Domingo
(28-09-2025), con las burricletas prestas y bien dispuestas, dos caballeros
veleños nos presentamos en el habitual punto de encuentro. Contra todo pronóstico, tras las conversaciones y llamadas mantenidas
antes de salir, por el agua que estaba cayendo, desafiando a las previsiones de
lluvia que daban para este día y al
cielo encapotado, todo cubierto de nubes; nos volvemos a convocar, para hacer
“tiempo de relax”, sin dirección fija, ni alejarnos mucho, “por si acaso.”
Comenzamos
la jornada, “con algunas gotas, tímidamente cayendo”, agradable temperatura y
muchas ganas de hacer una salida tranquila, aunque pendientes de la intimidante
borrasca que viene barriendo desde el oeste. Pues nada, “sin chubasqueros
puestos”, buscamos pasos “cómodos para rodar y sobre la marcha, decidimos para
dónde virar”, ya que, el trabajo duro
debería esta hecho y el día de hoy, lo dedicamos, para despejarnos, relajarnos y “para hacer descanso activo.”
A
nuestro paso, los calmados paisajes se van enfundando sus coloridas galas otoñales,
desprendiendo reconfortantes aromas a tierra y a la hierba mojadas y, a
los eucaliptos recién regados, engalanando y dando brillo a la placentera mañana. “¿Crees que saldrá la
gente según está la mañana?, “¿Nos encontraremos con más pirados por ahí
sueltos?”, “¿nos mojaremos antes de llegar a casa?, nos vamos preguntando,
según vamos cabalgando, sin preocupaciones y entusiasmados.
Sobre
la marcha, distendidas conversaciones, para hablar de todo un poco; de lo
rápido que pasa el tiempo, “otra vez en octubre”, preparativos para Sevilla
(como siempre, ¿habrá sido suficiente?), temas de logística, la hora de salida,
puntos de avituallamientos y lo más importante de todo, beber y comer sobre la
marcha (“sin sed, ni hambre.”) y sobre
todo, “no calentarse ni venirse arriba”,
ya que la etapa es muy larga y exigente, y no sabemos nunca, de donde puede
salir a nuestro encuentro el tío del mazo. Con los galones que nos otorga la
experiencia, el amigo, Alberto “El Maestro Ceramista” también se muestra precavido
y paciente, ante la envergadura del inminente reto.
Durante
nuestro improvisado recorrido, se nos van despejando las incógnitas iniciales y
se van contestando la preguntas planteadas; pues sí, nos encontramos más
burriclistas, “andarines y carreristas” en nuestro trayecto; según vamos
cerrando el corral -sin alejarnos- y estirando el itinerario, parece que se va “arreglando la revuelta
mañana”, y “vamos echando tiempo y haciendo kilómetros en la descafeinada
etapa; también, no perdemos las buenas costumbres y tenemos la parada obligada para el descanso y reponer
fuerzas, con cafés y pinchos de tortilla y sí, a la salida de la localidad de
Gamonal, una lluvia fina hace acto de presencia, para dar algo de emoción a
nuestra excursión, clausurar la jornada y hacer que se cumplan las previsiones
meteorológicas.
Destacar
de la jornada, las agradables temperaturas que nos han acompañado tras las
primeras lluvias de otoño, la tranquilidad de la ruta, tal como era el objetivo
pactado, “salir a rodar sin intensidad” y lo mejor, el haber salido a rutear, después
y a pesar de las previsiones y de cómo amaneció el día. ”Tú no eliges la lluvia
que te va a calar hasta los huesos.” “Sólo el que intenta lo absurdo es capaz
de conseguir lo que parecía imposible.”
Resumiendo,
ruta circular de 74 kms. Los principales caminos transitados han sido; Cuadros
de la Vega, Camino de Chilines, Torrehierro, Camino de las Zuecas, Canal Bajo
del Alberche-Camino de la Portiña-Talavera, Camino del Pino -Talaverilla-
Cordel-Alberche-Carril de la Albufera, Vía Verde de la Jara- Calera-Camino de
Navalcán, Vía de Servicio N-V, Camino de Monte Nuevo, CasaQuemá, Cañada Real
Leonesa Oriental-Velada.
SALUD…………..y
TIEMPO.
“…mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio…”
