de todo el recorrido, así como las agraciadas vistas por la serranía de la Jara. ”La vida es como un espejo, te sonríe si la miras con una sonrisa.”
En
definitiva, ruta circular de 92 kms. Los principales caminos transitados han
sido; Cuadros de la Vega, Carretera de Calera, Vía de Servicio N-V, Carril de
la Raya de Chozas, Camino del Horco, Camino de Navalcán a Calera, Vía Verde de
la Jara -Hasta Aldeanueva-, Carril de la Estrella-Puentes-Vía Verde de la Jara,
Calera, Canal Bajo del Alberche, Carreterín de Alberche-Gamonal-Velada.
Pd: El viernes (28-3-2025), ruta voluntaria de 42 kms, para acercarnos a ver el salto de agua del Riscal y disfrutar de este idílico rincón, embarrándonos y “rebozarnos un poco.”
Pd1: Martín, gracias por tu aportación fotográfica (2).
SALUD……………y
TIEMPO.
“….mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”
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