lunes, 7 de abril de 2025

Ruta: Semicircular “El Gordo-Embalse de Valdecañas.”

 

Domingo (6-04-2025), siete caballeros veleños, con las burricletas prestas y bien dispuestas nos presentamos en el habitual punto de encuentro. La mañana  se presenta algo gélida a primeras horas con temperaturas todavía frescas.  Previa “petición y presentación” al grupo, Francis “Sevilla” tira de agenda y nos arenga para esta “misión”: El embalse de Valdecañas, hoy es la única opción.

Comenzamos la jornada, señalizamos nuestras burricletas para hacernos visibles  y antes de  entrar en la vía de servicio, “algo de carretera” -para evitar pasos más complicados- : poco a poco vamos entrando “en calor”, intercambiamos conversaciones varias con los compañeros “de viaje” para hacer más amena la larga etapa pactada; caminos en buen estado a pesar de las torrenciales lluvias caídas en este último mes; esquivamos charcos, el aguazo de la noche pasada se deja ver sobre la verdosa moqueta y también,  el agua que sale por encima de las cunetas; callejeamos caminos y sin novedad, arribamos en la villa medieval de Oropesa; de la princesa, ni rastro, “ésta, todavía está acamada” -comentamos.

Cabalgamos bien agrupados por las localidades de “La Campana”, comentamos sobre “la otra alternativa hacia nuestro objetivo”, que  dejamos a nuestra izquierda y viramos hacia “el rincón  del Boyal”; una espectacular dehesa, luciendo en todo su esplendor, una variedad de plantas aromáticas  en plena explosión y  pinceladas blancas mimetizadas con el resaltado verdor; un estimulante y embriagador olor a monte se pasea con descaro por el acogedor encinar. Algunos tramos de barro levantado por el paso del ganado por la balizada vía, mientras nos enfilamos al punto concretado.

Por tramos más cómodos entramos en la población del Gordo y desde aquí, nos enfilamos hacia el espectacular paisaje marítimo; ¡¡¡ahora sí!!, el embalse “a timbote”, agua por todas partes, de orilla a orilla que perdemos de vista, ¡¡¡¡una estampa marítima!!!Nos recreamos por estos lares, maravillado, nos quedamos sin calificativos, mientras seguimos disfrutando; nos venimos “arriba” y “pedimos permiso en la garita” para colarnos en la urbanización prohibida. Previas instrucciones, nos colamos en “el minipuerto”, llamativas instalaciones, con vistas desde otras perspectivas, pero la hora “del bocata” la plantamos en una cafetería de la entrada del pueblo. Unos minutos de distensión para reponer fuerzas, hidratarnos y echarnos unas risas comentando las mejores jugadas de “la ida”; “al final, hacemos el centenar”, comentamos en la foto de rigor.

 ¿La vuelta? Como no está mal el camino que hemos traído, bastante aceptable y transitable, nos volvemos a adentrar en “el místico encinar”, con alegría y en armonía,  vamos deshilando el entretenido itinerario…”por aquí, parece que se hace más corto”, -comentamos-,  cuando volvemos a salir al carril de la comarca. Sobre nuestras cabeza una decena de buitres “buscando carne fresa”, “cabalgad erguidos, que nos vean que flojeamos” que estos no dejan ni las raspas; en plena vía, nos salen “dos garzas bien flamencas y  lozanas con su plumaje colorido y bien ceñido” no se espantan de la calzada, comentarios varios, mientras "se escapan volando"; sin apenas darnos cuenta,  atravesamos más localidades, circunvalamos otras, para salir al carril paralelo de la autovía. Algún “pique explosivo y  sano entre los gallos del corral” en las tachuelas que encontramos; un alto rápido, el amigo Roberto “El Bueno”, se ha tragado “un bicho con proteinas”, hasta que lo ha soltado; por estos lares, “aligeramos la marcha” preguntando a la retaguardia y alguna “liebre” también echamos “al morral”. Durante el largo trayecto, a punto de finalizar, otro pequeño incidente, el amigo Luci “Fromme” ha perdido el móvil; esperamos unos minutos en el alto, pero “la avanzadilla” nos avisan que van  hasta la gasolinera para hacer kms extras (pero  “el perdido”, estaba en la parcela comprada);  los demás, marchamos para casa; sin carril bici en esta ocasión, vamos para Gamonal a soltar a los caballeros gamones y “una Gineta” para no perder las buenas costumbres y despedir la fantástica mañana.

 Destacar de la ruta, además de la kilometrada -abierta la veda-, los rústicos paisajes de la dehesa Boyal y por supuesto, la carga de agua que lleva el embalse de Valdecañas, ahora sí es digno de visitar y deleitarse con el entorno y su enclave.” Si la vida no te desafía, no te cambia.” “Aprecia y valora todo lo que tienes a tu alrededor, nunca sabes si algún día ya no estará ahí.”

En definitiva, ruta semicircular de 100 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cuadros de la Vega, Carretera de Calera, Vía de Servicio N-V, Camino de Navalcán-Alcañizo-Oropesa-Lagartera- Herreruela- Calzada de Oropesa- Camino la Dehesa Boyal-El Gordo-Embalse Valdecañas-El Gordo-Dehesa Boyal-Calzada de Oropesa-Herreruela-Lagartera-Oropesa-Camino de Alcañizo-Torralba-Camino de Navalcán-Vía de Servicio N-V- Camino Montenuevo-Gamonal-Velada.

 

Pd: Martín, Roberto, Francis, muchas gracias por vuestra aportación fotográfica (2,1, 1).

 
















SALUD……………..y TIEMPO.

 

“…mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…”

 

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