Ruta: La "Cruzada" Arriera

        Domingo catorce de abril, mañana placentera  y según “dice el tiempo”;- “fin de semana de sol y el calor que aprieta”. Siete caballeros veleños nos damos cita en el lugar de encuentro (Los colegios). Importantes bajas de “algunas vacas sagradas”, que   quieren   dejar  a la escuadra algo tocada, pero los  presentes no se amedrantan.  Nos visita ¿”el presi”?,  (se tendrá que volver a ganar los respectivos galones) “¿vendrá a pasar lista?”,  vestido de paisano, - “todavía no  estoy para estos  asaltos”. Asamblea para decidir ruta,  “¿para dónde tiramos?”; hoy traigo yo los “planos”,  “¿os parece una etapa arriera?”, con “cuestas”, senderos y veredas. No se hable más y entremos cuanto antes  en faena.  

        Iniciamos la etapa  por la pintoresca  vega, para ir hacia la aldea vecina; en el camino rural,  ¡¡¡¡alto al pelotón!!! , “a Alberto no le responde la dirección”, “pues cuando quiera arriesgar, ¡¡¡vaya marrón!!!!”; solucionado el “entuerto” (Roberto “el bueno”, mano de santo) y  “pallá marchamos”. Cruzamos la villa gamonina para “trepar”  hacia “arriba”; en el primer tramo, el susurro de alguna chorrera en la “praderilla”  escondida,  entre una estera de  encinas de gala vestidas,   una exposición de  esculturas de piedras pulidas y  por un encadenamiento  de  cuestas “cerreras”, “cabalgamos”  para despertar  las piernas.  Pasamos por  localidades conocidas  (en Mejorada,  el amigo “Carpin” para casa se encamina) entre “chácharas”, risas y algún comentario con “picardía”, para hacer más ameno el día. Cogemos “el camino del  huerto”, hoy toca visita al “templo de San Marrupejo”;  la quietud y la armonía planean sobre las engalanadas  “chaparras” y muretes de piedra,  testigos fieles del tiempo y guardianes del “protegido” monumento . Alimentamos los sentidos por los senderos recorridos, angostas veredas, vallados tradicionales y profusos lodazales se adueñan de estos mágicos “andurriales”. Mientras tanto, la escuadra aguerrida nos deleitamos por el paraíso de las maravillas. Por callejas estrechas con un encanto particular  y veredas embarradas,  que nos bajan de las burricletas, transcurre la marcha.  -“ ¡¡¡vaya barrizal!!! ¿quién es el primero en entrar?” En  una maraña de resguardados  caminos,  se refugia  el “sexteto” bicigrino,   para alejarse de territorios más concurridos. Llegamos a la cañada real, es la hora de la “andorga engañar”, algo picamos del “menú variado”, frutas, pasas y turrón salen del “zurrón”;  de todo un poco hablamos, mientras la vuelta preparamos.

Carril de las Mulas: hacia Gamonal

Camino de Gamonal a Mejorada

Entre encinas por la umbría

Segurilla: Ermita la Soledad...

"Arroyo del Marrupejo"

"Preparando las trochas..."

"Vereda del Marrupejo..."

Por sendas, agua y barro.

Alberto, con mucho esmero

"Sendero de las Majadas.."

    

"Bajando bien alineados...

"...marcando el antiguo y recuperado  camino...."

"....de las Majadas...."

"Contemplando cerros y montañas....."

      Reemprendemos la marcha,  “la gran muralla” nos aguarda “allá” plantada, nos “atamos los machos”,  apretamos los “dientes” y “parriba” los combatientes; a nuestro paso un paraje abigarrado, el pacer de la ganadería tranquila y para los “burriclistas”,  algunas empinadas pendientes. Llegamos a la aldea de Segurilla, Mejorada también cruzamos, tres compañeros la etapa dan por finalizada y toman rumbo para casa. El “otro trío”, enfilamos  hacia el “túnel” de “la Zamarra”; largas veredas por vallados de alineadas piedras, a un lado la imponente pradera,  una calma abrumadora,  abundante y viscoso  barro,  “presiden”  este plácido tramo; alguna liebre echamos al zurrón y también los “pinreles”  a remojón.  Encontramos  otras lomas que nos llevan a dar un “voltio”  por “El Bonal” (Al amigo Ángel “El guerrero”-muy a su pesar- los compromisos le “obligan” a marchar). Divagamos por  acogedores “terrenos zorreros”, por ceñidas sendas,  joviales arroyuelos  y la “cueva del espectro” que nos guían hacia “el reino de los cerros”; delirando, por la “debilidad y la cansera”,  cruzamos cerros veleños; por la extensa trocha,  cargada de vistas hermosas y con la “fatigosa” marcha,  nos adentramos en el territorio etéreo  de los gamones; “la laguna divina”, “la cruz perdida”, “piedras formadas”, “trochas busconas”  y otros “místicos elementos”,  también se interponen en la “cruzada arriera” . Hacemos un “campo a través” por la  “vereda de los puteros”;  entre la frondosidad de los hierbajos, algunos juncales y esquivas  zarzas  en  un campo colorido de flores,  evitamos el terreno encubierto de los humedales. Atrás, dejamos el “corral cerrado”, despedida en la “piedra llana”  del “escudero Roberto” y cada uno a sus “aposentos” a reposar la jornada.

"Subida de la Gran Muralla"

"Cañada Real": Camino de Sotillo

...ya sabéis, el "repechillo".

La Gran Muralla: tramo de "asfalto"

Entrada a la Zamarra

"Contemplando por la pradera, Gredos.."

Avituallamiento, ¡¡¡qué tierno!!!

"....por sendas y veredas..."

Tramo, de porteras....

"...por la zona de los huertos...."

"....senda del Bonal..."

"....por los Cerros de la Cocinilla"

"...por los Cerros de los Lobos"

"...entrando a los Cerros de los Gamones"

"Senda de la Cruz del Niño"

"Vereda de los "puteros"...."

   En definitiva, ruta circular de 55 kms, los principales caminos y sendas por los que ha transcurrido la ruta han sido: Carril de las Mulas, Camino de Gamonal a Mejorada, Camino del Hituero, Senda del Marrupejo, Camino de la Majada, Cañada Real, Camino de “la gran muralla”, Senda la Zamarra; Camino del Madroño, Cerro Arriero, Camino de los Huertos, Senda del Bonal, Cerros de la Cocinilla, Cerro de los Lobos, Cerros “Gamones”,  Vereda de la Cruz del Niño, Vereda de los “puteros” y Camino de Gamonal a Velada (Piedra Llana). Los arroyos más conocidos que hemos cruzado; La Zarzaleja, El Marrupejo, Los Huertos y El Guijo. Hemos pasado por las localidades de Gamonal y Mejorada –Segurilla (ida y vuelta).

 

    Pd: Roberto, muchas gracias por tu aportación fotográfica.

   Buen día……….SALUD

     “mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”